Don Benito y Villanueva, unidos por el baloncesto

Se trata del Doncel-AD21, dos equipos referentes en el baloncesto de la comarca. Serones y calabazones caminan juntos desde hace tres años en categoría senior y esta temporada han apostado por afianzar el matrimonio con un hijo. Por primera vez compartirán también equipo Junior con vistas a que vuelva a emerger la pelota grande en las Vegas Altas.

La filosofía es la misma, nutrirse de jugadores de la cantera y huir de fichajes costosos. Quieren que los aficionados que vean los partidos se sientan identificados con los miembros del equipo y evitar volver a caer en los errores que condujeron a la pérdida de la supremacía deportiva, cuando los pabellones municipales rebosaban de gente, por ejemplo, en el primer concurso de mates de la ACB que se celebró en Don Benito en 1985 o con la final de la Copa Asociación de Clubes entre Caja de Álava y Cai Zaragoza en el de Villanueva de la Serena.

A pesar del proyecto común y la buena sintonía, hay ciertos aspectos que son objeto de debate: dónde entrenar, dónde jugar, de qué color vestir. Ante estos frentes abiertos, la solución siempre pasa por ser equitativo. Los Junior de momento entrenan dos veces por semana en Don Benito y otra en Villanueva. Los senior -que esta tarde tienen la primera sesión de grupo- disputarán un partido en cada pabellón, o bien, como la competición tiene dos fases, repartirán la sede. Y la equipación será del único color que comparten rojiblancos y verdiblancos: merengue. «Estamos representantes de los dos equipos, que intentamos acordar todo. Si queremos hacer algo conjunto, tiene que ser así. Nadie busca el beneficio ni somos egoístas», comenta el presidente Paco Álvarez.

Además, económicamente podrán sobrevivir con más tranquilidad. «Las dos ciudades tenemos entidades comunes como bancos o centrales de fruta, para los que es más fácil promocionarse si suenan en los dos sitios», apunta, a la vez que destaca la colaboración entre las dos administraciones locales, a las que han presentado un dossier en busca de apoyos.

Este apasionado del basket, de 32 años ya estuvo al frente del club en la primera temporada que jugaron juntos, cuando consiguieron el campeonato de la Primera División Nacional extremeña. Álvarez cree que, una vez asentado el Junior, tendrán muchas más opciones de continuar en el futuro ya que actualmente, los jugadores tienen que compaginar su vida familiar y laboral con los partidos, y necesitan efectivos que puedan subir a categoría absoluta y así, volver a extender la ilusión por el basket, deporte y nexo de unión.