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Rodrigo Errasti Mendiguren
Lunes, 7 de diciembre 2015, 02:09
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Mauro Icardi es un futbolista argentino que está consiguiendo ser muy mediático pero no sólo por sus goles en la Serie A italiana, donde juega con el Inter de Milán tras un paso por la Sampdoria. El sábado, tras ser suplente ante el Génova, regresaba a casa, y cuando estaba aparcando, se le aproximaron dos hombres pidiéndole dinero. Cuando el delantero se negó a entregárselo, los ladrones le solicitaron su reloj, un Hublot valorado en 46.000 euros que había mostrado dos semanas antes en sus redes sociales mientras conducía su Rolls Royce camino del entrenamiento. Después de llevarse el cronógrafo se fueron rápidamente en moto, según la información de fcinternews.it.
No es la primera vez que Icardi, que salió ileso del incidente y denunció el hurto a la policía, genera un problema a través de sus propios canales con una instantánea. En abril de 2014 puso una foto en su coche, con su mano en el volante realizando el gesto de los cuernos con la mano izquierda, con este mensaje: «¿Por qué Wanda Nara me hace conducir así?», acompañado de varios emoticonos.
Fue su reacción a que Maxi López no le hubiese saludado antes del partido entre Inter y Sampdoria, club en el que ambos habían coincidido cuando la modelo era la mujer del exfutbolista del Barça. Wanda, ahora mujer de Icardi, confesó que había dejado al jugador de la 'Samp' al haberse enamorado del actual delantero 'neroazzurro', pero la polémica comenzó a incrementarse el día antes de que se jugara aquel partido. La actual madre de la primera hija de Icardi no tuvo mejor ocurrencia entonces que calentar el encuentro en las redes sociales con una foto del interista desnudo, sólo cubierto por una sábana, y poner: «Buenas noches Icardi, a dormir porque los bombones también duermen».
Eso provocó que todo el mundo estuviera pendiente de la reacción de ambos jugadores cuando se vieran en el centro del terreno de juego para el saludo inicial previo. Maxi López era el último jugador de la fila de la Sampdoria; Icardi, el último de la del Inter. Como es tradición, el equipo local esperaba mientras los jugadores 'neroazzurri' avanzaban entre sus rivales, y llegó el momento clave: Icardi, al ponerse a la altura de Maxi, estiró su mano; 'La Gallina', mirando desafiante a su antiguo amigo, no le estrechó la mano. Escena muy similar a la que se vio años antes entre John Terry y Wayne Bridge, que eran compañeros en el Chelsea y la selección inglesa cuando el primero tuvo un romance con la mujer del segundo. Tras aquel momento de tensión, Icardi usó el volante para presumir de su victoria amorosa sobre Maxi. Hace una semanas mostró la belleza de su reloj, que ahora ha perdido. Quizá le ha servido para aprender que, como decía William Shakespeare, es mejor no presumir y en público con mayor motivo «Ten más de lo que muestras; habla menos de lo que sabes».
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