Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 16 de abril, en Extremadura?
CRONISTA TAURINO

DE BADAJOZ A VALDEMORILLO

FERNANDO MASEDO TORRES

Martes, 14 de febrero 2017, 10:08

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Dejando a un lado los sucesos taurinos más destacados de los cincuenta años de historia de la plaza de toros de Badajoz, que vengo comentando en HOY durante las últimas semanas, hace dos domingos eché una mirada, a través de la televisión, a la plaza de toros de Valdemorillo dónde fijé mi atención en las reacciones del tercer toro de la tarde nada más salir del oscurecido chiquero. 'Oscurecido' se llamó aquel toro de 520 kilos de peso y mirada agresiva que buscaba otras apetencias fuera de la tela roja que le presentaba el torero pacense 'Posada de Maravillas'. El astado, de generosa cornamenta, no mostró la casta que se le supone a un toro bravo y la suplió por un mal genio que, en mi opinión, solo es posible de medir en la escala de Richter. El torero pacense aguantó los arreones del morlaco sin descomponerse, ni intentar someterlo con doblones por bajo, que hubiera sido la opción fácil de pensar desde la barrera. Valor tuvo el torero para esquivar, sin aspavientos, la belicosidad del desagradable animal que, a mi parecer, necesitó de una lidia de las de antes, de las que no se aprende en las escuelas taurinas. De ahí que me ponga en pie para aplaudir a 'Posada de Maravillas' por su temple, su vergüenza torera y su saber estar. Esta ovación es extensiva a sus compañeros de terna Cristian Escribano y Martín Escudero.

Dicho esto, continúo con mis relatos habituales que comienzo por la gesta torera que abrió la temporada 1971. Fue el Día de Reyes de aquel año en el que se anunció, para las cuatro menos cuarto de la tarde, la lidia de seis utreros de Bernardino Píriz Carvallo para el rejoneador pacense Gregorio Moreno Pidal. «¡Caso único en el rejoneo!», decía el cartel. Pero la inclemencia del tiempo se opuso a ello, quedando aplazado para cuatro días después, en una tarde gélida del mes más frío del año que, aún así, no restó público en los tendidos de sol, pero sí en los de sombra. Gregorio llevó a la plaza ocho de sus mejores caballos, sobre los que exhibió su dominio de la doma en la realización decidida de una labor meritoria, sin florituras y de aires camperos, acompañados de un valor desmedido que mantuvo la gente en sus asientos, reuniendo los olés en toda su intensidad hasta que se arrastró el sexto novillo de la tarde. Al tercero se le dio la vuelta al ruedo y al quinto se le aplaudió en el arrastre. El público obligó al ganadero señor Píriz Carballo a salir al albero a saludar tras el arrastre del sexto novillo, dada la calidad de sus pupilos, resaltados con el buen hacer del rejoneador que fue premiado con ocho orejas y tres rabos. ¡Ahí es 'ná'!. Al mes siguiente, domingo 28 de febrero, se celebró un festival a beneficio de la 'Asociación de la Vejez del Torero' con 9 utreros donados por distintos ganaderos, para Gregorio Moreno Pidal, 'Litri', Camino, José Fuente, que sustituyó a Ordóñez; Luis Alviz, que reemplazó a 'Chamaco', Manolo Cortés, en lugar del 'Marismeño', nuevamente Paco Camino y 'Morenito de Cáceres' que apechó con los dos últimos novillos y fue el triunfador junto con Paco Camino. Catorce días después se dio una novillada picada de José Domecq de la Riva para 'Morenito de Cáceres', Galloso y Manzanares. Los dos últimos nuevos en esta plaza, en la que un viento frío restó la asistencia de público. Llegó la Feria de San Juan con cuatro corridas de toros. La primera de siete ejemplares. Uno de Bernardino Píriz, para el rejoneador Gregorio Moreno Pidal y los restantes, de Hermanos Flores Cubero, para 'Paquirri', Curro Rivera y Dámaso González, que fue el triunfador. Al día siguiente, los toros anunciados fueron de Antonio Martínez Elizondo para 'El Viti', 'El Cordobés' y Miguel Márquez que fue el que más brilló. A esta le siguió la tercera de feria, llamada la 'Corrida del Arte'. Un mano a mano entre Antonio Ordóñez y Paco Camino e la que ambos matadores salieron a hombros de la plaza tras lidiar seis toros de Sánchez Fabré. Se cerró la feria, día 27, que no la temporada, con la alternativa de 'Morenito de Cáceres', cuarta de las concedidas en ésta plaza. El cacereño fue doctorado por Diego Puerta, que le cedió el primer toro de los lidiados de Luis Albarrán, marcados con el hierro del anterior propietario Félix Cameno, de nombre 'Mayoral' y 520 kilos de peso. Esta corrida fue la mejor de la temporada. En ella los tres toreros salieron a hombros tras haberse repartido once orejas y cuatro rabos. Los toros fueron aplaudidos en el arrastre y al sexto se le dio la vuelta al ruedo. Se cerró la temporada a las tres y cuarenta y cinco minutos de la tarde del 5 de diciembre, con un festival a beneficio del Club Taurino Extremeño, en el que se lidiaron seis utreros de Antonio de la Cova para Jaime Ostos y Andrés Vázquez que fueron pitados, Manolo Cortés que obtuvo los máximos trofeos; Rafael Torres y 'Morenito de Cáceres' premiados con una oreja cada uno y Pedro Sánchez, pitado. El frío reinante no permitió la entrada masiva a la plaza, que ya olía a Navidad, contrariando los deseos de sus organizadores. El éxito fue parecido al de aquel vendedor que, 'rebuscando' en su mente una posible innovación en su negocio, decidió vender polvorones en Matalascañas cuando más olía a sardinas asadas y a gambas 'cocías' y recién 'pelás'. Y es que, como sentenciaba aquella frase torera, «hay gente 'pa tó». ¡Anda que no!.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios