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J. CEPEDA
Jueves, 23 de febrero 2017, 08:43
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cáceres. Sin excesivos niveles de presión, tampoco sin sobresaltos, pero con la intención de retomar la senda victoriosa para recuperar las buenas sensaciones que han caracterizado al equipo durante gran parte de la temporada. Así prepara el Al-Qazeres su partido de este próximo domingo en Zaragoza ante el Stadium Casablanca.
En una semana más larga de lo habitual, el cuerpo técnico dirigido por Jacinto Carbajal cuenta a estas alturas con todas sus jugadoras disponibles para planear el asalto al pabellón Eduardo Lastrada ante un conjunto de parejo potencial al de las extremeñas y que acumula, tras su última derrota en Ferrol, tres tropiezos consecutivos. Las aragonesas tienen tan solo una victoria menos que el Al-Qazeres y ya perdieron de forma contundente en el Serrano Macayo en la primera vuelta de la competición a finales del pasado mes de octubre (82-59).
Por su parte, las derrotas del Al-Qazeres ante Cadi la Seu y Gipuzkoa en las dos últimas jornadas de liga han desplazado al equipo verde y amarillo de los puestos de privilegio. No obstante, y a pesar de ostentar ahora la octava plaza en una parte alta sumamente apretada, el conjunto cacereño está a tan solo una victoria del cuarto, quinto y sexto clasificado, como es el caso de Campus Promete, Araski y Ferrol respectivamente, que copan las últimas plazas que dan derecho a disputar los playoffs por el título. Una meta que para el Al-Qazeres no es un objetivo expreso ni una obligación, pero al que tampoco se renuncia, sobre todo teniendo en cuenta que la permanencia matemática podría ser un hecho en tan solo un par de jornadas.
Como asignatura pendiente evidenciada en las últimas citas, si el Al-Qazeres quiere aspirar a cotas mayores y no acabar la presente temporada en tierra de nadie, las de Jacinto Carbajal estarán obligadas a fortalecer el rebote defensivo para no conceder así segundas e incluso terceras oportunidades a sus adversarios. Una faceta que el equipo extremeño ha acusado especialmente en sus últimas derrotas y que el cuerpo técnico ya tiene más que diagnosticada con la intención de soldar esta fisura del juego colectivo.
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