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¿Qué ha pasado hoy, 17 de abril, en Extremadura?
Juanma Barrero en su etapa en el Cartagena. :: HOY
Portero, entrenador, ¿portero?
fútbol

Portero, entrenador, ¿portero?

A Juanma Barrero, parado por una hernia discal, no le apetece aún colgar los guantes, y mientras tanto entrenará en la cantera del Emérita Augusta

FERNANDO GALLEGO

Miércoles, 7 de octubre 2015, 07:36

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Podría quedarse con el partido del Centenario del Atlético de Madrid (el único que perdió, por cierto, de los trece que disputó como titular con el primer equipo rojiblanco) o con el 'Alcorconazo' en Copa ante el Real Madrid de Pellegrini hace ya casi seis años. Podría quedarse con su etapa en el Aris de Salónica de la Primera griega o con alguna de sus visitas al Camp Nou, Bernabéu, Villamarín o. Pero no. Juanma Barrero (Badajoz, 1980), un tipo tan sensato como sencillo, que nunca se ha despegado ni un yoctómetro de la realidad, prefiere quedarse con las caídas en los entrenamientos los días de lluvia. «Cuando te ponías de barro hasta los ojos. Esa es la foto con la que me quedo de todo». Hace una semana se pasó por el entrenamiento del Mérida, y algunos testigos aseveran que no miró precisamente con envidia 'sana' a Raúl Moreno y Sebas Gil. «Tengo aún mucho mono de fútbol. Tanto...».

Y por eso aceptó la oferta de Luis Miguel Olivar para entrenar al cadete B del Emérita Augusta. Se lo pensó un nanosegundo por ajustes de agenda, porque también es coordinador de la recién estrenada cantera del Don Álvaro de Preferente. Pero necesita los seis meses de práctica para alcanzar el nivel III de entrenador y, sobre todo, que acumula ya muchos días alejado del día a día del fútbol. El curso pasado, cuando competía por la portería del Extremadura con Saavedra, empezó a sentir ya cosas raras: perdía la flexibilidad por completa en los isquios, luego se le cargaba en demasía el piramidal, de ahí las molestias pasaban a los lumbares... «Así que Fran Rosales, el fisio del Extremadura, me dijo que me hiciera una resonancia, y fue ahí cuando apareció la hernia que sufro hoy», detalla Juanma, que repasa mientras tantos las miles y miles de caídas en los entrenos de los once equipos en los que ha militado desde 2001.

«Lo que más trabajamos los porteros son las caídas. Hacemos unas mil por semanas. Imagínate durante quince años así. Por eso siempre he tenido problemas de espalda. Esto no aparece de golpe. Pero sí que desde el año pasado sufro muchísimo dolor», confiesa el guardameta de Don Álvaro. No acude a los estadios, por ejemplo, porque no puede aguantar dos horas sentados. Apenas podía conducir. Si no se recuperase del todo a partir del tratamiento que está siguiendo, tiene claro que pasará por el quirófano. «Soy aún muy joven y he pasado un verano malo. Aún así voy mejor. Lento, pero mejor».

¿Significa eso que cuelga los guantes? «No lo sé. A mí me apetece, cuando me recupere, volver a jugar. No lo descarto. Me gustaría recuperarme, ponerme en forma y a lo mejor la temporada que viene... Aunque no sé, cuando me ponga a hacer esfuerzos grandes, sí podré o no. Entonces me iré como llegué: sin hacer ruido. No me gustaría colgar los guantes ya, pero desconozco cómo va a evolucionar mi cuerpo y lo que me queda de carrera».

Así que, ya sea desde ahora o algo más adelante, apunta a entrenador. «Siempre me ha gustado». Ya intentó empezar en Canarias, mientras jugaba en el Universidad de Las Palmas, y en Cartagena, pero a veces los cursos no le cuadraban en la agenda y a veces no salían a examen los distintos niveles. Y en Arroyo, con el ahora almendralejense Willy, empezó con Pebetero. Aprobó el nivel I, el II y ahora va a por las prácticas de seis meses en el Emérita Augusta antes de conseguir el nivel III. «Me llamó Olivar, el director deportivo del club, el lunes por la tarde, y después de pensármelo un rato acepté».

Ahora se centrará ahí y en que el fútbol en Don Álvaro fluya. Con los niños que hay ha formado equipos de iniciación, prebenjamín, alevín e infantil de fútbol sala. «No hay más». Pero Don Álvaro está creciendo. Habrá Juanma para rato pues.

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