El Juli, Talavante y Cayetano se reparten ocho orejas y un rabo

Estocada hasta los gavilanes y dos orejas y rabo para el matador, que paseó después de que el astado fuera premiado con los honores póstumos de la vuelta al ruedo. Su primero, en cambio, fue un toro que se apagó pronto.

No se quedaron atrás los dos actuantes, que acabaron acompañando a Julián López en la salida a hombros con tres orejas cada uno. El primero de Talavante fue un toro noble y manejable con el que el extremeño estuvo muy por encima. Apenas se le picó y, así y todo, duró menos de los esperaba en la muleta. Brilló sobremanera el toreo al natural de Talavante, que logró la primera oreja de la tarde.

Al quinto lo recibió con bellos y ceñidos estatuarios. Aquello calentó al personal, que vibraría también mucho con el toreo fundamental del pacense, que lo hizo todo con temple, largura, reunió y mucha naturalidad, brillando nuevamente sobre la zocata. Cayó la espada a la primera, y dos orejas para él.

Cayetano se entregó mucho con el tercero de la tarde. Faena muy dispuesta y jaleada por el respetable, premiada con un apéndice. Con el sexto salió a relucir el mejor toreo de Cayetano. Faena de altos vuelos cimentada en el regusto que tiene el torero madrileño.