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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
En el barrio San Lázaro de Plasencia destaca la calle Millán-Astray, militar español fundador de la Legión (arriba a la izquierda); en Navalmoral de la Mata se mantiene la calle General Sanjurjo (arriba a la derecha); la calle General Queipo de Llano está en ocho pueblos cacereños según el listado aportado por el Gobierno; calle Sánchez Herrero esquina con el parque de Calvo Sotelo, en la capital cacereña (abajo a la derecha).
La provincia cacereña, a la cabeza en calles franquistas

La provincia cacereña, a la cabeza en calles franquistas

El INE revela que hay 103 vías públicas con nombres relacionados con el franquismo, algunas en trámites de cambiarse

Álvaro Rubio

Badajoz

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Lunes, 21 de mayo 2018, 07:45

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Ruiz de Alda, militar que en los años de la Segunda República fue cofundador de Falange Española; Queipo de Llano, teniente general conocido por su participación en la Guerra Civil, y Sanjurjo, uno de los militares implicados en el golpe de Estado de julio de 1936. Esos son sólo algunos de los nombres que recuerdan a la época franquista y que hoy siguen apareciendo en las placas de calles de España. De hecho, algunas aluden directamente a la figura de Franco. Es el caso de las vías denominadas Generalísimo, nombramiento que adquirió el dictador hace más de ocho décadas y que hoy sigue presente en el callejero de algunos municipios. Así lo detalla un listado que el Gobierno ha aportado con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En él revela que la provincia de Cáceres se sitúa a la cabeza en calles franquistas.

Se trata de una lista que Compromís, coalición política de ámbito valenciano, pidió al Ejecutivo para que le detallaran las vías públicas que mantienen la nomenclatura de Onésimo Redondo, Ruiz de Alda, Queipo de Llano, General Mola, General Sanjurjo, General Yagüe, Millán-Astray, José Antonio Primo de Rivera, Generalísimo y 18 de julio.

En ese listado sólo se incluyen las calles y plazas por las que se interesó Compromís, es decir, no se refiere a todas las que tienen nomenclatura franquista. Aún así aparecen un total de 43 localidades cacereñas (Navalmoral de la Mata, Conquista de la Sierra, Moraleja, Aceituna, Abadía, Alcántara, Aldea del Obispo, Carrascalejo, Casares de las Hurdes, Casas de Don Gómez, Casas de Miravete, Fresnedoso de Ibor, Garvín, Guijo de Coria, Hinojal, Mohedas de Granadilla, Oliva de Plasencia, Peraleda de San Román, Plasencia, Ruanes, Santa Cruz de la Sierra, Santa Cruz de Paniagua, Santibáñez el Alto, Torrejón el Rubio, Torrequemada, Villamiel, Villar del Pedroso, Zarza de Montánchez, Belvís de Monroy, Galisteo, La Granja, Navalvillar de Ibor, Casas de Don Antonio, Viandar de la Vera, Villanueva de la Sierra, Cáceres, Casas de Millán, El Gordo, Ladrillar, Salvatierra de Santiago, Saucedilla, Collado de la Vera y Villa del Campo).

«En Cáceres hay calles que aluden al franquismo como Comandante Sánchez Herrero»

César Rina, Historiador

«En la capital cacereña aún se mantienen varios símbolos franquistas»

José Hinojosa, Vicepresidente de Amececa

Entre todas suman 103 calles que sitúan a Cáceres entre las tres provincias con más vías públicas con nombres de personajes históricos relacionados con el franquismo. Sólo le supera Toledo, con 123. Le sigue muy de cerca Valladolid, con 98.

Sin embargo, tal y como ha comprobado el Diario HOY, muchas de las calles que aparecen en esa lista ya han cambiado de nombre. Su modificación ha sido aprobada en pleno, pero en la mayoría de los casos aún no han procedido a la sustitución de placas, según detallan los ayuntamientos consultados.

Durante 2017 y en los inicios de 2018 han sido numerosos los consistorios que han llevado a sesiones plenarias este asunto. La razón es que Compromís se puso en contacto, a través del Senado, con más de 2.000 municipios. Fue una campaña iniciada por el senador Carles Mulet por el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.

Esa iniciativa ha dado sus frutos en localidades como Moraleja, uno de los municipios que más se repite en ese listado. Según apuntan desde su ayuntamiento, a finales de 2017 el pleno aprobó por unanimidad el cambio de nombre de nueve calles. Entre ellas se encuentran General Mola, General Sanjurjo y General Yagüe. Sin embargo, aún no han procedido a la sustitución de las correspondientes placas. «Queremos hacerlo antes del 31 de diciembre de este año», detalla el alcalde socialista Julio César Herrero Campo, quien apunta que todavía quedan otras seis vías con nombres relacionadas con el franquismo. «En el pleno del próximo junio esperamos votar su modificación», añade.

Lo mismo sucede en otras poblaciones más pequeñas como Santa Cruz de la Sierra. En su callejero aparece una vía denominada General Sanjurjo. «En enero de 2018 aprobamos su modificación por la calle San Agustín y estamos a la espera de que llegue la placa. Creemos que en 20 días se solucionará», detallan desde el ayuntamiento de este municipio gobernado por el PP que cuenta con 345 habitantes.

