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Un futuro por diseñar
PRIMERA FEMENINA

Un futuro por diseñar

El Santa Teresa tiene que construir un equipo para una liga cada vez más exigente

Alberto García

Miércoles, 24 de mayo 2017, 08:35

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La victoria el domingo ante el Granadilla en el Nuevo Vivero cerró la mejor temporada del Santa Teresa en Primera. Un éxito amargo porque la novena plaza conquistada es desde la que se mira pero no se toca la Copa de la Reina. Un éxito que puede quedarse en nada el próximo septiembre porque los equipos se están armando y el que se quede atrás puede pagarlo caro. El dinero de Iberdrola está encareciendo las plantillas y encarecerá la permanencia.

Y en ese mercado cada vez más exigente está pescando el Santa Teresa, que tiene que montar medio equipo. Del once inicial del domingo, la próxima temporada no estarán en Badajoz cinco jugadoras - Emi, Ria, Chica, Maddi, que ayer fue presentada como nueva jugadora del Betis, y Vania-, y de las siete del banquillo otras tres -Bea Orellana, Peke y Sandra-. Cierto es que cuatro de las bajas no son buscadas por el club. Chica, Vania y Bea dejan el fútbol, y la finlandesa Ria deja España porque no ha sido capaz de adaptarse a nuestro país. Pero en todo caso los huecos son muchos e importantes.

El club reconoce tener fichadas ya ha varias jugadoras jóvenes como la portera Yolanda Aguirre que se presentó el domingo, pero que no puede presentar por cuestiones contractuales. Pero también reconoce que la llegada de las jugadoras importantes empezará cuando termine la Copa a mediados de junio. Un detalle que delata que esos fichajes aterrizan desde alguno de los ocho primeros equipos de la clasificación. Se acabaron los experimentos con jugadoras de Segunda.

Otra de los temas que debe cerrar pronto Pablo Ritoré y su directiva, mientras el club se convierte en una Sociedad Anónima Deportiva, es si el equipo jugará en el Nuevo Vivero o en el Viejo. Hace unos días Ritoré brindó con el sol y vino a decir que si el equipo consigue 2.000 abonados se trasladará. La verdad es que no le quedaría más remedio, cuestión de física y de asientos, pero esa cifra hoy por hoy se antoja ambiciosa. La decisión sobre el terreno de juego dependerá más de la presión que el club reciba desde LaLiga y de las televisiones. Parece seguro que los partidos televisados se jugarán en el Nuevo Vivero, pero hasta ahí.

Juan Carlos Antúnez lo ha dejado claro en más de una ocasión. «Es muy pronto para jugar en el Nuevo Vivero». El técnico piensa en las matemáticas de los puntos. Jugar contra el Barça o el Atlético de Madrid en el ancho césped natural del Nuevo Vivero es renunciar a algunos puntos antes de jugarlos. Esta temporada, por ejemplo, el Barça perdió en el estrecho Viejo Vivero, y el Valencia no pudo pasar del empate a cero en su hierba artificial.

Cierto es también que ante equipos inferiores, el Nuevo Vivero puede ser un perfecto aliado. El domingo se vio claro cuando Sofía aprovechó su velocidad y potencia para dejar atrás a centrales lentas a los que la hierba natural se les ponía cuesta arriba. Hasta María Neira y Marta Parralejo estuvieron más contundentes en sus bandas, por no hablar de las paredes de Ria que partían por dos la defensa del Granadilla. Una decisión difícil en la que también habrá que tener en cuenta que en el Nuevo Vivero el control de acceso es más sencillo e incluso los ingresos del bar se multiplicarían. La solución, antes de septiembre.

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