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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Rejilla colocada en el colector próximo al Palacio de Justicia, lleno de toallitas que hay que retirar periódicamente.
150 toneladas de toallitas y otros desperdicios invaden el alcantarillado de Cáceres

150 toneladas de toallitas y otros desperdicios invaden el alcantarillado de Cáceres

Entre los residuos que se arrojan indebidamente a la red están los famosos pañuelos húmedos, que pueden ocasionar graves atascos en los colectores

J. J. González

Cáceres

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Jueves, 2 de noviembre 2017, 07:47

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Se puede calificar como de auténtico monstruo de las alcantarillas y, de hecho, es el título que ha utilizado la empresa concesionaria del servicio de agua y saneamiento, Canal de Isabel II, para intentar concienciar a los ciudadanos sobre el grave problema que ocasionan las perniciosas toallitas higiénicas. 'Matilda y el monstruo de las toallitas' es el díptico que ha distribuido la empresa con el último recibo del pasado año y es el mismo mensaje que ha se lanzado a través de campañas en medios de comunicación, que se resume así: «No alimentes al monstruo de las toallitas». De momento, entre este material sintético y otro tipo de desperdicios, como bastoncillos, compresas, algodones y colillas, la red de alcantarillado de la ciudad soporta el tránsito anual de un total de 150 toneladas de residuos, cuando debería limitarse a las aguas negras. Son 1,5 kilos por habitante.

Para no alimentar al monstruo y ayudar así a Matilda, lo primero que deben comprender los ciudadanos es que las toallitas higíénicas no se deben arrojar al váter sino a la papelera. En definitiva, hay que tener claro que el inodoro no es el cubo de la basura ni la red de saneamiento es un vertedero o la planta de residuos sólidos urbanos.

Entre las 150 toneladas desperdicios sólidos que anualmente se arrojan a la red de alcantarillado, se encuentra los famosos pañuelos húmedos, aunque Canal de Isabel II no puede precisar su porcentaje de este total de residuos que retira. No obstante, el delegado de la empresa en Cáceres, José Luis Castaño, no deja de resaltar el grave problema que causan las toallitas debido precisamente a que en su recorrido por las tuberías se acaban deshilachando y se trenzan hasta formar una masa uniforme, de ahí el calificativo de monstruosa. En algunos casos puede medir hasta los 75 metros de largo y pesar 100 toneladas, como el amasijo encontrado recientemente en la red de saneamiento de San Sebastián.

Pernicioso

El carácter pernicioso de las toallitas se debe a que no son productos biodegradables. Aunque tengan esa consideración, no llega a materializarse hasta pasado un tiempo de estar en contacto con el agua, con lo que al final acaba causando igualmente atascos. En cualquier caso, lo recomendable, aunque en la etiqueta del producto se indique que se pueden arrojar al váter, es tirarlas siempre a la basura, según resalta Canal de Isabel I, aunque en Cáceres no hayan causado grandes estragos en la red pública de saneamiento, como recientemente ha pasado en San Sebastián y Valencia: «hay que deshacerse de ellas siempre en el cubo de la basura y nunca en el inodoro, aunque ponga en el paquete que son biodegradables»·, afirma Castaño.

«En Cáceres no hemos tenido un caso de obstrucción grave como el que han sufrido otras ciudades, pero sí nos obliga a realizar operaciones de limpieza periódicas en determinados puntos, con las zonas anexas al aliviadero del colector próximo al Palacio de Justicia», explica a este periódico José Luis Castellano, quien añade que en ese aliviadero se ha colocado una rejilla para atrapar los restos que se acumulan.

Se puede decir que las toallitas mantienen en permanente estado de alerta a Canal de Isabel II, que dispone de un camión de limpieza especial para la red de saneamiento. De esta manera, las malas prácticas en el hogar tienen consecuencias en el gasto público para prevenir atascos en la red de saneamiento o para resolverlos cuando ya se han producido.

«En Cáceres retiramos a la entrada de la Estación Depuradora de Aguas Residuales, EDAR, unas 70 toneladas anuales de residuos que quedan retenidos en las rejas de entrada y que son llevados a contenedores y gestionados como residuos sólidos urbanos», explica Castaño, quien matiza que de este total de residuos «lógicamente sólo una fracción es de las toallitas, aunque tienen una presencia muy importante». Además, antes de llegar a la EDAR, en la trama de tuberías y colectores de la red de saneamiento, Canal de Isabel II retira al año otras 80 toneladas desperdicios sólidos, entre ellos las toallitas. En total, pues, 150 toneladas.

Aunque no fue un atasco descomunal en la red, Cáceres sí sufrió problemas en abril de 2013, con el atasco en la estación de bombeo de Río Tinto, una estación que ha sustituido al colector de Aldea Moret, inutilizado por su mal funcionamiento. Cuando se terminó la nueva estación de bombeo se comprobó que se atascaba con la llegada masiva de estos pañuelos higiénicos, lo que retrasó su puesta en marcha. Fue necesario instalar un mecanismo cortante para seccionar el material sintético.

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