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Zidane, en Japón.
Un Mundialito del que aprender
mundial de clubes

Un Mundialito del que aprender

El Real Madrid lucha por la corona mundial con el recuerdo de lo sucedido en 2014, cuando tras lograr el título y 22 victorias consecutivas se derrumbó en la segunda parte del curso

Ignacio Tylko

Miércoles, 14 de diciembre 2016, 01:52

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«Después del parón invernal tendremos nueve partidos en tres semanas. Cómo voy a poner siempre a los mismos, si encima si tengo a los mejores». Horas después de aterrizar en Japón y de reconocer que su plantilla se encontraba cansada tras el largo viaje y el 'jet lag', y que él estaba «muerto», Zinedine Zidane ya dejó claro que le preocupa lo que se le avecina al Real Madrid después de un Mundial de Clubes en el que los blancos se estrenan este jueves en la semifinal ante el América de México, que se disputa en el estadio Internacional de Yokohama.

El técnico blanco sabe de lo que habla porque le avala la experiencia. Trabajaba como fiel ayudante de Carlo Ancelotti en la campaña 2014-2015 y conoce bien el descalabro físico y mental que sufrieron sus jugadores tras conquistar el Mundialito. Se alzaron con el título universal de clubes tras golear al Cruz Azul de México (4-0) y superar al San Lorenzo de Almagro (2-0) en la final celebrada en Marrakech (Marruecos), fruto de los goles de Sergio Ramos y de Gareth Bale, claves también con sus tantos en semifinales, y los merengues parecían inalcanzables para todo rival.

Habían conquistado la Supercopa de España ante el Atlético, hecho pleno de victorias en la fase de grupos de la Champions y eran líderes en el torneo de la regularidad después de 15 jornadas con 39 puntos, cuatro puntos más que el Barcelona. Desde la derrota por 1-2 frente al Atlético en el derbi de la tercera jornada de Liga en el Bernabéu, el Real Madrid llegó a encadenar un récord de 22 victorias consecutivas, una racha inmaculada que se inició con un 5-1 ante el Basilea en la máxima competición continental.

Sin embargo, la cuesta de enero fue un calvario. Una, dos y hasta tres derrotas, contando un amistoso contra el Milan. Los blancos perdieron sus niveles de intensidad y atención y comenzaron a jugar con la percepción de que el Mundialito suele dificultar el último semestre competitivo para el club europeo. Como si el halago le debilitase, al parón vacacional se alargase y los jugadores intentasen ganar a medio gas, casi sin bajarse del autobús. Un mal muy repetido entre los campeones.

De pronto, los de Ancelotti comenzaron a jugar más lentos, tocaron mucho pero sin profundidad, fallaron en los últimos pases y no acertaron en la definición ni se prodigaron en el uno contra uno. Más juego al pie y menos al espacio. En consecuencia, un equipo atascado frente a enemigos con más fuelle. Decreció la influencia de jugadores como Toni Kroos y Gareth Bale. Llegaron las derrotas a principios de año en Mestalla (2-1) y en Copa del Rey frente al Atlético (2-0), que luego empataría a dos en el choque de vuelta jugado en Chamartín. Las victorias ante Espanyol, Getafe, Córdoba, Real Sociedad y Sevilla preludiaron el batacazo ante el Atlético (4-0), el 7 de febrero de 2015. Luego, la fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo amenizada por Kevin Roldan y una temporada complicada. El Madrid acabó segundo en Liga, tras el Barça, y fue eliminado por la Juventus en semifinales de la Champions, tras superar antes al Schalke y al Atlético.

Diferencias sustanciales

Hay una diferencia sustancial entre ese Real Madrid y el actual. Ancelotti había sufrido coincidiendo con la Supercopa las marchas de Xabi Alonso al Bayern de Múnich y de Di María al PSG; y semanas antes del Mundialito conoció que Luka Modric causaba baja para tres meses por un arrancamiento del tendón proximal en el recto femoral izquierdo. En consecuencia, plantilla de alto nivel muy corta y sobrecarga de partidos y de minutos para pocos jugadores.

Acabado el curso, nada menos que cinco disputaron al menos 4.000 minutos: Cristiano, Kroos, Iker Casillas, Marcelo y Gareth Bale. Y siete futbolistas superaron con creces los 3.000 minutos de juego: Isco, Benzema, Sergio Ramos, James, Varane, Carvajal y Pepe. Por detras de todos ellos apareció en el escalafón de minutos Modric con 2.008 y eso que sólo participó de 25 encuentros. Eso demuestra que Ancelotti apenas movió a un equipo desgastado.

Obligado por las lesiones, pero también porque se ha atrevido a rotar más, Zidane puede presumir de un mayor reparto de minutos y de opotunidades entre sus jugadores. Ya ha utilizado a 27 en este comienzo de curso, incluidos Odegaard, Álvaro Tejero y Enzo Zidane, los tres con ficha del Castilla. Por encima de los 1.500 minutos entre todos los torneos, incluidos el Trofeo Bernabéu y la International Champions Cup del verano, sólo están Varane, Carvajal y Kroos; pero han superado los 1.000 minutos en acción Cristiano, Marcelo, Bale, Ramos, Keylor Navas, Kovacic, Benzema y Lucas Vázquez, el chico para todo que ha sido utilizado en mayor número de encuentros (21). Además, han jugado ya más de 900 minutos Modric, Pepe, Nacho, Morata, Kiko Casilla e Isco, pasan de 800 Marco Asensio y James Rodríguez y superan los 700 Casemiro, pese a su prolongada lesión, y Danilo.

«Unos siempre juegan más y otros menos, pero quiero que todos se sientan importantes», insiste Zidane, preparado para un maratón tras el Mundialito. Además de una o dos eliminatorias de Copa a doble partido, antes de medirse al Nápoles en la ida de octavos de la Champions al Real Madrid le esperan el Granada, el Málaga y la Real Sociedad en casa, y el Sevilla, el Celta, y Osasuna, además del choque aplazado en Mestalla, lejos del Bernabéu. El doble reto de 'Zizou': ganar el Mundial de Clubes pero dosificar pensando en lo que viene.

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