Perera indulta a 'Rabito' en la plaza de Arévalo

En el sexto vino lo grande. Un gran toro de Garcigrande, 'Rabito', al que Perera cuajó de cabo a rabo, lo que provocó que los tendidos pidieran un indulto, que al final el presidente concedió entre el clamor popular.

Juan Diego instrumentó dos faenas de corte clásico, sustentada en el temple, la clase y el gusto en la interpretación. En su primero fue ovacionado tras fallar a espadas, y cortó las dos orejas del quinto gracias a una aromática y enjundiosa labor.

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, que poco pudo hacer con su blando y remiso primero, cortó las dos orejas del cuarto tras una gran faena, rotunda desde el principio hasta el fin.