Masiva participación en los penúltimos sanfermines de 2014

Por ese motivo, el encierro de este domingo estuvo protagonizado por los toros de Adolfo Martín. Y fueron fieles a lo que se esperaba. De hecho, posiblemente fuera el encierro más completo de todo lo que llevamos de fiestas.

Hubo emoción porque un toro se quedó rezagado en el último tramo provocando situaciones complicadas de peligro. Los toros no corrieron a un ritmo desorbitado. Esto unido a que la manada corrió en Estafeta dispersa propició que muchos mozos tuvieran la oportunidad de correr muy cerca de los cuernos.

El encierro comenzó encabezado por los cabestros. De hecho, hasta la plaza Consistorial no tomaron el mando los toros. Pero a partir de la curva de la Estafeta, la manada se disgregó en dos grupos, además de un toro más que se quedó solo. Los cinco primeros animales corrieron con nobleza. Sólo el último provocó alguna situación de peligro en Telefónica cuando se fue hacia el vallado aunque afortunadamente no ha empitonado a nadie.

Domingo y con un sol resplandeciente, miles de personas decidieron participar en el acto más importante de los Sanfermines. Esto siempre supone un peligro añadido. Sin embargo, la nobleza de los Adolfos permitió que el parte final de heridos fuera milagrosamente escaso y con heridas de poca consideración. En total, tan sólo se produjeron cuatro traslados. Todos por contusiones.

En el tramo de Mercaderes resultó herida la irlandesa K. M., de 28 años, que sufrió un traumatismo craneal con pronóstico reservado. En Estafeta fueron dos los trasladados. A. I. U., de 38 años y vecino de Aranguren (Navarra), sufre un traumatismo costal. Su pronóstico es reservado. C. M. M., vecino de la localidad de Socobos (Albacete) y de 30 años, sufre una contusión abdominal con pronóstico reservado. Con toda probabilidad todos serán dados de alta en las próximas horas, lo que supone casi un milagro para la cantidad de gente que había en el recorrido.