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Jueves Santo. Bercianos de Aliste, 1971. :: hoy
Sanz Lobato, la nobleza en la mirada...

Sanz Lobato, la nobleza en la mirada...

Las fotografías se exponen en la Sala Europa de Badajoz hasta el 11 de enero

MARTÍN CARRASCO

Sábado, 13 de diciembre 2014, 08:13

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El "paisaje" humano del mundo rural de la posguerra española, trufado de "España profunda", se prestaba como cabría esperar a la fotografía realista, en el sentido de más auténtica. Un imaginario que fotógrafos documentalistas como Rafael Sanz Lobato (Sevilla, 1932) supieron ver, y en el caso del fotógrafo andaluz de ennoblecer, al menos es esa la sensación que nos queda al visitar su exposición en la sala Europa.

RAFAEL SANZ LOBATO. FOTOGRAFÍAS 1960-2008

  • Sala Europa. Avda. De Europa, 2 (Badajoz).

  • Colaboran Consejería de Educación y Cultura y Fundación Mercedes Calles.

  • Comisarios David Balsells y Chantal Grande.

  • Hasta el 11 de enero de 2015.

Blanco y negro. Hay que tener en cuenta que la realidad era lo suficientemente cruda como para edulcorarla con experimentos, de ahí que primara la fotografía "clásica" de siempre, es decir, el blanco y negro - "más creativo que el color", defiende Sanz Lobato- amparado eso sí en una magnífica técnica. Para él el documentalismo era una cuestión de espera, "No hay que preparar nada, hay que esperar y disparar. Ahí está la magia".

Valor antropológico. Por otro lado, animado por los libros de fiestas populares publicados por el Ministerio de Información y Turismo (un proyecto de Manuel Fraga), decide viajar por toda España, "Yo entonces era fotógrafo de fin de semana y a diario trabajaba en una empresa americana de aparatos de comprensión. No trabajábamos los sábados y a primera hora cogía mi coche, mi dos nikons compradas a plazos y elegía un sitio en el mapa: los caballos de Galicia, los toros de la Vega... y ahí empezó mi documentalismo antropológico". Así las series dedicadas a "La Rapa das vestas", con algunos ejemplos del mejor pictorialismo, "La caballada de Atienza", "Bercianos de Aliste" o el "Auto sacramental de Camuñas". Por cierto, su último trabajo ha sido la fiesta del Jarramplas, en el pueblo del Piornal, al noroeste de Cáceres. No faltan además sus retratos, como los de Chema Madoz, Gabriel Cualladó, Antón Lamazares, Perejaume o Paco Gómez, todoe ellos amigos, en los que sobresale un halo intencionado; también paisajes digamos "a la americana" y ya al final del recorrido una serie de bodegones de clara influencia morandiana.

Por ultimo, no se pierdan el documental dirigido por Publio López Mondéjar en el que se ofrecen más claves sobre su obra, teñido de vivencias personales, así sus encontronazos con el grupo La palangana (él pertenecía a La colmena), la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, su admiración por Weston o los consejos del fotógrafo cubano Jesse Fernández. En opinión de David Balsells y Chantal Grande, comisarios de la exposición, "Rafael es uno de los fotógrafos que ha sabido relacionarse con la gente, escucharla, respetarla y fotografiarla. Sus paisajes ilustran una España árida y al tiempo majestuosa. Una España profundamente religiosa, que respeta, siglo tras siglo, año tras año, los ritos marcados por una Iglesia omnipresente". La fotografía de Rafael Sanz Lobato no se sacia con un mero vistazo, parafraseando a Diane Arbus "Una fotografía es un secreto sobre un secreto. Cuanto más cuenta, menos sabes".

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