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O estado do Sono, 2008. Instalación, Susanne Themlitz, MACE.
Una colección = un museo = Elvas

Una colección = un museo = Elvas

La ciudad de Elvas se hace museo, convirtiéndose en el mejor escenario en el que arte contemporáneo y ciudadanía van de la mano La Colección Antonio Cachola, que conforma el MACE de Elvas, celebra su décimo aniversario

MARTÍN CARRASCO

ELVAS.

Sábado, 21 de octubre 2017, 10:29

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Elvas es el mejor escenario en el que arte contemporáneo y ciudadanía van de la mano. Ello ha sido posible al feliz maridaje entre el MACE y la ciudad de Elvas, gracias en buena medida a la voluntad política de su Cámara Municipal, que ha sabido entender el Museo -del que es tutor- como un proyecto cultural de éxito, integrado plenamente en la política cultural de la ciudad. Se pone pues de manifiesto que el arte contemporáneo es un gran reclamo para el turismo, máxime cuando una ciudad Patrimonio de la Humanidad ha sido consciente de la necesidad de abrirse a nuevas audiencias.

Nueva centralidad. El crecimiento de la Colección Antonio Cachola es por otro lado el espejo de la vitalidad de este Museo, un incentivo más para la creación del arte contemporáneo en Portugal y una reflexión sobre sus contextos de producción. En este sentido, se tiene en cuenta -como es el caso- el medio geográfico, antropológico y sociocultural donde está instalado, transformándose en un polo dinamizador de una nueva centralidad en el interior del Alentejo, paradigma de la importancia que en las últimas décadas han cobrado el coleccionismo y el arte contemporáneo en comunidades descentralizadas.

Intercambio de experiencias. En opinión de Joâo Silvério, comisario de 'Uma Coleçâo = Um Museu, 2007/2017', «el MACE es la garantía de la conservación y difusión patrimonial de una colección que se encuentra en desarrollo, no solo en las iniciativas realizadas en el transcurso de estos diez años, sino también en el intercambio de experiencias con los ciudadanos, en el crecimiento de la colección y en la programación -en muchos casos innovadora- de las exposiciones». Y si hablamos de experiencias tenemos que hacer referencia a la vivida por el propio coleccionista Antonio Cachola, cuando allá por el año 1973 viaja a Londres y se da de bruces con una realidad más «colorida» frente a las vicisitudes de su país, «en Portugal -nos dice Cachola- se vivían los tiempos turbulentos del agonizante gobierno marcelista y esta estancia por el Reino Unido fue para mí como una purificadora inspiración cargada de un aire diferente y más colorista». Y también la mía, pues guardo con agrado en la memoria, entre otros, a Bacon, Balthus, o una bellísima sala dedicada al Povera, gracias a los intercambios expositivos que el MACE ha establecido con otros museos y centros de arte, como el Meiac, Serralves, Berardo, MUDE... Una vez más las complicidades, y también los afectos.

Colección de la democracia. A partir de ese viaje Antonio Cachola «construye» un panorama del arte de Portugal con una importante presencia de los artistas nacidos con posterioridad a la Revolución de 1974. Para el crítico Delfim Sardo, «ninguna otra colección disponible públicamente revela de forma tan amplia las transformaciones del Portugal de los últimos veinticinco años, desde el énfasis en las cuestiones identitarias, pasando por expansión económica, la vivencia traumática del fin del Imperio, la fascinación por la globalización, las idiosincrasias de la escala, las nuevas migraciones, la ironía o el entusiasmo en relación al futuro».

Elvas, un museo. En este su X aniversario el MACE se despliega por diferentes edificios de la ciudad, así podemos disfrutar de piezas de Antonio Júlio Duarte, Daniel Barroca, Jorge Molder, Nuno Cera, Rui Calçada Bastos y Rui Chafes en la Biblioteca Municipal; de Priscila Fernandes, en la Cisterna; de Ricardo Leandro & Cesar Engstrom, en el Mercado 'Casa das Barcas'; de Vasco Araujo, en el Cine-Teatro; de Maria Lusitano y Pedro Gomes, en el Museo Militar; de Joâo Onofre, en el Auditorio Sâo Mateus; de André Sousa y Mafalda Santos, en el Polvorín N.ª Senhora da Conceiçâo; de André Guedes, en la Sede Deportiva de 'O Elvas' y de Ana Rito, en el Forte da Graça. De este modo, el Museo se abre a lo cotidiano, instalándose en el día a día de sus vecinos, y compartiendo lo mejor de sí: piezas en diálogo con esos espacios... Sin duda, todo un regalo.

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