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Jemerigbe sí permaneció en pista para ser la máxima anotadora cacereña ante Bembibre. :: marisa núñez
El Serrano Macayo tendrá que esperar

El Serrano Macayo tendrá que esperar

El Al-Qazeres cayó en casa ante el Bembibre (49-52) a pesar de tener opciones hasta el final del encuentro

JUAN CARLOS RAMOS

Sábado, 25 de octubre 2014, 09:05

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La afición cacereña tendrá que esperar a la próxima semana para poder disfrutar en directo de la victoria del Al-Qazeres. Ayer se soñó con el triunfo hasta el último segundo, pero le acabó pesando como una losa la rémora de 12 puntos de desventaja que tuvo que afrontar en el último periodo ante el Bembibre. En los instantes finales se pudo ver la raza tan característica de este equipo la pasada temporada, tal vez ausente en los dos últimos partidos, pero faltó tiempo para que la remontada fuera completa.

El partido en su inicio no tuvo la pasión del final. Quizás por esa alta concentración de partidos en el calendario -en este caso el cuarto en diez días- daba la sensación de que al envite de entrada le faltaba cocción, guardando más similitudes con un choque de pretemporada que con un encuentro liguero. Es decir, la falta de rigidez en defensas y en ataques desencadenó unos primeros minutos de anarquía que alteraron el marcador a cuentagotas. Había predisposición, eso sí, también actitud, pero la neblina de ideas desató errores en la circulación y fallos en canastas fáciles.

Una dinámica que en primera instancia favoreció a las bercianas: 3-7 en el minuto 5 con consiguiente tiempo muerto de Jacinto Carbajal. El parón no acabó de desterrar la mala selección de tiro, pero la entrada de jugadoras como Verónica Sánchez y Afure Jemerigbe dinamizó el ataque cacereño para dar más versatilidad a sus acciones. Con 14-16 se llegó al final del primer cuarto.

Tras unos minutos de descanso, Lady Comfort regresó a la cancha para batirse el cobre con los kilos de las visitantes. La americana lo hizo de fábula en el 'face-to-face' y permitió voltear el marcador (18-16), pero entonces llegó la inoportuna tercera falta personal que le relegó al banquillo. El Al-Qazeres echó mucho de menos esa referencia ofensiva hasta el descanso, si bien Callan Taylor y Yaiza García siguieron manteniendo la concentración en la pintura ante Montenegro y Edwards.

Sin acierto en ataque, había que morder en defensa. Era lo que les quedaba a los dos equipos cuando al límite de sus posesiones no eran capaces de encontrar la mejor solución. Una renta de cuatro puntos a favor de las locales (22-18) era celebrada como una primera batalla ganada. Fue entonces cuando Chiqui Barros decidió atajar por la vía del medio y ordenó surtir de balones a Montenegro, que casi por inercia puso las tablas al interludio (24-24).

Demasiadas faltas

Viendo que daba resultado, el Bembibre siguió posteando a Montenegro tras el descanso, pero las cacereñas supieron frenar el par de pasitos de aproximación de la pívot hacia el aro. Y cuando daba la sensación de que algo estaba empezando a funcionar en el Al-Qazeres, las personales volvían a condicionar el signo del encuentro. Con nueva ventaja local, 28-27, la tercera personal de Vilaró la relegaba al banquillo y daba paso a una Afure Jemerigbe que fue poco a poco cogiendo el ritmo al partido. Pero ni siquiera el reencuentro de la nigeriana con la línea de tres favoreció un desarrollo favorable en el tanteo y el Bembibre pudo irse al final del tercer cuarto con la máxima del partido (33-39) gracias a la reaparición de Montenegro.

El choque pareció ponerse definitivamente imposibe cuando el Bembibre se disparó con 34-43 a siete minutos para el final. Un tiempo muerto de Jacinto Carbajal supuso un último intento de reengancharse al partido. Tras una nueva máxima visitante de 12 puntos (36-48), el Al-Qazeres entendió que era hora de confiarse al talento latente de Afure Jemerigbe. A partir de ahí, todos los balones pasaron por las manos de la escolta. Ocho puntos suyos seguidos renovaron la ilusión de los aficionados a falta de dos minutos y medio y con 44-48 en el electrónico. Un triple de Vilaró puso el 49-51 a 20 segundos para el final. Y dos obligadas faltas personales hasta llegar al bonus permitieron al Bembibre ampliar la renta a tres (49-52), con un último ataque para las cacereñas. Con sólo seis segundos para organizar jugada, el balón le llegó a Callan Taylor, que en posición muy forzada no pudo forzar la prórroga desde la línea de 3 puntos.

No hay tiempo para compadecerse por la tercera derrota seguida. El próximo partido llega el miércoles en Zaragoza ante el Mann Filter. Y sin tiempo para el descanso, el Serrano Macayo espera ser testigo de la primera victoria local el domingo 2 de noviembre ante el Gipuzkoa UPV.

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