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JLos jugadores del Granada celebran el gol de Mainz.
El Granada no brilla, pero alcanza los octavos
DIECISEISAVOS | VUELTA

El Granada no brilla, pero alcanza los octavos

El equipo de Caparrós empató ante un buen Córdoba, que mereció algo más bajo la niebla

efe

Miércoles, 17 de diciembre 2014, 00:01

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Un cicatero Granada se encontró con un gol al comienzo de la segunda parte que le valió para empatar en el Arcángel ante un buen Córdoba (1-1), que al menos mereció ganar, pero los que se meten en los octavos de final de la Copa del Rey son los nazarís, que se medirán al Sevilla.

A los cuatro minutos de juego y bajo una espesísima niebla, tanto que no permitía ver la banda opuesta a tribuna ni de un fondo al otro, el Córdoba igualaba la eliminatoria con un tempranero gol del rumano Florin que debutaba como titular. El ariete, que llegó para jugar en el filial, cabeceó a la red un centro desde la derecha tras un fallo en la salida de Oier. Sin verse mucho fueron pasando los minutos hasta que a la media hora de juego empezó a levantarse la niebla. Tres minutos después Oier salvaba el segundo de los blanquiverdes con una gran estirada para mandar a córner el remate de López Silva.

El Córdoba era dueño y señor del juego en el que era su mejor partido de la temporada ante un Granada que no llegaba a las inmediaciones de Saizar, que se fue a vestuarios sin tener que hacer ninguna parada de mérito.Al cuarto de hora de la reanudación Diego Mainz ponía la igualada en el marcador para encarrilar la eliminatoria para el Granada, ya que el Córdoba, que había sido muy superior en la primera parte, tenía que marcar dos goles para pasar.

En el ecuador de la segunda parte fue expulsado con roja directa Javi Márquez por una dura entrada, quedaban un poco menos de veinticinco minutos y Djukic apostó por jugar con dos delanteros dando entrada al argelino Ghilas. El Córdoba lo intentó todo, metió al Granada en su área pero no encontró el camino del gol pese a merecerlo, aunque en los minutos finales las prisas blanquiverdes fueron las mejores aliadas de los nazarís que llegan a octavos.

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