Denuncia a Navalmoral

Desde que entró en vigor la Ley de Memoria Histórica han pasado más de diez años. Ésta se aprobó en 2007 con el apoyo de todos los grupos del Congreso salvo el Partido Popular y Esquerra Republicana de Cataluña. Entre otros aspectos, incluía que los escudos, insignias, placas y otros objetos conmemorativos de la sublevación militar, la Guerra Civil y la Dictadura tenían que ser retirados. En esta década ha habido respuestas por parte de ayuntamientos cacereños de todo tipo. Casi todos se han comprometido a hacer los cambios, pero los hay que se han negado porque así lo ha decidido el pleno. Es el caso de Navalmoral de la Mata, una de las localidades con más presencia en ese listado.

General Sanjurjo, Queipo de Llano, Onésimo Redondo y Ruiz de Alda son algunos de los nombres con los que se denominan varias vías en la localidad morala. Ese hecho ha provocado que la Fiscalía de Cáceres abra diligencias de investigación penal contra ese ayuntamiento tras la denuncia interpuesta por el portavoz de Compromís en el Senado.

Así lo ha asegurado la formación valenciana en un comunicado en el que adjunta la decisión de la Fiscalía de Cáceres. «Nosotros por el momento no hemos recibido ninguna notificación», apunta Iñaki Rodríguez, portavoz municipal de este ayuntamiento en el que gobierna el PSOE.

Él alude a mayo de 2017, cuando el Grupo Municipal Socialista presentó una moción para cambiar la nomenclatura de 14 calles de Navalmoral con el fin de ajustar las mismas a la Ley de Memoria Histórica.

Los cinco concejales del PP, los dos de Ciudadanos y los dos del Grupo Independiente por Navalmoral (GIPN) votaron en contra, mientras que el representante de IU-Los Verdes se abstuvo al considerar que la moción propuesta por los socialistas era insuficiente.

«Esperamos que la creación de la nueva comisión de expertos de la Diputación de Cáceres para cumplir la Ley de Memoria Histórica nos dé seguridad jurídica para poder llevar a pleno otra moción y salga adelante la modificación de los nombres», añade Iñaki.

Se refiere al grupo de especialistas que elaborará un catálogo con los vestigios del franquismo en Cáceres y su posterior eliminación. Esa comisión, que está a punto de presentarse oficialmente, cuenta con representación de la sociedad civil, el ámbito académico y la Federación de Municipios y Provincias.

Cáceres y Plasencia

Entre las ciudades más grandes de ese listado destacan Cáceres y Plasencia. Ambas aparecen por la calle Millán-Astray. En la capital del Jerte sigue habiendo una vía con ese nombre y desde el Consistorio apuntan que no se ha cambiado porque así lo determinó, en octubre de 2017, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 7 de Madrid. Éste paralizó cautelarmente el cambio de nombre tras un recurso presentado por la plataforma del fundador de la Legión. Eso impidió al Ayuntamiento madrileño modificar la nomenclatura de esa calle.

Sin embargo, el pasado 18 de abril, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid revocó esa suspensión y el Gobierno de la capital ya ha sustituido esa vía por la de Maestra Justa Freire. «Si eso es lo que ha determinado ahora el TSJ, en Plasencia también cambiaremos el nombre de la calle», aseguran desde el Ayuntamiento placentino, aunque no especifican una fecha.

En el caso de Cáceres, Millán-Astray se cambió por profesor Pablo Naranjo Porras, aunque sigue habiendo vías que aluden al franquismo. Entre ellas, destaca Comandante Sánchez Herrero, donde se ubica la delegación de Hacienda. «Ésta se refiere a un cacereño que fue uno de los franquistas más comprometidos con el golpe de Estado y murió durante la Guerra Civil», explica el historiador César Rina.

En cuanto a parques, llama la atención el denominado Calvo Sotelo, cuyo nombre fue cambiado por Franco y se ha mantenido hasta hoy. «Fue un ultraderechista asesinado antes de la Guerra. Luego tuvimos un presidente de gobierno democrático con esos mismos apellidos, pero en este caso alude realmente al personaje franquista», añade el historiador cacereño. Él también hace referencia a lo sucedido con la calle General Primo de Rivera. «Es por el padre de José Antonio Primo de Rivera y aunque no es directamente un personaje franquista, el nombre se pone como una defensa de las dictaduras», detalla.

Por su parte, José Hinojosa, vicepresidente de la Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres (Amececa), «en la capital cacereña es más llamativo el tema de los símbolos del franquismo que las calles, ya que la mayoría se han cambiado». Habla de algunos ejemplos: la Cruz de los Caídos, levantada en honor a los muertos por Franco; el edificio de los sindicatos situado en la avenida Primo de Rivera, que luce en su fachada un grabado con el yugo y las flechas; o el nombre de José Antonio, que se puede leer en una de las fachadas de la Concatedral de Santa María.

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