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Manolo Medina y Javier Vallespín. Jorge Rey
«La gente está cansada de lo políticamente correcto»

«La gente está cansada de lo políticamente correcto»

Manolo Medina y Javier Vallespín ·

Ofrecen el viernes 27 de abril en el teatro Alkázar de Plasencia (20,30 horas) y el sábado 28 de abril en el Gran Teatro de Cáceres (21,00 horas) su obra 'Qué mala suerte tengo pa tó'

Cristina Núñez

Cáceres

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Miércoles, 25 de abril 2018, 19:21

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Se han hecho un tatuaje idéntico (con la frase «Que la música y la risa suenen más fuerte que tus problemas») en el antebrazo y parecen estar a partir un piñón y con sintonía dentro y fuera de los escenarios. Manolo Medina y Javier Vallespín ofrecen el viernes 27 de abril en el teatro Alkázar de Plasencia (20,30 horas) y el sábado 28 de abril en el Gran Teatro de Cáceres (21,00 horas) su obra 'Qué mala suerte tengo pa tó', la segunda parte de su exitazo 'Dos hombres solos sin punto com ni ná', que se mantuvo 17 años seguidos en cartel y de gira por toda España, cosechando aplausos y premios. Humor sin complicaciones con estilo andaluz es lo que ofrecen estos dos cómicos, que piden al público sólo una cosa: ganas de reír.

-Están recorriendo España con este espectáculo. ¿Cambia mucho el humor dependiendo de la zona de España donde estemos?

-Nosotros que somos andaluces no notamos diferencia con Extremadura. Extremadura y Andalucía están muy hermanados, jugamos en una división aparte. Venimos de Bilbao, de Zalla. La diferencia que más podemos notar es que en Andalucía se abre el telón, suelto la primera frase y está todo el mundo descojonado de risa. San Sebastián, toda la zona del norte, incluso la zona de Aranda de Duero, Burgos...al final la gente entra y se vuelca, pero cuesta trabajo que te compren el personaje. En Aranda de Duero hicimos dos funciones llenas, yo acabé preguntando que para que habían venido, porque lo máximo era un «jeje», una risa leve. De Aranda para arriba es un poco difícil, lo pasan bien pero le cuesta más expresarlo. También notamos la diferencia respecto a si vamos a una capital o a un pueblo, porque en los pueblos la gente está pendiente de quien ha ido para reírse o no.

-¿Cuál es vuestro concepto del humor que ofrecen?

-Aquí hay que venir a mearse de risa. Anécdota: la última vez que vinimos a Cáceres con 'Dos hombres solos sin punto com ni ná' tuvo que venir la ambulancia a la puerta del teatro porque a una señora le había dado una subida de tensión de la panzada de reírse. Y estaban metiendo a la mujer en la ambulancia cuando aparecemos los dos y el médico nos dice: «irse que me la váis a matar». En el teatro Alameda de Málaga termina la función y vemos a una señora en una butaca sentada diciéndonos que se ha meado. Ese es el mejor regalo que tú le puedes hacer a un cómico. Nuestro humor es sinvergüenza, directo y con mucha picardía. En 17 años con el otro espectáculo y uno con este no se nos ha enfadado nadie.

-Pero sí que ha cambiado mucha la sociedad. Ya no nos reímos de ciertas cosas.

-Acuérdate de Martes y 13, cuando decían lo de «mi marido me pega», eso ya no puede decirse. Eso es una cosa y otra que una persona ponga en Facebook un plato de coquinas y haya alguien que le reprenda que se las haya comido, porque antes estaban vivas. O esas mujeres que protestaban en la Plaza Mayor de Madrid quejándose de que a la vaca se la ordeñara de manera industrial porque afectaba a la psicología de la vaca como madre. Los cómicos o pasamos olímpicamente de esto o nos vamos que tener a sacarnos el título de farmacéuticos.

-¿Es habitual que alguien en directo o por redes sociales critiquen lo que dicen?

-En directo no. Por redes sociales sí, hay un 99,8 por ciento que no tienen ningún problema, pero también hay una parte que son los que se la cogen con papel de fumar. Siempre hay un indignado. Nuestra obra es políticamente incorrecta, porque la gente está cansada de lo políticamente correcto. Aquí se dice todo lo que haga falta decir y la gente se sorprende de un vocabulario tan directo. Pero claro, está cubierto por una ola de gracia andaluza que no se te enfada nadie.

-¿De qué va 'Qué mala suerte tengo pa tó'?

-Es una segunda parte de 'Dos hombres solos...' sin necesidad de ver la primera parte. Al segundo 10 ya sabes de qué va la historia. Somos dos hombres que viven juntos sin ser homosexuales, lo que pasa es que uno es el que trae el dinero y otro el que se ocupa de la casa. Al escribir la obra se retrata un hombre que existe en la sociedad, un hombre amanerado que no es homosexual, y que lleva un aleteo...pero no destripamos la historia. Hacemos monólogo también además del teatro de los dos personajes, además de chistes, música. Y todo relacionado con el humor.

-¿Cómo se lleva esta vida con las maletas siempre a cuestas?

-Nosotros no tenemos sensación de estar trabajando nunca. Viajamos, conocemos sitios, nos lo pasamos bomba y al final cobramos. Eso sí, cuando llegan varios días libres nos gusta estar en casa. Queremos el sofá.

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