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Salvador Vega, Pepín Liria, Javier Conde, Juan José Padilla y Enrique Ponce porta el féretro con los restos mortales de Manzanares. :: efe
La última vuelta a su ruedo

La última vuelta a su ruedo

El Juli, Ponce y Espartaco, entre los portadores del féretro de Manzanares, en un sentido adiós en la plaza de Alicante

EFE

Jueves, 30 de octubre 2014, 10:47

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El torero José María Dols Abellán, más conocido como José María Manzanares, fue enterrado ayer en el panteón familiar del cementerio municipal de Alicante en la más estricta intimidad por deseo expreso de la familia, tras un multitudinario funeral en la concatedral de la ciudad.

Los restos mortales de Manzanares permanecieron las últimas 24 horas en la puerta grande de la plaza alicantina hasta que a las 10.30 horas de ayer su féretro fue portado por una decena de diestros en su última vuelta al ruedo como homenaje.

Llevaron a hombros al 'torero de toreros' Juan Manuel Padilla, Javier Conde, Pepín Liria, Salvador Vega, a un lado, y Ponce, El Juli, Pablo Hermoso de Mendoza (rejoneador), Espartaco y Manuel Abellán, entre los aplausos de los alrededor de 1.500 aficionados que acudieron a los tendidos.

Posteriormente, el ataúd fue portado, en una segunda vuelta, por la cuadrilla del matador, encabezando una numerosa comitiva con los cuatro hijos, Manuel, Ana María, Yeyes y José María -será sustituido por Sebastián Castella en su corrida que tenía que celebrar el próximo domingo día 2 en Plaza México-, muy afectados por la repentina pérdida.

El homenaje en la plaza de toros terminó con la salida del féretro por la puerta grande, y de allí los restos fueron trasladados en coche fúnebre hasta la concatedral de San Nicolás de Bari, donde cientos de personas se agolpaban para vitorearle y aplaudirle.

El torero Juan José Padilla destacó que la despedida fue «muy solemne y bonita» y se emocionó al recordar la última vuelta al ruedo «a hombros de amigos, de toreros y con el pueblo volcado» hacia un «maestro que deja huella».

Por su parte, Vicente Ruiz 'El Soro', muy afectado, aseguró que es un día «muy triste» para él, porque despide «a un ser querido».

Para 'El Soro', José María Manzanares era «una biblia taurina andante por su delicadeza, sutileza y torería», y repitió la «amistad y cariño» que compartía con el diestro alicantino, a quien veía como «un padre».

La misa fue oficiada por el capellán del coso taurino, Felipe Martínez, y al término los familiares y más allegados se dirigieron al cementerio para el entierro, ya sin la presencia de los numerosos medios de comunicación.

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