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Thomas Kistner, durante la entrevista con su libro 'FIFA Mafia'.
«La FIFA podría ir a la quiebra y desaparecer en tres o cuatro años»
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«La FIFA podría ir a la quiebra y desaparecer en tres o cuatro años»

El periodista de investigación alemán Thomas Kistner presenta su libro «FIFA mafia» y avisa que sólo ha salido un 5% de lo que hay y que las multas podrían generar el colapso de la institución

Rodrigo Errasti Mendiguren

Sábado, 18 de julio 2015, 01:45

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Corrupción, sobornos, tráfico de información, blanqueo de dinero, chantajes, espionaje, escándalos, racismo, corrupción, sexismo Podría ser una novela negra, pero lo cierto es que todo forma parte de FIFA Mafia, un libro que es un exhaustivo documento de investigación, con información inédita de la historia de la FIFA y sus protagonistas. El alemán Thomas Kistner, colaborador del Süddeutschen Zeitung y jefe de la sección de política deportiva, es reconocido internacionalmente como uno de los más prestigiosos periodistas de investigación en política deportiva, dopaje y crimen organizado en el deporte. Comenzó a documentar información sobre la corrupción en FIFA en las polémicas elecciones de 1998, en las que el sueco Lennart Johanson cayó tras serias sospechas de compra de votos, diez años antes de recibir el Premio Theodor Wolff y ser elegido mejor periodista de deportes del año.

En FIFA Mafia (Córner), desvela cómo Joseph Blatter, que llegó a la FIFA cuando sólo había diez empleados, ha logrado aferrarse a la presidencia de la «gran familia» de la FIFA hasta ahora, cuando la corrupción ha saltado en su cara tras una investigación del FBI en pleno comité ejecutivo en el que fue reelegido. «Es más extraño lo que sucede en esta organización que lo que vemos en una película de Hollywood. La FIFA no respeta la línea roja que separa lo honesto de lo deshonesto. Es una familia mafiosa con un jefe que lo controla todo y que no tiene que rendir cuentas por nada, con miembros leales que cumplen con el código de silencio y que han convertido la FIFA en una tienda de autoservicio. Es un negocio de miles de millones, marcado por crecientes agresiones y nacionalismos, por la infiltración de gánsteres y del crimen organizado. Blatter dicta las normas, es la ley. Opera como Vito Corleone, repartiendo sus áreas de negocio entre los miembros de la familia. Es un mercadeo de favores, no tienen un trabajo real. Hay más gente en el lado oscuro que en el lado honrado».

Lo creen incluso en el Senado estadounidense, donde se celebró una sesión dedicada al escándalo de corrupción que sacude a la FIFA y el demócrata Richard Blumenthal fue uno de los más duros. «Comparar a la FIFA con la Mafia es casi un insulto a la Mafia, ya que la corrupción de esta organización nunca ha sido tan descarada, obvia y arrogante como la que hemos conocido ahora en el ente que rige el fútbol mundial. Han sido muchos años de contaminación, y las investigaciones nos llevarán hasta el punto exacto que alcanzó la corrupción. Podemos llevarnos aún más sorpresas», afirmó Blumenthal.

«Es momento de que hablen, mirar a otro lado es una irresponsabilidad»

  • villar y rosell

  • Kistner advierte a gente como Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) y vicepresidente de la FIFA, uno de «los que no dicen una palabra», que «es momento de que hablen. Mirar a otro lado también es una irresponsabilidad», dijo sobre un dirigente estrechamente relacionado con muchos presidentes latinoamericanos. La solución pasa por «un corte radical», una persona que venga de fuera. «No un Platini, que viene de la UEFA y fue su hijo. Es preciso cambiar absolutamente todo. Si pensamos en un solo equipo respetable de cualquier Liga, no se puede decir que ninguno haya tenido problemas en los tribunales. Y el problema es que el fútbol, que es un monopolio, se controla a sí mismo».

  • El Mundial de Catar 2022 está en boca de todos y pese a las revelaciones de la antigua asesora de la candidatura, Phaedra Almajid, de un posible soborno cifrado en torno a cinco millones de dólares, no espera que se cambie las sedes elegidas en el congreso de Sídney de 2008, cuando Blatter se saca de la manga la doble adjudicación de sedes para los Mundiales de 2018 y 2022. «Esas concesiones son la rueda de la fortuna más grande que los directivos de la federación mundial de fútbol pueden hacer girar. Es tiempo de negocios, chanchullos, pujas y sobornos», ya que el autor denuncia la corrupción generalizada, el tráfico de información y la venta ilegal de entradas.

