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Directo Directo | La Veracruz de Badajoz también suspende su salida en procesión
Una tormenta de hora y media anega el ruedo y suspende la corrida de Badajoz

Una tormenta de hora y media anega el ruedo y suspende la corrida de Badajoz

Toreros, empresa y autoridad gubernativa consensuaron la suspensión del festejo ante el impracticable estado del piso

Pepe Orantos

Martes, 24 de junio 2014, 19:18

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Hora y media antes del comienzo de la corrida, en la cafetería del Hotel Río -centro neurálgico de los taurinos pacenses- se respiraba un ambiente extraño. Todos parecían preparados para asistir a un festejo tradicional, pero en sus miradas se intuía que no las tenían todas consigo. Aún no había empezado a llover con fuerza, pero bastaba mirar al cielo para presagiar que esas nubes, cárdenas como un toro de Victorino, no iban a dejar nada bueno esa tarde en Badajoz.

Minutos después, los alrededores de la plaza eran un enjambre de paraguas que sorteaban a los vendedores ambulantes, que aún dudaban entre vocear almohadillas o chubasqueros a quienes se acercaban hasta las puertas de acceso. Unos y otros se guarecían como podían de la lluvia, que cada vez caía con más fuerza sobre la barriada de Pardaleras, mientras que quienes teníamos que entrar al coso por el patio de caballos tratábamos de no hundirnos en el barrizal que habían preparado los bellísimos ejemplares de la cuadra de Pablo Hermoso de Mendoza.

Avanzaba la tarde y la lluvia cada vez era más intensa. La tormenta parecía centrada sobre la capital pacense y los rayos y truenos certificaban que no tenía intención de marcharse a corto plazo.

Las ganas de algunos aficionados por ver una tarde de toros, les hacían desafiar el mal tiempo y asomarse a los tendidos, paraguas en mano, para comprobar en persona lo que ya intuían antes de llegar a la plaza. Era muy difícil que se celebrara la corrida del día.

Si alguien albergaba alguna duda, bastaba recordarle que el festejo mixto debería ser abierto por un rejoneador, en este caso el maestro de Estella, y que nadie en su sano juicio podía hacer galopar a un caballo sobre la laguna de fango y albero e la que se había convertido el ruedo pacense.

La suspensión era cuestión de tiempo. Minutos antes de las siete de la tarde la empresa anunciaba a través de su cuenta de Twitter que estaba esperando a la llegada de los toreros para reunirse con ellos y la autoridad gubernativa para llegar a un acuerdo sobre el desarrollo del festejo.

A medida que se acercaba la hora fijada para el inicio de la corrida, la lluvia parecía remitir tímidamente y los más optimistas se lanzaban hacia su localidad, con la vana fe de pensar que con su presencia podrían presionar a alguien para celebrar el espectáculo, pero a las siete y media en punto de la tarde, Coso de Badajoz lanzaba una nota en las redes sociales en las que literalmente citaba que «por consenso de autoridad, toreros y empresa, queda suspendida la corrida de hoy martes 24 de junio en Badajoz».

En ese momento y con la confirmación oficial publicada, sólo restaba hacérselo saber al escaso público que poblaba los tendidos y saber cuándo podía recuperarse el dinero de las entradas.

En unos minutos, un operario de la plaza daba la vuelta al ruedo con un cartelón en ristre en el que sólo podía leerse una palabra: «Suspendida». A las ocho y cuarto de la tarde la empresa comunicaba que comenzaba a devolver el importe de las entradas y anunciaba que, a partir de las diez de la mañana de hoy, también podía reclamarse en las taquillas de la plaza.

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