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Los cacereños anticipan la romería de la Montaña

Los cacereños anticipan la romería de la Montaña

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Domingo, 6 de mayo 2018, 08:31

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Pasiones entremezcladas en solo 100 metros de distancia. Los que separan la Plaza Mayor de la Concatedral. Miles de personas pasaron ayer por allí. Unos se concentraron alrededor de la degustación de frite extremeño que organizaron la Cofradía de la Virgen de la Montaña y la Asociación de Cocineros y Reposteros de Extremadura (Acocyrex).

Los voluntarios, los propios cofrades y los responsables de los fogones no daban de sí en una mañana ajetreada en la que se veían colas hasta mitad de la plaza. «Esto es algo increíble. No había pasado del norte de Sevilla. Qué gran sorpresa vuestras fiestas», relataba con un plato de condumio en la mano Blas Pérez. La particularidad es que era uno de los cientos de jienenses llegados ayer con motivo de la final de Copa del Rey de fútbol sala que se jugaba en el Multiusos. Esa otra pasión, la futbolera ante el reto de ganar al Barcelona, se notó en las calles de la capital durante todo el día.

El ambiente era el de las grandes citas. Acompañó el tiempo con una temperatura primaveral. La sucesión de sombrillas colocadas, hasta 11, la carpa aledaña y la numerosa participación provocaron en pleno centro algo muy parecido a un anticipo de la romería que se celebra hoy, en coincidencia con el regreso de la imagen de la patrona al Santuario de la Montaña.

«Se demuestra que los cacereños tenemos ganas de fiesta, pero esto debería haber sido el domingo no el sábado. Le hemos pedido al Ayuntamiento que reflexione y habilite una parte de los terrenos modificados como zona verde con la ronda sureste para que se celebre en ellos la romería», avanzaba Pedro Moreno Rey. Es presidente de la Asociación Amigos de la Ribera del Marco. En el frite estaban también, entre otros, la propia alcaldesa, Elena Nevado, y miembros de su equipo de Gobierno, el portavoz socialista, Luis Salaya, ya sin su brazo inmovilizado tras lesionarse, y ediles como Belén Fernández, Andrés Licerán o Francisco Centeno entre otros.

«Está siendo un éxito. La respuesta del público confirma el acierto de hacerlo. Un adelanto perfecto de la celebración de mañana», avanzaba Juan Carlos Fernández Rincón. Pasó de ser pregonero a repartir los platos como un voluntario más. Todos echaban una mano. También estaba el presidente de la cofradía, Joaquín Floriano. La previsión era cocinar 600 kilos de la Indicación Geográfica Protegida Cordero de Extremadura (Corderex) y un centenar de kilos de patatas aliñadas con pimentón de la Vera o aceite de oliva. La ración costaba dos euros y la bebida uno.

«No me lo pierdo. Tengo que coger mi ración», señalaba el joven Juan Carlos Hernández. Si por participación fuese, la de ayer garantizaría la declaración de la fiesta de la Montaña como de interés turístico regional. Se esperaba a los técnicos de la Junta. A solo unos metros, en la plaza de Santa María, más colas. Más aglomeraciones, más pasión. Del frite a la fe. El besamantos fue un continuo trasiego de fieles alrededor de la patrona.

También se celebró la tradicional misa por las intenciones del Ayuntamiento. Asistió la alcaldesa. Elena Nevado abandonó los preparativos del frite. También hubo otros miembros de su ejecutivo, como Laureano León, Rafael Mateos o Valentín Pacheco. En el Palacio Episcopal continuaba la venta de pulseras de la Virgen por un euro. Y la de las roscas. Las 150 que sobraron se entregan a comedores sociales como La Milagrosa. La campaña de recogida de alimentos se saldó con casi mil kilos. Hoy la procesión de retorno al santuario, desde las nueve. Luego, la romería de cada primer domingo de mayo. Ayer se adelantó.

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