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Gerard Piqué, en rueda de prensa
Piqué ejerce otra vez de bombero

Piqué ejerce otra vez de bombero

Salió en defensa de su compañero Pedro y volvió a demostrar su alma de líder dentro de una selección a la que defiende: «esto es fútbol, no es una competición de patriotismo»

Rodrigo Errasti Mendiguren

Martes, 21 de junio 2016, 09:41

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Gerard Piqué compareció por primera vez en esta concentración de la selección española. Era el único, junto a Iker Casillas, que no ha atendido a todos los medios de comunicación desde que se incorporó a la preparación en Austria. Estaba previsto que lo hiciera, así lo anunció UEFA la noche del domingo, pero no esperaba tenerlo que hacer para volver a actuar en defensa de uno de sus compañeros. Tres días antes del debut, el viernes 10, ejerció ese rol de líder que tiene dentro del grupo cuando David de Gea, al ver que su nombre figuraba en un informe policial de la Operación Universal, comunicó a la Federación Española de Fútbol (FEF) deseaba salir a comparecer ante los medios. El catalán se puso del lado del portero, insistió a los federativos en la idoneidad de que hablase para aclarar dudas e incluso se ofreció a salir con De Gea ante los medios.

No hizo falta pero su comportamiento con el manchego, en ese momento y en todas las horas previas hasta el partido ante República Checa, le hizo ganarse aún más el respeto de sus compañeros, que en el pasado le habían afeado alguna conducta más por sus declaraciones sobre Arbeloa que por su broma sobre Kevin Roldán y Cristiano. «Es muy extrovertido, es una pieza fundamental, muy divertido y muy amable con los jóvenes. Nos aporta mucho tenerlo en nuestro grupo», reconoció Thiago hace unos días y desvelando una imagen distinta de la que transmite.

Lo cierto es que en Burdeos, y en otra situación complicada, Piqué salió al corte. Pedro vivió más tranquilo durante la rueda de prensa que matizó sus polémicas declaraciones ya que su excompañero en el Barça defendió con su tono sencillo pero directo. «Yo estaba haciendo la siesta, he bajado y me han dicho que había pasado todo esto», explicó antes de lanzar un dardo a la prensa como causante de todo el revuelo. «Debéis de estar aburridos, la cogéis y se hace una noticia que parece la rehostia, pero no lo es», apuntó antes de recordar el compromiso de Pedro y su papel en el grupo. «Haremos reuniones antes de los partidos. Hay buen rollo. No tengáis duda de que seguirá reinando un gran ambiente» en una selección en la que Cataluña es la comunidad autónoma más representada.

El gol y los pitos

Y es que en su comparecencia, en la que durante algunos momentos aprovechó para consultar su móvil cuando las preguntas no eran para él, se le cuestionó por su situación personal con la aificón y mantuvo su mismo discurso de siempre, ese que tenía en el peor momento de su relación con parte de la hinchada, que le pitó en León, Oviedo, Logroño y Alicante: el tema se iba a solucionar con el tiempo. «Es mucho mejor que te aplaudan a que te silben. La única manera que tenía para poder cambiar esto era con mi rendimiento dentro del campo. Sabía que la situación no era fácil, pero que el fútbol es esto», recordó cuando se le habló de la importancia de su gol en su relación con una hinchada que le ovacionó y coreó su nombre en Niza y en la recta final del duelo de Toulouse.

Aquel día, tras su gol ante Chequia, confesó que su hijo Milan, con el que luego aprovechó para jugar en el césped mientras esperaba a cumplir con la prueba de antidopaje, lucía la camiseta de España en la grada. «El fútbol lo puede cambiar todo, el jugar bien y tener la suerte de meter un gol importante y el estar a un nivel alto hace que la gente al final se dé cuenta de que esto es fútbol y no una competición de patriotismo», apuntó quizá recordando que hubo campañas en las redes sociales para que Geri, como le llaman sus más cercanos, dejase La Roja por una supuesta falta de españolía. «Irme sería darle la razón a gente que no la merece. La otra opción, que es por la que he optado, es seguir aquí, sumar y aportar todo lo que pueda. No se puede dudar de mí. Vengo aquí desde los 16 años (debutó en 2003 en una Sub15). Yo lo he dicho mil veces. No he dicho algo en contra de la selección, de este país», explicó ya en octubre de 2014 durante una recordada rueda de prensa en Luxemburgo por su presencia en la Diada. Y es que Piqué, a diferencia de otros, no tiene miedo a salir a apagar incendios. Propios o ajenos.

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