  • En el libro también se habla de un Sandro Rosell que fue socio de Ricardo Teixeira en una compañía de márketing deportivo llamada 100% Brasil Marketing y en la época que era ejecutivo en Brasil de Nike. Al brasileño se le investiga por lavado de dinero y evasión de impuestos, y al expresidente del Barça por presentar documentos falsos y esconder información, si bien, según Kistner, «las conexiones árabes de Rosell también plantean interrogantes. A través de su firma Bonus Sport Marketing (BSM), estableció estrechos vínculos con Catar que resultan determinantes en el escándalo de Ailanto en Brasilia. La BSM ayudó a Catar en la creación del proyecto Aspire de la Academia Aspire catarí».

Dassler, el origen

En un alarde de sinceridad, Kistner reconoce que esa corrupción «bien organizada, es una invención alemana. No sólo la corrupción, también el dopaje masivo. El caso de doping mejor organizado del mundo fue el de la RDA, por tanto, tenemos raíces alemanas en este problema». Acusa a Horst Dassler, hijo de Adi Dassler, fundador de Adidas, de conseguir que la firma fuera uno de los mayores fabricantes de artículos deportivos del mundo gracias a su habilidad para equipar a las federaciones regalando material. «Se dio cuenta de que la mejor manera de manejar el deporte era controlar a las personas de la FIFA y el COI», por lo que fundó «El Club», un grupo exclusivo que invertía el dinero del marketing deportivo para controlar el deporte internacional. «Se le conoce como pionero de la esponsorización deportiva y también como el que pensó en aliarse con las personas que podían manejar el deporte y grandes capitales haciendo negocios: Samaranch en el COI y João Havelange en la FIFA. Si lo piensas, las dos personas que dirigen ahora el deporte mundial hicieron negocios con Dassler: Blatter en los 70 y Bach en los 80. Con este dúo, la FIFA se convertía en un consorcio de miles de millones. Y con el dinero vendrá el escándalo».

Recuerda que tras la muerte de Dassler en 1987, «sus hombres de confianza se han repartido el deporte mundial sobre el que siguen reinando. Su herencia personal es Joseph Blatter. Cambió el deporte y lo convirtió en un negocio», cuenta un Kistner que recuerda que cuando empiezan a comercializarse los derechos para televisión de los partidos, crea la International Sport and Leisure (ISL). La empresa, que años después provocará el mayor colapso financiero de la historia de Suiza y que dejará a la FIFA sin capital, compra los derechos por 45 millones de francos suizos (unos 43 millones de euros), tras varios sobornos, y los vende a los patrocinadores con una facturación final para la ISL de 200 millones de francos.

El autor de FIFA Mafia relata cómo durante la investigación de la quiebra se descubre que la ISL tiene una fundación en Liechtenstein dotada con miles de millones de francos que seguramente se destinan al soborno de altos directivos de las federaciones deportivas. Kistner recuerda cómo se llegaron a adjudicar derechos de imagen de la Copa del Mundo para el Caribe por sólo un dólar. «Yo te doy algo y tu me das algo, así funciona», explica el autor señalando al exvicepresidente de la FIFA Jack Warner, de Trinidad y Tobago, que fue imputado por el Departamento de Justicia de EEUU de doce delitos, incluidos los de corrupción, crimen organizado y lavado de dinero que se remontan a 1990.

La punta del iceberg

Kistner avisa que no se ha visto « ni un 5% de lo que está por salir. Es la punta del iceberg», de una trama de corrupción de más de dos décadas revelada tras denuncias constantes de sobornos, chantajes, fraude y blanqueo de dinero. «El FBI ha comenzado a investigar en América Latina, luego le tocará el turno a África, a Asia y finalizará en Europa. Han empezado por los que saben menos. En el FBI no atrapan primero al que idea un robo, sino al que conduce la furgoneta», advierte antes de aclarar: «No me sorprendn las detenciones del FBI porque ellos y yo teníamos las mismas informaciones. Esperaba que fuera en el congreso de Río». Varios de los protagonistas del libro FIFA Mafia acabaron detenidos. «Es posible que los próximos casos que se destapen sean sobre amaños de partidos o acuerdos con empresas de construcción. Cuando descubran los negocios ocultos, la corrupción, la manipulación y los amaños, todo estallará».

Y eso podría suponer unas multas millonarias para la institución, al punto que podría hacerla quebrar. «Puede darse la desaparición de la FIFA de aquí a dos o tres años. Aunque la FIFA vaya a la quiebra, el fútbol no desaparecerá. Se podría crear una nueva entidad contando con las propias federaciones de fútbol de cada país. No se necesita a Blatter. Además, creo que serán los propios seguidores y amantes del fútbol los que acaben con la organización cuando todo salga a la luz».

Marti Perarnau hace el mejor resumen del libro de Kistner. «Explica cómo la FIFA de Blatter ha construido un imperio de corrupción a partir de una estructura que, inevitablemente, recuerda a las «familias» mafiosas. De los sobornos puntuales se ha desembocado en una dinámica que ha normalizado la corrupción», explica.

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