Plasencia felicita la Navidad como Dios manda

Da igual que el Plasencia solo contara con ocho hombres en rotación o que incluso Seydou Aboubacar, gran referencia interior, pasara de puntillas en un partido en el que cedió el protagonismo a otros. Sobre todo a Álex Galán, que se están ganando un lugar en la Selección Española Júnior, y a Adrián Fuentes, que hizo y deshizo a su antojo.

El Agustinos Leclerc hizo evidente que no se encuentra en un buen momento después de las últimas tres derrotas. El excacereño José Antonio Medina volvió a ser el máximo anotador de los suyos, pero le faltó criterio en la toma de decisiones.

El Plasencia, al igual que en las dos jornadas precedentes en casa, se mostró arrollador desde que el balón voló al cielo de La Bombonera. Los dos primeros triples entraron y eso hizo que se hinchara la fe de los jugadores. El equipo placentino comandó el marcador con relativa facilidad, con máximas que fueron progresando casi hasta el tercer cuarto. Con 23-17 se llegó al final del tercer cuarto.

Adrián Fuentes siguió liderando a los locales en el segundo periodo. En el Agustinos, todos los balones pasaban por manos de José Antonio Medina, que anotó dos triples muy pronto y luego se obcecó en seguir sumando desde situaciones imposibles. No volvió a anotar desde 6,75.

Pero la verdad es que el resto de sus compañeros tampoco ayudaba a detener el ciclón placentino. Donovan Smith y Adre Norris se mostraban muy grises y solo hombres de la segunda unidad como Álvaro Sanz y Andraz Kavas trataban de capear el temporal.

El Plasencia siguió a los suyo, con penetraciones con aclarados o lanzamientos de 6,75 metros. Antes del descanso ya habían anotado hasta seis jugadores de 3 puntos. Si la diferencia no fue más abismal que los 15 puntos del descanso (52-37), fue por la sangría que supuso acudir a línea de tiros libres. Al final del encuentro, el Plasencia solo fue capaz de anotar 5 de sus 20 intentos.

El Agustinos Leclerc pudo pensar que ahí, en los malos porcentajes de su rival desde los 4,70, podía encontrar una grieta para recobrar sus constantes vitales. Por eso no le importó defender fuerte y acudir al bonus, pero es que en la faceta ofensiva simplemente no fue su día.

El Plasencia no anotaba con fluidez, pero nunca tuvo sensación de que la victoria se pudiera escapar de La Bombonera. Tras el 65-51 del tercer cuarto y unos primeros instantes del cuarto que repetían el patrón de los tres anteriores, la única incógnita residía en averiguar en dónde se fijaría el average de cara a posibles empates. Finalmente, en 16 (84-68).