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Fernando Fernández. :: L. C.
Victoria al borde de un ataque de nervios
LEB PLATA

Victoria al borde de un ataque de nervios

El Cáceres mantiene el liderato ante el Lucentum y ya sólo Castellón puede arrebatarle el ascenso directo

JUAN CARLOS RAMOS

Domingo, 15 de marzo 2015, 12:33

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La liga es cosa de dos. Da igual que las matemáticas digan otra cosa. El próximo campeón de la Adecco Plata saldrá de la dupla que conforman el Cáceres Patrimonio de la Humanidad -actual líder- y el Amics Castelló -su más inmediato perseguidor-. Ambos fueron capaces de sacar sus partidos adelante y se aprovecharon de las derrotas de sus más directos rivales. Por un lado, Guadalajara. Y por otro, Lucentum Alicante, precisamente la última víctima de los cacereños. Triunfo por 70-65 que puso a prueba la resistencia cardiaca de los aficionados verdinegros, que tuvieron que esperar a los últimos segundos para poder cantar victoria y celebrar una semana más la posesión del liderato. Por delante quedan otras cinco finales. Al Amics Castelló, si hace todos sus deberes, le basta con que el Cáceres pierda una para arrebatarle el ascenso directo.

Como se preveía, José Antonio Marco no fue de la partida. Con el murciano relegado al banquillo por un proceso gripal, no sólo se prescindía del mejor director de orquesta de la Adecco Plata, sino también de todos sus recursos de anotación y de su amenaza al aro rival. Guillermo Corrales fue el primer responsable en tratar de hacer olvidar a Marco. Le llevó unos instantes coger el ritmo, pero al igual que al resto de sus compañeros. Tres minutos tardó en romper el cero el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, ya cuando el Lucentum Alicante empezaba a sentirse cómodo sobre la cancha, con Navajas y Fuentes bombardeando desde el perímetro para dar a su equipo una máxima en el minuto 6 (6-13). Fue entonces cuando Luis Parejo acudió al rescate para dar un poso de veteranía a los deslavazados ataques cacereños, al que se sumó un Nguema que llevó las tablas sobre la bocina con tres tiros libres (18-18).

La primera ventaja no tardó en llegar, justo al inicio del segundo periodo, gracias a un Carlos Toledo que aportó minutos de mucha calidad. La culminación de la remontada quitó un peso sobre los hombres los jugadores verdinegros, que empezaron a rencontrarse con la línea de juego de partidos anteriores. Por dentro, Jakstas y Kasse aportaban contundencia defensiva, además de superioridad en el rebote. Por fuera, la puntería de Parejo y de Nguema desde la línea de 3 obligaba a Kuko Cruza a parar el encuentro cuando el marcador reflejaba 37-28 (m.17). Sólo el talento de Javier Marín mantenía a flote al Lucentum Alicante, empeñado en hacer pasar sus opciones más allá de la pintura de los 6,75. A medida que sus porcentajes fueron decreciendo también lo hicieron sus oportunidades de victoria. Con 41-34 se llegó al descanso.

En la segunda mitad, un triple de Añaterve Cruz hacía repetir una máxima de 11 (49-38) que ya se produjo en el minuto 18 con 39-28. Fueron quizás los mejores minutos del Cáceres Patrimonio de la Humanidad en todo el partido. El conjunto verdinegro se mostraba muy superior en todas las facetas, mientras los levantinos se confiaban a Javier Marín, que no encontraba la complicidad en el resto de sus compañeros. Una gran defensa local, unida a una buena dirección de Corrales, disparó el electrónico a un 54-40 bastante clarificador. Sin embargo, una serie de errores en la toma de decisiones en los últimos dos minutos y sobre todo la falta de concentración a la hora de defender lanzamientos triples -el Cáceres concedió dos faltas con sendas tandas tres tiros libres- hicieron que el Lucentum no se despidiera del partido al final del tercer cuarto (58-49).

Emoción

El Lucentum se empeñó en que hubiera emoción hasta el final y no tardó más de dos minutos en conseguirlo, con dos triples seguidos que ponían el 60-57 en el minuto 32. A estas alturas los alicantinos ya tiraban más de 3 que de 2. Por su parte, la apuesta del Cáceres era clara, surtir de balones interiores a Sebirumbi y Kasse. Faltaba efectividad de cara al aro, pero la superioridad en el rebote daba lugar a segundas opciones. Con 64-57 parecía el partido decantado, pero un triple estratosférico de Marín dejaba todo en el aire a 02:22 para el final (64-62). La defensa visitante ahogaba los ataques extremeños durante los 24 segundos, pero, cuando el balón ya estaba dividido, apareció la figura de Fernando Fernández para anotar dos canastas de oro en plan gladiador (68-62). Aún hubo tiempo para un nuevo triple de Hernández (68-65) y una última posesión del Lucentum con 28 segundos en el reloj para poder empatar. Sin embargo, al contrario de lo que hizo durante todo el partido, decidió penetrar para anotar fácil de dos. Y cómo no, volvió a surgir un descomunal Fernández para barrer una canasta hecha y dejar la victoria en casa. Finalmente, Richard Nguema finiquitó desde la línea de tiros libres el definitivo 70-65 para dejar al Cáceres, una semana más, en lo alto de la Adecco Plata.

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