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José Garrido posa en la dehesa junto a dos caballos. El acoso y derribo es otra de sus pasiones. :: j.v.a.
«La personalidad te lleva a ser  tú mismo o la copia de alguien»

«La personalidad te lleva a ser tú mismo o la copia de alguien»

El torero de Badajoz ha comenzado la temporada con dos importantes triunfos, en Olivenza y Valencia. Ahora le esperan Sevilla y Madrid

Estefanía Zarallo

Miércoles, 23 de marzo 2016, 08:53

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El 22 de abril se cumplirá el primer aniversario de la alternativa de José Garrido (Badajoz, 1993) en Sevilla. Un año importante en el que ha sentado sus bases para ser una futura figura del toreo. En 2015 hizo 21 paseíllos y esta temporada ha comenzado con sus destacados triunfos en Olivenza y en Valencia, con dos salidas a hombros que le auguran un 2016 prometedor. Por si fuera poco, confirmará su doctorado en Las Ventas el próximo 20 de mayo, junto a 'El Juli' y Sebastián Castella con reses de Alcurrucén, y volverá al coso madrileño seis días más tarde para torear astados de Parladé con Juan José Padilla e Iván Fandiño.

El 6 de marzo hizo por primera vez en Olivenza el paseíllo como matador de toros, plaza en la que triunfó como novillero en 2013 y 2014. ¿Cómo ha evolucionado tras el paso del novillo al toro?

He intentando ser el mismo siempre, no cambiar la personalidad, porque es algo muy importante en la vida de un torero. La personalidad te lleva a ser tú mismo o a ser la copia de alguien. Intento tener mi personalidad, y que lo que haga delante de un toro es porque yo lo siento y porque me sale de dentro. Puede que aún se vean cosas de aquel Garrido que debutaba con caballos, pero mucho más depurado, aunque el patrón siga siendo el mismo. Estoy contento de haber empezado la temporada en Olivenza y de haberlo hecho triunfando.

Y la siguiente semana, de nuevo triunfo en Valencia, en Fallas.

Donde realmente cuentan los triunfos es en las plazas de primera. Un triunfo en Valencia, a principios de temporada y en la etapa que estoy viviendo profesionalmente, es lo que mejor me venía. Cortarle dos orejas a un toro en una plaza como la de Valencia te da mucha moral. A nivel artístico y empresarial te coloca en un sitio alto. La verdad es que el inicio de temporada ha sido magnífico.

También se ha conocido que toreará dos tardes en Madrid. ¿Se le está reconociendo en los despachos lo que se gana en el ruedo?

Sí, yo creo que sí. El año pasado fue el de las oportunidades y creo que las he aprovechado. He estado al nivel que se me requería y por encima. Este año ya no son oportunidades, sino cosas que creo que realmente me merezco. Estoy muy ilusionado con esa confirmación de alternativa en Madrid y con torear después una tarde más. Creo que de novillero dejé buen sabor de boca y de matador de toros se me va a ver hecho. Espero convencer al público de Madrid con mi toreo.

Junto a su buen hacer destaca la ambición, las ganas y el deseo de triunfar. ¿Lo siente así?

Estoy una etapa en la que, como no triunfe, me quedo parado. Eso, más las ganas que tengo de querer ser, se traducen en la motivación y las ganas que se me ven en la plaza.

Pertenece a esa nueva generación de toreros que vienen 'arreando'. Qué importante es que les abran los carteles y puedan medirse a las figuras.

Sí, además cuando he entrado en esos carteles he salido a hombros la mayoría de las tardes, quizás todas, y creo que a buen nivel. Las figuras del toreo son figuras del toreo por algo, no quiero ni mucho menos ponerme a su altura, porque es algo irreal, pero creo que mi nivel ha sido alto y he podido estar a la altura de las circunstancias.

Arrasó como novillero. ¿Está recogiendo ahora lo que sembró?

Hay empresas que me abrieron las puertas y estuve en ferias importantes. En cierta medida sí, fue la recompensa, aunque me costó mucho volver a tener el ambiente que tenía de novillero como matador. Me costó volver a darle esa vuelta de tuerca. Tuve varios triunfos consecutivos y fue cuando otra vez la gente empezó a hablar de Garrido como matador de toros. Pero, al principio de temporada, me costó algo más. Después a mediados se arregló todo. Acabé con 21 corridas de toros, que creo que es un número positivo. Sin embargo, creo que realmente cuando voy a recoger lo que sembré de novillero va a ser este año. Este va a ser el año fuerte.

¿Cómo recuerda la tarde de su alternativa en una plaza tan importante como la de Sevilla?

