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Koke, durante el partido. Reuters
El Celta hace historia ante un Atlético desconocido
Cuartos de final | VUELTA

El Celta hace historia ante un Atlético desconocido

Berizzo le ganó la batalla táctica y estratégica a Simeone, y condujo a su equipo a las semifinales de Copa

Ignacio Tylko

Miércoles, 27 de enero 2016, 09:34

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Quince años después, el Celta hizo historia y se clasificó para semifinales de la Copa del Rey a costa de un Atlético derrotado por un gran adversario y por su ansiedad, sobre todo desde que encajó el primer gol. Con una efectividad inimaginable y en todo momento mucho más tranquilos, los de Balaídos parecieron ser mucho más expertos que un enemigo que suele brillar en las eliminatorias pero esta vez se cayó con todo el equipo.

Sólo ocho goles habían encajado los colchoneros en toda la Liga, y el Celta les hizo tres. Otra competición y un Atlétido desconocido, ya que no se recuerda a un equipo de Simeone defender tan mal y partirse tanto como anoche. Tuvo sus opciones, pero dejó patente también que le falta un 9 y que carece de la pegada exigible a un club que aspira a los títulos. No actuó Jackson Martínez y Fernando Torres, lesionado, escuchó el apoyo de su afición días después de que su entrenador le abriera la puerta de salida el próximo verano.

Argentinos, ganadores, orgullosos ellos y con una fuerte rivalidad personal, más enconada a raíz del fichaje este invierno del céltico Augusto Fernández por el Atlético, Cholo Simeone y Toto Berizzo se tomaron esta eliminatoria casi como algo personal. Además, el 0-0 de la ida, siempre inquietante para los dos contendientes, hizo que se escenificara un choque de vuelta de máxima tensión y emoción. Esta vez, como suele ocurrir en este tipo de competiciones, el modesto se comió al grande. Un gran triunfo del Celta y una victoria muy señalada para un técnico que triunfa en su club y aspira a poder conducir a la selección de Chile en la próxima Copa América.

Los gallegos regalaron incluso el reciente duelo liguero de Vallecas, pensando en su final del Calderón. En feudo rayista salieron con ocho suplentes y sin tensión, y se llevaron tres. Fuertes críticas a su entrenador, que enseguida volcó su discurso sobre el torneo del K.O. «En la ida jugamos de igual a igual frente a un gran rival y eso nos impulsa. Por lo que supone para los jugadores y la afición, es el partido más importante desde que estoy aquí», anunció Berizzo. Salvo el portero y el lesionado Nolito, una baja muy sensible en los vigueses, puso en liza a su once de gala.

Simeone, que en el primer asalto alineó a cinco de los menos habituales, decidió que en la vuelta no podía reservar a nadie pensando en el gran duelo del sábado ante el Barça, en el Camp Nou. «Reservar jugadores hoy, no te asegura que ganes luego», insistió el técnico rojiblanco en la víspera. Equipo tipo menos el portero, ya que Moyá es el guardián de la Copa y Oblak el de Liga y Champions.

El campo no estaba ni mucho menos lleno pero al Atlético salió en tromba, como en otras grandes eliminatorias, sobre todo en Europa, que supo resolver a su favor. Sabían los colchoneros que si se adelantaban, el Celta tendría que abrirse y sufriría. Saúl, un canterano en franca progresión, se echó a su equipo encima y dispuso de dos buenas ocasiones. La primera se la abortó el portero Rubén Blanco y la segunda la falló porque dudó entre asistir o rematar, y perdió de vista al balón. Dispuso de varios saques de esquina a su favor, lo que es sinónimo de peligro inminente, pero el Atlético no podía hincarle el diente a un Celta, mucho más replegado y menos vistoso de lo habitual, pero que esperaba su momento.

El obús de Guidetti

Celebraron ya como una victoria los visitantes el gol anotado por el Tucu Hernández. En su primer córner, los célticos hicieron probar a los rojiblancos su propia medicina. Sacaron en corto hacia un lateral del área, hubo un balón bien colgado y el chileno, de origen argentino, cabeceó sin oposición. Gran acción de estrategia y grave error de los madrileños. Ese tanto calmó al Celta y puso de los nervios a un Atlético que comenzó a precipitarse. Y eso que empató pronto, fruto de un mal despeje del portero, tras tiro de Carrasco, que remachó Griezmann, siempre atento.

Comenzó la segunda mtiad con un cambio en la portería del Celta. Rubén, tocado tras una entrada a destiempo de Vietto que le costó la amarilla, dejó su plaza a Sergio, el titular en el torneo de la regularidad. Enseguida se vio que el Celta manejaba mucho mejor el tiempo y los espacios. Muy alocado pese a tener mucho tiempo por delante para marcar, su rival se partía una y otra vez. Pudo llegar el 1-2 tras una contra en la que disparó Hernández a puerta vacía, pero el asistente indicó que el balón había salido antes de centrar Guidetti. Minutos después, el sueco se aprovechó de una indecisión y lanzó un obús lejano que superó a Moyá. Nada más entrar, pudo empatar Correa pero lanzó al travesaño. No era la noche del Atlético. Las lágrimas de Saúl en el banquillo, tras ser reemplazado por Óliver, reflejaban la impotencia de todo un equipo. Y eso que todavía Pablo Hernández, tras otro error tremendo de la zaga, no había dictado sentencia. El Celta engrandece su escudo y el Atlético, que peleó hasta el final porque un buen gol de Correa le permitió soñar, naufraga en un torneo muy deseado.

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