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Marco, que jugó con molestias, se retira cabizbajo tras el desafortunado final. :: armando méndez
Incomprensible derrota
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Incomprensible derrota

El Cáceres pierde un partido que tenía ganado a falta de cuatro minutos, con catorce arriba

MIGUEL LÁZARO GONZÁLEZ

Domingo, 1 de febrero 2015, 09:48

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En una semana marcada por las bajas, el Cáceres perdió ante Marín un partido que tenía totalmente ganado a falta de cuatro minutos y medio con una ventaja de 14 puntos y todos los condicionantes para sumar una nueva victoria y seguir en la pelea por la primera posición de la Adecco Plata. Sin embargo, encajó una derrota inasumible que supone un enorme paso atrás y que puede pasar factura al final de temporada, sobre todo si se quiere obtener el ascenso directo, para lo que hace falta ser primero. El equipo gallego tiró del ex del Cáceres Blair, que sumó 17 puntos en el último cuarto. Además, una increíble canasta desde más allá de ocho metros de Norman sobre la bocina dentro del último minuto resultó decisiva para la victoria gallega.

El primer cuarto arrancó con mucha frialdad, con muchísimos fallos por parte de ambos equipos. Ya en el pitido inicial Ñete Bohigas arriesgó colocando a José Antonio Marco, que se encuentra con el dedo meñique de la mano izquierda roto tras haber estado inactivo en los entrenamientos de la semana. El partido arrancó con un parcial de 0-4 a favor del equipo gallego y hubo que esperar tres minutos y medio para ver la primera canasta del conjunto local, que precisamente llegó de la maltrecha mano de Marco. Un triple de Medodi colocó el parcial de 4-9 y Bohigas se vio obligado a parar el choque con un tiempo muerto. Tenía morbo ver a Blair de nuevo en Cáceres, aunque esta vez con otra camiseta, pero su inicio fue frío, como la tónica general del partido. Cometió dos faltas en seis minutos, por lo que salió retirado prematuramente de la pista.

Sirvieron de algo las palabras del técnico cacereño, ya que en el arranque del choque los visitantes endosaron un parcial de 7-0 que no dejó de ser más que un espejismo y que fue contestado rápidamente con un 0-6 que volvía a colocar de nuevo a los visitantes por delante, 11-15. Ante esta nueva situación, Bohigas también tuvo que tirar de otro de los jugadores dudosos hasta última hora, Kunsyer. Una acción de dos más uno de Sebirumbi recuperaba la ventaja para los locales, 16-15, pero una canasta de tres puntos de Norman desde el lateral colocaba el 16-18 con el que se terminaría el primer acto.

Fallos y más fallos

En el segundo cuarto la tónica cambió poco. Fallos y más fallos se repetían constantemente y así los primeros cinco minutos del cuarto se cerraron con un triste 4-2. El lesionado Marco era el único base disponible para los locales, y cuando Bohigas le dio algo de descanso tuvo que tomar el timón Parejo en un papel en el que se hace muy extraño verle. Cuando estuvo hizo un papel digno y su equipo no se vio por ello en excesiva desventaja.

El equipo cacereño volvió a sufrir una desconexión e incluso la defensa también se contagió de esa espesura, lo que hacía que el partido no tuviera un rumbo fijo para los locales. Una falta antideportiva de Jakstas no fue aprovechada por los gallegos, que seguían remando por detrás en el marcador, 24-21. Un triple de Toledo y un palmeo de Kasse colocaban el 29-23 con el que se llegó al final de la primera parte.

Tercer cuarto

Tras el paso por vestuarios, el partido parecía que iba a tomar otro rumbo. Más aciertos en ataque por parte de los dos equipos hacían intuir un partido más dinámico que el espeso que se había visto hasta entonces. A golpe de triples, el Cáceres aumentó su ventaja hasta el 37-29, un resultado cómodo para los de Bohigas, pero entonces llegó una nueva pájara para los locales, que encajaron un parcial de 0-9 que les volvió a poner por detrás en el marcador, 37-38. Otro nuevo recital de triples de los cacereños, dos de Parejo y uno de Cruz, pusieron el 46-40 con el que se terminaba el tercer parcial. El último cuarto fue el más prolífico y los gallegos llegaron a anotar 32 puntos, clave para entender cómo finalizó el encuentro.

Con 51-43 el técnico Javi Llorente pedía tiempo muerto para cambiar el destino de su equipo. El Cáceres comenzó a jugar sus mejores minutos con una defensa dura atrás que le permitía robar y correr, ofreciendo la mejor cara a la que tiene habituados a sus aficionados. De esta manera, el partido parecía sentenciado cuando la ventaja crecía y crecía, y a falta de 4 minutos y medio la renta era de 14 puntos. Fue entonces cuando el Marín se encomendó a Blair para obrar el milagro y lo terminaría consiguiendo. Con acciones de dos más uno o triples que empezaron a meter el miedo en el cuerpo a los de Bohigas, que a estas alturas ya estaban de celebración anticipada. Así, el partido se ajustó tanto que se entró en el último minuto con todo equilibrado. Una increíble canasta de Norman cerca del medio campo cuando se le terminaba la posesión, puso a su equipo por delante. Fue entonces cuando el Cáceres despertó de la siesta y se dio cuenta que era demasiado tarde para una reacción que nunca llegaría, terminando el partido con 68-72.

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