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J. C.
Martes, 9 de febrero 2016, 08:38
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Como si de un mal sueño se tratase, al Cáceres la vida le ha dado un giro inesperado en tan solo unos días. La situación no es crítica, pues buena parte de la permanencia la tiene prácticamente asegurada, pero el estado de tranquilidad del que gozaba hace menos de una semana se ha visto alterado por el desarrollo de los acontecimientos.
El más reciente atiende a la lesión del escolta británico Ben Mockford, quien ayer en una acción fortuita se fracturó el quinto metatarsiano del pie derecho, por lo que es probable, a falta de las pruebas médicas definitivas, que tenga que perderse todo lo que resta de temporada.
El jugador, repescado por el Cáceres este verano tras no completar la pasada campaña, no estaba ofreciendo un rendimiento precisamente regular. Aunque sí es cierto que es uno de los jugadores más desequilibrantes del equipo cuando está afinado desde el perímetro, su juego excesivamente individualista no acababa de cuadrar en demasía en los esquemas tácticos.
No obstante, se trata de una baja sumamente sensible, ya que el Cáceres pierde a uno de los jugadores que podían actuar como revulsivo cuando los condicionantes de los partidos así lo exigen.
Al nuevo contratiempo se une la marcha ya oficializada de Tautvydas Slezas a la liga ACB, concretamente al Bilbao Basket, donde hoy pasará el reconocimiento médico correspondiente. La operación se ha saldado con una contraprestación económica que en el Cáceres consideran como «justa», teniendo en cuenta el potencial del jugador y el nivel que estaba alcanzando en sus últimas semanas.
Con la marcha del pívot lituano, en el Cáceres ya asumían que tendrían que buscar sustituto para la pintura, pues en esa posición quedan tan solo Jakstas y Víctor Serrano. Según mantienen desde la entidad, aún no hay ningún nombre con visos de poder anunciarse. Además, el contratiempo de la baja de Mockford abre otra línea de acción, y es que desde el club barajan la opción de contratar a un escolta para la recta final de temporada.
El Cáceres contó ayer con la presencia del joven Miguel Ángel Rueda, quien ayudó a completar el entrenamiento. Además, el ala-pívot norteamericano Phil Henry (New Jersey, 16 de septiembre de 1991), con pasado en el Basket Azuqueca y que se encuentra sin equipo en la actualidad, también está ejercitándose con la plantilla cacereña dirigida por Ñete Bohigas.
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