Borrar
Seis personas, dos de ellos guardias civiles, mueren al ser arrolladas por un camión en un control de tráfico en Sevilla
Joaquín Gutiérrez Acha.
'Cantábrico', el espectáculo de la naturaleza

'Cantábrico', el espectáculo de la naturaleza

Joaquín Gutiérrez Acha utiliza las últimas tecnologías para llevar a la gran pantalla la riqueza del medio ambiente de la cornisa norte

J. Luis Alvarez

Miércoles, 29 de marzo 2017, 18:38

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Desde el oso pardo alimentando a sus oseznos hasta el apareamiento de un araña pasando por el ataque de una manada de lobos a un venado, todo urdido por el discurrir de la naturaleza. Así es 'Cantábrico: los dominios del oso pardo', una película dirigida por Joaquín Gutiérrez Acha que presenta la riqueza medioambiental de la cordillera a través de sus animales más representativos, una producción que servirá «para que tomemos conciencia de lo que tenemos y para que lo pongamos en valor», afirma el cineasta.

Han sido necesarios casi dos millones de euros de presupuesto y 26 meses de rodaje, en invierno y verano, bajo la nieve y el sol, para conseguir secuencias únicas, aunque algunas podrían ser, lamentablemente, las últimas escenas para una especie como la del urogallo. «Las esperas fueron interminables, pero poner en marcha la cámara cuando tratas con animales salvajes es un triunfo. Muchos días volvíamos a casa con las manos vacías», explica el director y naturalista.

A juicio de Gutiérrez Acha, trabajar con animales «no deja de ser una declaración de intenciones, porque son ellos los que deciden si se rueda o no». «Nos han negado algunas cosas, pero nos han hecho regalos que compensan esas horas de espera», matiza.

El más difícil de todos los protagonistas de 'Cantábrico', película producida por Wandanatura, fue el lobo. «Sobre todo por la presión permanente a la que está sometido, tanto por las escopetas como por las cámaras. Es un animal muy esquivo, nos detectaba a mucha distancia y es complicado rodarlo».

Otro de los animales no menos difíciles de filmar fue el urogallo, al que buscaron durante dos primaveras. «En la segunda tuvimos un momento álgido, cuando filmamos todo lo que ocurre durante el celo en un cantadero, tal como sucedía hace 50 años. No esperábamos ver los cantos, las peleas de los machos. Es muy difícil que se pueda volver a presenciar», recuerda.

El equipo de 'Cantábrico' utilizó para el rodaje las últimas tecnologías, desde drones hasta cámaras de ultra alta definición 6K, cuyos resultados muy pocas salas de cine pueden ofrecer -la mayoría son 2k y sólo un otros pocos de 4k-. «Si quitamos el dron, el helicóptero o la cámara de alta velocidad -que realizan 1.500 fotografías por segundo- seguiríamos teniendo película, pero si juntamos todas las tecnologías conseguimos una cinta como se merece verla el público. Se ha diseñado para el cine, pero tenemos socios como RTVE o Movistar+ y terminará viéndose en televisión», apunta Gutiérrez Acha.

Los sonidos y las imágenes de las especies que pueblan los casi 500 kilómetros de la Cordillera Cantábrica «nos ayudarán a entender un poco mejor todo lo que está pasando en la naturaleza, lo que no se ve». Salmones, gatos monteses, corzos, rebecos, nutrias, mirlos, sapos, culebras o mariposas, entre otros animales, completan el reparto de la producción realizada por este naturalista que ha participado en documentales de National Geographic Society o la BBC.

Gutiérrez Acha considera que en España se reclaman más producciones sobre la naturaleza. «Antes era difícil ir al cine a ver naturaleza. En Gijón y San Sebastián el preestreno de 'Cantábrico' ha sido un éxito. La gente se quedaba sin poder entrar a la sala. Es una satisfacción que el público tome conciencia sobre lo que tenemos y para que lo ponga en valor», agrega el director, que ya prepara 'Dehesa', película que completará la trilogía iniciada en 2013 con 'Guadalquivir'. Gutiérrez Acha confiesa que en 'Cantábrico' solo emplearon un animal adiestrado. Se trata de un gran oso pardo que aparece al principio de la película en una gruta. «A ver quién tiene el valor de meterse con un oso en una cueva, yo desde luego no», bromea.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios