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Salvador Sobral, junto a su hermana Luísa, levanta el galardón que le acredita como vencedor de Eurovisión. :: efe
Portugal o cómo ganar Eurovisión huyendo de los topicazos

Portugal o cómo ganar Eurovisión huyendo de los topicazos

La cara y la cruz fueron el vencedor luso, Salvador Sobral, y el español Manel Navarro, que acabó último con su notorio gallo

SOLANGE VÁZQUEZ

Lunes, 15 de mayo 2017, 09:54

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Sin chicas ni chicos con trajes apretados y anatomía de gimnasio. Sin una canción grandilocuente de estribillo machacón. Sin lentejuelas ni brillos ni parafernalia pirotécnica ni luces discotequeras. Sin coreografía festivalera. En definitiva, sin ninguno de los topicazos que suelen proliferar en Eurovisión, Portugal se proclamó ayer vencedor del certamen por primera vez en su historia y dio una lección a quienes piensan que para ganar este concurso -que tiene una espectacular audiencia de 200 millones de personas- hay que cumplir todo este manido catálogo eurovisivo. El lisboeta Salvador Sobral, de 27 años, salió al escenario del Centro Internacional de Exposiciones de Kiev vestido de negro y cantó el tema 'Amor pelos dois' ('Amor por los dos') sin dar gritos y sin bailoteos, pero con mucha expresividad. Y lo hizo en portugués, nada de recurrir al socorrido inglés para hacer amigos. Vamos, que se alejó de todo lo que se espera de un 'eurovisivo' de pura cepa y... ganó. Y no sólo eso, además enamoró a los espectadores con su interpretación y con sus palabras: «Vivimos en un mundo de música desechable, de música de comida rápida. La música no son fuegos artificiales, es sentimiento», manifestó tras proclamarse ganador y poco antes de volver a cantar el tema junto a su hermana Luísa, la compositora y su gran apoyo. «Nada de Eurovisión tiene mucho que ver conmigo», ha declarado en alguna ocasión. Y lo demostró anoche, a lo grande.

A la espera de un trasplante

Porque Sobral -favorito de las casas de apuestas- no sólo ha gustado por ir contracorriente y por la calidad de su canción y su voz. También ha seducido por su carácter y su historia. El joven, que estuvo de Erasmus en Baleares, sufre una dolencia cardíaca y está a la espera de un trasplante de corazón. De hecho, su delicado estado de salud le hizo perderse los primeros ensayos, en los que le sustituyó su hermana Luísa. No le gusta la farándula ni la televisión -aunque participó en un 'talent show' empujado por su novia- ni siquiera el festival que acaba de ganar. Es una persona comprometida -en una rueda de prensa exhibió una camiseta de apoyo a los refugiados-, amante del cine, del fútbol y del jazz, con referentes como Chet Baker o Rui Veloso... Es decir, que su aventura eurovisiva es una de esas carambolas de la vida que tanto le gustan y que equipara a las improvisaciones del jazz.

Su actuación logró 758 puntos al ganar tanto el televoto de millones de telespectadores, como la nota más alta del jurado profesional, cuya opinión vale la mitad en el resultado final. A más de 150 puntos de distancia, el segundo lugar fue para el jovencísimo Kristian Kostov, con la balada 'Beautiful mess' ('Hermoso desastre'), destacada por los críticos tanto por su fuerza vocal como su puesta en escena. La gran sorpresa de la gala fue el tercer puesto de Moldavia. El grupo Sunstroke Project, con el tema 'Hey Mamma', no figuraba entre los cinco favoritos, pero lo dio todo con una de las actuaciones más bailables de la final.

Lo que no sorprendió demasiado fue la posición en la que quedó el candidato español, Manel Navarro. Fue el último -sólo logró cinco puntos por medio del televoto- gracias a su cancioncilla surfera -insufrible para muchos- y a un tremendo gallo que ha revolucionado el gallinero de las redes sociales. Es la quinta vez en la historia que España se queda con el farolillo rojo, pero sólo en 1999 la candidatura española obtuvo un resultado peor: entones Lydia Rodríguez no consiguió ni un solo punto. «He quedado último y es lo que hay. Me voy con la cabeza bien alta. Me voy bien, me voy contento a casa. Al menos no hemos quedado los últimos en el voto del público. Creo que hemos hecho un trabajo muy bueno, para sentirnos orgullosos», dijo Manel a la prensa española que viajó a Kiev. «A lo mejor la canción no ha gustado», añadió. Algo bastante evidente. «No hay que hacer un drama de esto. Ha sido una experiencia única y la voy a recordar siempre para bien, no para mal. Esto me da más fuerzas que nunca para seguir trabajando», afirmó el cantante, que lamentó que su «gallito» -así, con un diminutivo que no se merece- se les escapase en plena actuación en un punto donde nunca antes le había ocurrido. La actuación de Navarro, con su 'Do it for your lover' ('Hazlo por tu amante'), estuvo en las antípodas de la del vencedor. Fue su reverso, de hecho. La interpretación española pretendió ser 'festivalera', se rindió al bailoteo, a la supuesta alegría que debe transmitir todo 'eurotema' de manual y al inglés... Cumplió todas las 'normas', pero nada. Otra prueba de que, a veces, para ganar, hay que salirse de los caminos convencionales.

Bulgaria y Moldavia fueron segunda y tercera. Kristian Kostov, de 17 años, cantó 'Beautiful mess' ('Hermoso desastre'). El trío moldavo Sunstroke Project interpretó 'Hey Mamma'.

1. Portugal. 758 puntos

2. Bulgaria. 615 «

3. Moldavia. 374 «

4. Bélgica. 363 «

5 Suecia. 344 «

6. Italia. 334 «

25. Alemania. 6 «

26. España. 5 «

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