Un millar de soldados juran bandera en el Cefot, que ya espera otros 1.150

Los accesos a las instalaciones se convirtieron en un barrizal y los familiares de los soldados dejaron sus vehículos en el recinto ferial. Fueron más de 5.000 personas las que se dieron cita en el Cefot. El resultado fue que el parking al aire libre del antiguo campo de aviación acumulaba tal cantidad de coches que la imagen más bien parecía tomada en las fiestas de mayo en San Fernando.

«Quiero reconocer el esfuerzo realizado para trasladarse hasta Cáceres para ser testigos de su compromiso y compartir con nosotros la alegría de este día», resaltó durante su intervención Francisco de Asís Ramírez Ramírez.

El coronel-jefe del Cefot se refirió en una parte de su discurso a la «cercanía entre la ciudadanía cacereña y la institución militar». Sus palabras adquieren una dimensión especial en una cita como la de ayer, con casi un millar de nuevos soldados a los que agradeció su esfuerzo «tras muchas horas de frío y agua en estas tierras extremeñas», remarcó.

A los cerca de un millar de alumnos que juraron bandera se sumarán el próximo mes de mayo otros 1.150. Será la mayor promoción que ha pasado hasta ahora por el Cefor y además tiene la particularidad de ser la única extraordinaria que ha habido. Los mandos militares recordaban ayer que antes de la crisis era normal que hubiese más de una decena de ciclos al año, aunque en los últimos y tras alguno en blanco la cifra quedó reducida a dos. «Se da el probable caso de que haya otro ciclo», avanzó el coronel-jefe Ramírez Ramírez tras el acto. Esa promoción, aún por confirmar, se podría incorporar a partir de octubre y jurar la bandera española en diciembre.

En la convocatoria inicial de los que protagonizaron la jornada del sábado en el Cefot aparecían 980 alumnos, aunque finalmente la cifra de los que juraron bandera se queda en 921. En total, 875 hombres y 46 mujeres. Francisco Javier Casado López estuvo al mando como jefe de la unidad de formación 'Batallón Cáceres'.

María Ángeles Arenas recibió un ramo de flores en nombre de todas las madres de los soldados y Juan Luis García-Serrano Arenas recibió su distinción como el alumno número 1 del ciclo. La lluvia, muy presente durante las últimas horas en Cáceres, no apareció hasta el final. Fue justo hacia la una de la tarde, cuando sonaba el himno nacional. Comenzó a lloviznar y a partir de ahí el agua no cesó. Ni siquiera ella pudo deslucir un acto cargado de ambiente. Buena prueba de ello es que la salida de los asistentes se alargó durante más de una hora.

personas se reunieron ayer en las gradas del recinto militar para acudir al acto de la jura de bandera. Eran familiares y amigos venidos desde distintos puntos de la geografía española que quisieron acompañar a los soldados en un día especial para ellos.