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Sergio Scariolo saluda a la afición en Madrid.
Una arriesgada apuesta ganadora
EUROBASKET

Una arriesgada apuesta ganadora

El presidente de la FEB rescató a Scariolo tras el fracaso en el Mundial y el italiano suma ya tres oros

Amador Gómez

Lunes, 21 de septiembre 2015, 20:17

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Tras la dimisión de Juan Antonio Orenga forzada por el fracaso en el Mundial del pasado año, el presidente del Federación Española de Baloncesto (FEB), José Luis Sáez, se decantó de nuevo por Sergio Scariolo para dirigir a la selección obligada a alcanzar al menos la final del Eurobasket para obtener el pasaporte directo a los Juegos Olímpicos de Río. Un reto mayúsculo para el seleccionador y para España y, más aún con tantísimas bajas, y una apuesta arriesgada la del dirigente federativo que ha resultado ganadora. Gracias también al sufrimiento y a la capacidad del equipo para rebelarse con rabia ante las adversidades, la España de Scariolo ha vuelto a enganchar a la afición y a unir al país en torno a una selección agigantada por Pau Gasol.

José Luis Sáez necesitaba que el fiasco protagonizado por Orenga no le alcanzase a él y, aunque también pensó en Pablo Laso y Joan Plaza, contrató otra vez al técnico que, a pesar de conquistar con España al primer título europeo de su historia (en 2009), revalidarlo en 2011 y llevar al límite a Estados Unidos en la final de los Juegos de Londres, había sido objeto de críticas y cerró su ya fructífera primera etapa algo cansado de un vestuario en ocasiones complicado de dirigir. Scariolo justificó su despedida de la selección en noviembre de 2012 en la necesidad de tomarse «un respiro», dedicar «más tiempo» a su familia y trabajar exclusivamente con su equipo de entonces, el Olimpia Milán, pero Sáez, que siempre le ha considerado un «hombre de la casa», decidió rescatarle en momento tan complicado persuadido por su experiencia, su conocimiento del grupo y el equilibrio entre la disciplina y la autogestión tan del gusto de los jugadores.

Con Scariolo, al igual que ha ocurrido con Laso recientemente en el Real Madrid, se ha demostrado una vez más que la estabililidad de un proyecto y la continuidad de un técnico -tres títulos europeos en tres ediciones, una plata olímpica y el único lunar de la eliminación en el Mundial de 2010 por un triple in extremis de Teodosic-, es un punto básico del éxito. «Está claro que tras identificar a las personas adecuadas, darles el tiempo para poder crecer, conjuntarse e incluso para cometer errores y corregirlos, es una línea ganadora. El problema es cuando no se tiene la paciencia de esperar a que todos los mecanismos vayan lubrificándose y funcionando todos a una. La cuestión es que si yo tengo la capacidad, la fortaleza mental de seguir mi línea sin que la presión me afecte, muy posiblemente podré tener resultados a medio y largo plazo», aseguraba Scariolo en una entrevista con la agencia Colpisa hace tres semanas, antes de arriesgar él también con Mirotic en lugar del tocado Ibaka y emprender viaje a Berlín para vivir con España en Lille una de la mayores gestas de la selección.

«Los jugadores nos han dado lecciones importantes. Cuando se cae, hay que levantarse enseguida, porque la carrera sigue. Juntos es más fácil superar los obstáculos. Se merecen este premio que han traído y os lo merecéis por vuesto apoyo», proclamó este lunes Scariolo frente a los cientos de aficionados que acudieron a la plaza de Callao para festejar el tercer oro continental junto a los héroes de Europa. «¡Parece que fue ayer! Hace cuatro años estuvimos aquí celebrándolo pletóricos, jugando fenomenal el Eurobasket de principio a fin. Este año hemos sufrido y por eso hemos disfrutado mucho más incluso», reconoció el seleccionador nacional, para quien «el respaldo de los jugadores, su estima, su respeto y su consideración ha sido una de las motivaciones» que le animaron a aceptar la oferta de Sáez y volver al banquillo de España.

«Gracias a la calidad de estos jugadores, tanto dentro como fuera de la cancha, se ha podido traer esta copa tan sufrida y merecida, pero sin el presidente nada de esto hubiera sido posible», llegó a decir en el Palacio de La Moncloa el capitán de la selección, Felipe Reyes, quien acabó indignado con el anterior seleccionador en el Mundial y, aparte de Pau Gasol y Juan Carlos Navarro -ausente por lesión en el flamante Eurobasket-, fue uno de los pesos pesados que alabó el regreso de Scariolo. «Orenga no tenía la experiencia que puede tener Scariolo. Tras pagar la inexperiencia el año pasado en el Mundial ahora llega un entrenador contrastado», se congratulaba hace dos meses el pívot cordobés, después de que Gasol calificase al italiano como «el hombre idóneo» para el puesto de seleccionador.

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