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¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
La dueña de un perro saca una bolsa del dispensador de la Plaza de Antonio Canales. :: a. m.
Cáceres gasta al año 50.000 euros en bolsas para heces de perros

Cáceres gasta al año 50.000 euros en bolsas para heces de perros

La alcaldesa alerta de que apenas duran media hora en los dispensadores porque «se las llevan»; al año se consumen casi dos millones de unidades

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Miércoles, 22 de noviembre 2017, 07:01

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«Las bolsas duran apenas media hora en los dispensadores porque se las llevan». La alcaldesa, Elena Nevado, alertó el lunes durante la celebración del pleno infantil de una costumbre que hay extendida entre los dueños de mascotas. Conyser, la empresa concesionaria del servicio municipal de limpieza, repone cada día las bolsas de plástico destinadas a la recogida de heces caninas. Pero en un abrir y cerrar de ojos se agotan. Así lo confirma la propia empresa y lo constata sobre el terreno uno de los operarios de parques y jardines en el Parque del Príncipe. «A las diez de la mañana ya no queda ni una», cuenta el operario.

Sólo durante el año 2016 se utilizaron casi dos millones de bolsas, según el dato facilitado a este diario por Jesús Morán, el director de operaciones de Conyser. Traducido a euros, el servicio de reposición continua de estas bolsas supone un desembolso al año para el Ayuntamiento que asciende a 50.000 euros.

Donde antes se agotan, ilustra Morán, es en el Paseo de Cánovas, donde hay dos puntos de dispensación. Los operarios de la limpieza son los encargados de rellenar los contenedores de bolsas en las zonas que tengan asignada cada mañana. En total, hay cien dispensadores repartidos por toda la ciudad, en la vía pública. En el Parque del Príncipe, por ejemplo, hay uno colocado en cada una de las puertas de entrada al recinto. Y ayer, pasadas las once y media de la mañana, todos estaban vacíos.

Donde antes se agotan es en el Paseo de Cánovas; en el centro se reponen dos veces al día

«La gente las coge y las acumula en casa; así se distorsiona el servicio», lamentan desde Conyser

A estos dispensadores hay que añadir los que hay situados dentro de los llamados 'pipi can' (son doce en total) y los colocados en las áreas de esparcimiento canino. Estos últimos recintos son más grandes que los 'pipi can' - que son zonas de arena destinadas exclusivamente a que las mascotas hagan sus necesidades- y permiten a los dueños de los perros poder soltarlos dentro de un área acotada. Están situados en el Parque del Príncipe, Rodeo, Maltravieso-Casa Plata, Castellanos y Residencial Ronda.

Los dispensadores situados en el centro urbano se recargan dos veces al día, por la mañana y por la tarde. Y el resto sólo por la mañana. El número de bolsas que cabe en uno de estos contenedores es limitado: 50 unidades. «La gente las coge, se las lleva de golpe y las acumula en casa. Así se distorsiona el servicio. Lo lógico es que cada propietario comprara sus bolsas y estas sólo se utilizaran en caso de olvido. Pero siempre de una en una», reflexiona Jesús Morán.

Conyser tiene una prueba que corrobora que la costumbre de acumular bolsas gratuitas está muy extendida. Hace un año la empresa decidió cambiar el modelo de bolsa de los dispensadores. Sustituyó las de color negro por las verdes actuales. Pues bien, todavía hoy se encuentran en las papeleras excrementos caninos dentro de las bolsas negras que usaban con anterioridad. Es la prueba, indica Morán, de que hay gente que las tiene almacenadas en sus casas.

Más allá del tiempo de permanencia de estas bolsas en los dispensadores, lo cierto, señala Jesús Morán, es que la ciudad ha mejorado mucho en lo que a recogida de excrementos se refiere. La instalación de estos dispensadores en la vía pública se llevó a cabo hace exactamente diez años, en 2007.

Entonces, el Ayuntamiento puso en marcha una campaña denominada 'Cáceres limpia', que también incluyó la creación de los 'pipi can'. El Consistorio no tardó en constatar que los recintos caninos se usaban poco pero que las bolsas triunfaban. Se consumieron 250.000 unidades en los primeros seis meses. Ya entonces Conyser alertó de que había usuarios que las utilizaban para congelar comida. Para evitar precisamente este uso, los contenedores de bolsas llevan un mensaje incluido que alerta al usuario de que no son aptas para consumo alimentario.

3.500 multas

La última campaña lanzada por el Consistorio para plantar cara a los excrementos caninos en la vía pública se presentó el pasado mes de mayo con un presupuesto de 4.000 euros y varias líneas de actuación: talleres en los colegios, folletos informativos y la difusión de un vídeo didáctico a través de las redes sociales.

Cada año se registran en la ciudad 3.500 multas por no recoger las heces de perros de la calle. El Ayuntamiento sanciona esta conducta con multas de cien euros. Y Conyser retira a diario 75 kilos de excrementos de la vía pública, los parques y los 'pipi can'.

La creación de nuevos parques caninos y la colocación de más dispensadores se ha convertido en una de las solicitudes más compartidas. Así se hace constar en las peticiones vecinales incluidas en los presupuestos participativos de 2018. Por otro lado, también preocupa que haya perros sueltos en zonas de juego, así como excrementos en la vía pública. Así se lo transmitió a la alcaldesa Sonia Ramos, alumna del María Auxiliadora, en el pleno infantil. Fue entonces cuando Nevado contó que las bolsas se agotan en apenas media hora.

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