Me considero muy querido en Sevilla, donde tuve uno de los mayores triunfos de mi carrera. La de la alternativa no fue la tarde soñada, ni mucho menos, no estuve feliz. Por una parte cumplía el sueño de hacerme matador de toros, y más siendo en Sevilla, pero me marcó el mal resultado. Aprendí que dos y dos no siempre son cuatro, y me vine abajo para ir sacando la cabeza poco a poco. Parece que esa tarde se acabó toda mi trayectoria como novillero, que fue lo que más me dolió, leer algunas crónicas que decían que Garrido de novillero sí, pero ya como matador de toros, no, cuando solo había matado dos toros en mi vida. La gente alguna vez llega a ser cruel. Me sirvió para reforzar la mente y hacer de mi flaqueza una fuerza, tirar adelante y sacar todo lo que llevo dentro. Me valió para esforzarme el doble y querer más todavía. Así fui remontando la temporada hasta terminar con esas 21 corridas de toros y considero que fue una temporada triunfal para mí.

¿Le influye la opinión ajena?

Me influía. Soy una persona transparente y me influía mucho la opinión pública, me dejaba llevar por todo aquello que me hacía daño. Hasta el momento que me di cuenta que no me puedo guiar por lo que diga cualquiera. Leía todas las crónicas, todo me importaba, hasta que dije hasta aquí. He llegado al punto que no leo ni una crónica, ni una. No me interesa. Creo que las crónicas son para la gente que no ha visto las corridas y quiere enterarse. Yo me quedo siempre con lo que hago y con lo que siento delante del toro.

¿Llegaba a dudar de lo que había sentido y vivido en la plaza?

Exacto. Crees que vives una cosa y ves otra, y ya no sabes si será como tú lo sientes o como dicen los demás. Muchas veces me influía, pero ya no me pasa. También estoy mucho más maduro, veo las cosas de otra manera y voy más a mi aire. Sé de verdad lo que hago bien y lo que hago mal. Estoy tranquilo en ese aspecto.

Vuelve a Sevilla el 14 de abril, con toros de Núñez del Cuvillo junto a Castella y Manzanares. ¿Qué expectativas tiene para ese día?

Sobre todo disfrutar y que se me vea torear. La tarde de la alternativa yo no estuve a gusto ni un solo muletazo. Espero que salga un toro que me deje expresarme, no te digo que sea el mejor del mundo, pero con que me deje pegarle 20 pases a gusto y como de verdad lo siento, me conformo. Quiero que la afición de Sevilla me vea torear y se acuerde del Garrido que salió por la Puerta del Príncipe.

Exceptuando dos tardes de las 21 que toreó en 2015, en todas cortó orejas. Lo importante no son los triunfos sino las sensaciones, ¿se queda con algún toro en especial?

-Sí, hubo varias corridas que me marcaron mucho. Bilbao me llenó de sensaciones positivas y me sentí querido y feliz, sobre todo cuando me sacaron a saludar. Para mí eso fue enorme. Que no me sacaran a saludar en mi tierra cuando llegué de matador de toros, y que llegue a Bilbao y la afición me saque a saludar... La verdad es que no cabía dentro del traje. Esa tarde me ha marcado mucho por ese detalle y también porque después le corté una oreja a un toro, estuve bien con él y estuvo muy a favor todo. Pero, una tarde profesionalmente importantísima para mí y que marcó el punto de inflexión de la temporada fue la de la corrida de Montalvo, la de Albacete. Cuajé un toro y vi a la gente levantarse del asiento, y estar feliz. Triunfar en una plaza como la de Albacete me dio una moral tremenda.

¿Tiene especial ilusión por pisar alguna plaza esta temporada?

Sí, este año tengo muchas inquietudes. Hay plazas a las que no he ido nunca y en las que me gustaría estar. Como matador de toros por ejemplo en Madrid. También me hubiese gustado mucho torear en Jerez, me gustaría ir a Ronda... Son plazas que te atraen como aficionado y como torero. También me apetece volver a la feria de Albacete, a Bilbao, a Sevilla... Quisiera estar en todas. Hay muchas plazas que me han acogido con los brazos abiertos y en las que me siento querido.

Desde que empezó su carrera ha comentado que sus referentes son Paco Ojeda y José María Manzanares padre. ¿Lo siguen siendo?

Sí, totalmente y los admiro todavía más. Ahora que me pongo delante del toro y sé realmente lo que se pasa delante de este animal los admiro el doble, porque pienso en las cosas que les hacían a los toros, es de admirar. Ellos se ponen delante del toro con esa facilidad, ese empaque, esa serenidad... Los admiro y les seguiré admirando toda la vida.

'El Tato' ha sido su apoderado desde antes de debutar con picadores, en principio junto a Antonio Ferrera y ahora en solitario. ¿Le gustaría seguir con él en el futuro?

Sí, además estoy haciendo un camino, creo que muy derecho. No están surgiendo dudas, ni nada que nos contraríe a ninguno de los dos y me estoy sintiendo a gusto. Creo que es el camino correcto.

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