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Jordi Évole, Eugenia Parejo y Oriol Junqueras, en un descanso de la grabación del programa. :: la sexta
«Oriol se lo comió todo»

«Oriol se lo comió todo»

Eugenia Parejo, anfitriona del último 'Salvados', intercambia ahora 'whatsapps' con el líder de ERC. «Nadie convenció a nadie», asegura

JOSÉ AHUMADA

Martes, 21 de octubre 2014, 10:13

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Cuando a Eugenia Parejo le propusieron organizar una comida familiar con el independentista catalán Oriol Junqueras como invitado, no lo dudó: a esta vecina de Gines (Sevilla) de 74 años, con tres matrimonios a la espalda y un pasado de cooperante internacional con el que recorrió África, le encantan los retos y las novedades. El resultado de su guiso pudo verse en la última entrega de 'Salvados', el programa de Jordi Évole, que el pasado domingo reunió ante el televisor a 4,1 millones de espectadores.

No es que la larga conversación que los Parejo mantuvieron con el líder de ERC sirviese para acercar posturas sobre Cataluña -«nadie convenció a nadie», dice Eugenia-, pero a la inquieta jefa del clan le dio la oportunidad de conocer de cerca a uno de los protagonistas de la actualidad política. «Me lo esperaba más distante y más serio, así que me sorprendió lo normal que es». Tan normal que han intercambiado los números de teléfono y ahora se envían 'whatsapps'. Cuenta que Oriol le ha mandado incluso la foto de su chaval.

Seguro que también se sintió halagada cuando le vio disfrutar del cocido que había preparado -«se lo comió todo»-, para dar más aliciente a ese encuentro sin guion que se prolongó cerca de nueve horas, condensadas después en 50 minutos, durante el cual sus hijos y yernos trataron de convencer -inútilmente- al presidente de Esquerra Republicana de que es mejor seguir formando parte de España. Al menos pudieron enseñarle cómo se utiliza un sacacorchos. A ella se la veía cómoda escuchando y ejerciendo de anfitriona. «Yo lo que creo es que los catalanes tienen que opinar, que tienen derecho a una consulta que ya es imprescindible», dice, desde el convencimiento de que el resultado de unas hipotéticas votaciones sería un no.

Como un bloque de hormigón

«En uno de los descansos, Jordi Évole me dijo: '¡Tu madre es un puto crack!'», recuerda Pedro, uno de los hijos de Eugenia. «Alucinaba con mi madre. Al final ya le dijo: '¡Adóptame!'».

Para este médico no se puede hablar de ganadores y perdedores del debate. Si hubo un vencedor fue, a su juicio, el pueblo andaluz. «Al salir del hospital donde trabajo me ha parado un señor al que no conocía, que iba paseando con el perro, y me ha dado la mano. 'Muchas gracias por la imagen que habéis dado de los andaluces', me ha dicho. La gente está un poco harta del estereotipo de andaluz analfabeto e inculto, y por eso ha habido mucha satisfacción». En cuanto a lo demás, «se ha visto que argumentos a favor de la independencia claros-claros, no hay».

«Oriol es un tío súperafable, con el que uno se puede ir de excursión tres días, una persona culta con la que se puede hablar de todo perfectamente. Con él se puede convivir, pero en cuanto toca ese tema, es como un bloque de hormigón: para él es como un dogma de fe», continúa.

Duda cuando se le pregunta si Junqueras sonaba cínico cuando aseguraba que TV3 no es tendenciosa o que la propaganda electoral de su partido es inocente (con las disyuntivas «comunidad autónoma del paro -con España, se entiende-, o república de los emprendedores; comunidad autónoma de los atletas sin país, o república de los campeones del mundo»...). A su madre también le llamó la atención que, cuando se lo contó, Oriol no supiese que al columnista Javier Cercas le tienen achicharrado en Cataluña por 'españolazo'. «A mí me pareció que se sorprendió», dice. «Fue un invitado genial. La pena es que quiera una Cataluña independiente».

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