Kini Carrasco: «Los límites los pone la cabeza de cada uno, no el cuerpo»

–53 años y continúa compitiendo al máximo nivel al lado de deportistas mucho más jóvenes.

–La verdad es que me están respetando bastante bien las lesiones y dentro del ámbito internacional sí es cierto que soy el más veterano.

–¿Dónde está el límite?

–Pues no tengo ni idea. El límite lo pondrán las lesiones y el hecho de que pueda seguir manteniendo la forma que por ahora estoy manteniendo. Cada vez es algo más difícil porque es evidente que los años pasan, pero mientras pueda entrenar intentaré estar siempre para competir al máximo nivel.

–Tan importante como las medallas es el reconocimiento y el apoyo de la Administración y de la iniciativa privada, sin el cual sería casi imposible a la práctica participar en campeonatos internacionales, ¿no es así?

–Esto es lo más importante. Las medallas son el triunfo, pero no lo más importante. Para mí lo realmente imprescindible es tener la posibilidad de poder estar ahí y de poder competir y estar entre los mejores. El apoyo de las instituciones y de las empresas privadas es vital porque nos aportan cantidades que nos permiten acudir a eventos que nos cuestan bastante dinero. Sin este apoyo sería imposible. Llevo el nombre de Cáceres, el de Extremadura y ahora también el de la marca Hyundai. Son los que me van a apoyar en este reto de participar en los tres campeonatos internacionales los días 8, 10 y 12 de julio.

–En su preparación para estas pruebas de alto nivel, ¿sigue siendo la natación la asignatura pendiente?

–Así es. Por mucho que nado y que intento mejorar, siempre hay disciplinas que son innatas para cada deportista. Para mí, por ejemplo, es la carrera, pero para otros es la natación. En mi caso se me hace difícil poder competir en el agua con muchos de los deportistas, aunque siempre lo intento compensar después con la bicicleta o en la carrera. Hay veces que da resultado, como este año en Águilas, donde hice una remontada de cinco minutos en carrera para entrar tercero.

–Siendo ya todo un ejemplo de superación personal, ¿qué mensaje podría mandar a todas aquellas personas que padezcan alguna diversidad funcional para que no sean ellas mismas las que se pongan barreras?

–Existe un mensaje que suelo repetir habitualmente. Con esfuerzo y sacrificio todo se acaba consiguiendo. Dependiendo de lo que tengas, al final los límites los pone la cabeza de cada uno, no el cuerpo.