El Santa Teresa sale de la guardería

Y eso que la temporada ha resultado un éxito. «Acabar novenos es un sueño que no podíamos permitirnos. Ni Juan Carlos -el entrenador y uno de los ideólogos del Santa Teresa- que es el más optimista de nosotros, lo esperaba. Yo, personalmente esperaba salvarnos, pero quedando décimo terceros o décimo cuartos», explica Ritoré. La novena plaza ha subido mucho el nivel de exigencia para con el Santa Teresa la temporada próxima, y el salto a la octava plaza es deportivamente alto y económicamente un abismo. Pero donde más ha sorprendido la novena plaza del Santa Teresa es fuera de Badajoz. Al llegar a algunos campos, las rojiblancas tenían que aguantar que las llamaran «las de la guardería». «Como somos el equipo de un colegio...», recuerda Ritoré.

Cuando se creó el primer equipo femenino del Santa Teresa, hace cinco años, su minúsculo presupuesto se cubría con un 15% de aportaciones públicas. Esta temporada, con 140.000 euros presupuestados, la aportación de las instituciones ha rondado el 70%, y aún así, ha habido un desfase de unos 15.000 euros. Dinero que habrá que sacar del presupuesto del año que viene. Unas cuentas que ni siquiera están empezando a gatear. En la oficinas públicas, las próximas elecciones tienen atados de pies y manos a los interlocutores del Santa Teresa. «La Administración está parada», resume Ritoré.

«Creemos que vamos a necesitar unos 25.000 euros más que este año», recuenta Ritoré. Entre otras cosas porque ahora sí sabe cómo se descuadran las cuentas. «En Segunda, la Federación Española nos dio 2.300 euros para desplazamientos, y nosotros pensábamos que en Primera ese dinero, como mínimo, se mantendría, pero no, este año, con más y más largos viajes, esa ayuda ha desaparecido».

1.352,28 euros

A estas alturas, poco se espera de la Federación Española, sobre todo porque no trata al fútbol femenino como podría hacerlo. Un ejemplo. El campeón de liga de la Primera Femenina, por tercera temporada consecutiva el Barcelona, recibirá como premio en metálico la ingente cantidad de 1.352,28 euros. Cifra llamativas por sí sola e irrisoria si se compara, por ejemplo, con lo que recibirá el campeón masculino de la División de Honor Juvenil, 12.020 euros.

¿Y de dónde saldrá el dinero para construir el Santa Teresa 2.0? Pablo Ritoré quiere rentabilizar un hecho que pocos conocen. El Santa Teresa puede presumir de tener la segunda mayor afición de toda la Primera Femenina. Sólo el Athletic de Bilbao supera los 250-300 espectadores que asisten a El Vivero de media cada partido. «Lo hemos conseguido con sólo 400 abonos vendidos. Si esta temporada vendemos 1.000 podemos subir la media de espectadores fácilmente a 400».

Pero no es sólo vender abonos, Ritoré también pretende poner un poco más difícil que en El Vivero no se pague por ver los partidos. Son muchos los que prefieren los fondos o el lateral que no tiene grada del campo para no pasar por taquilla. La solución no es sencilla por la distribución de El Vivero, pero la temporada que viene se cerrará con grandes lonas esos espacios para no ponérselo fácil a los insolidarios. Además, la opción de las lonas aportará dinero a las arcas porque se venderán como grandes espacios publicitarios.

Buscar dinero, al final todo se resume en eso, en buscar dinero debajo de las piedras. Pablo Ritoré tiene en su cabeza quienes puede ser los patrocinadores principales de su equipo, pero hay que convencerles. «El Santa Teresa debería ser atractivo para muchas empresas. Es un club que cubre desde las categorías inferiores a la Primera Femenina, el fútbol que sólo tiene connotaciones positivas. Somos un producto familiar y para todos los públicos. Con una inversión pequeña la repercusión puede ser mucha y desde luego siempre positiva». Por si no lo han notado, fuera del fútbol, Ritoré es comercial. «Necesitamos tres patrocinadores principales. Joca repetirá seguramente, pero tenemos sitio para una entidad bancaria, otros clubes de Primera tienen ese tipo de socios, o una empresa extremeña grande», desea en voz alta el presidente pacense.

Despedidas y renovaciones

Ritoré su multiplica estos días. Quiere cerrar la plantilla cuanto antes. «Pretendemos renovar entre diez o doce jugadoras. Seis o siete están ya prácticamente aseguradas, y aunque sabemos que hay un par de ellas que han recibido ofertas de otros clubes, no vamos a esperar a nadie», explica Ritoré, que no quiere que pase lo que la temporada pasada, cuando la plantilla se cerró muy tarde y eso condicionó la pretemporada y el primer tramo liguero. Hay bajas confirmadas como la de Sole, que cuelga las botas, Patri, que vuelve a casa, o Diana Redman, que se convierte en una jugadora cara por culpa de los aviones. Y también hay jugadoras que no han dado lo que se esperaba de ellas, y alguna tendrá que ver reducidas sus pretensiones económicas si quiere quedarse en Badajoz, pero lo que es seguro es que el Santa Teresa de la próxima campaña será mejor que el de la pasada. «Hay futbolistas que ya saben que Badajoz es un buen lugar para jugar al fútbol y el Santa Teresa un club que cumple con sus compromisos» sentencia Ritoré. El Santa Teresa ya no es una guardería.