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Andrés Talavero, en una imagen tomada el pasado viernes en la galería Kernel. :: lorenzo cordero
«He estado aislado, pero me tuve que lanzar porque somos seres sociales»

«He estado aislado, pero me tuve que lanzar porque somos seres sociales»

El artista recopila en 'Silencio' fotografías tomadas en los últimos 19 años, que pueden verse en la galería Kernel

CRISTINA NÚÑEZ

Lunes, 5 de junio 2017, 08:27

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Andrés Talavero (Cáceres, 1967) afronta sus 50 años como un punto de inflexión y de reflexión. El pasado viernes fue un día especial para él. Formó parte del programa de Cáceres Abierto con una conferencia-puesta en escena junto al comisario Miguel Fernández Campón e inauguró la exposición 'Silencio', que puede verse hasta el 15 de julio en la galería Kernel de la Plaza Marrón.

«En la mitad de la vida hago balance en la hora azul. Pasan los años por el Olivar de los Frailes, pasan los años y cada vez idealizo más esos primeros pasos de la infancia, esos caminos por los que nunca volveré en parte porque desaparecieron debajo de hormigón y en parte porque decidí nunca volver a reconstruir el pasado. Fue mejor explorar otros lugares. Experimenté mayor emoción abriendo los ojos a lo nuevo y no repitiendo los mismos pasos. Idear un paisaje y una escena imaginaria es infinitamente superior a contemplar simplemente lo evidente», explica Talavero en algunas de las notas escritas al hilo de su última exposición. Se trata de 17 fotografías. No es una retrospectiva al uso, pero incluye imágenes tomadas o creadas desde 1998 hasta la actualidad. «No es una obra resumen, sino que se pivota sobre el mismo concepto, el caminante en el paisaje y en el horizonte, quizás pueda resultar algo repetitivo, pero en este trabajo sucedió algo espiritual». Este artista polifacético ha tocado muchas disciplinas artísticas: pintura, escultura, foto. Ya acumula experiencias, y ha abordado todo tipo de temáticas y estados emocionales.

Algo importante sucedió ese año 98. «Me aislé a propósito, estudiando y haciendo cosas con mis manos». A pesar de ser muy joven en esa época Talavero hace «vida de jubilado» e inicia largos paseos por la zona de campo de Casar de Cáceres. En un momento dado encuentra su sombra, se siente observado, se produce una especie de epifanía. «Empiezo a producir obra en la que estoy cada vez caminando más porque me encuentro mejor».

Andrés Talavero continuó hasta 2010 en Casar de Cáceres, un lugar telúrico y lleno de energía, tal y como explica. «Empecé a hacer ejercicio, que crea un mejor estado de ánimo y que fluyan las ideas, sin hacer algo muy intenso lo que me ocurrió fue que empecé a incubar una paz, un rollo guay». Las serpientes, las hormigas, las mariposas le inspiran. «Me he sentido atraído por toda la vida natural. Me han interesado los materiales naturales por sí mismos, su reacción al clima y a las estaciones: el agua y la atmósfera, la tierra y las piedras, la madera y las hojas de los árboles, las semillas y su germinación, los animales y su piel. La Naturaleza en su avance, evolución y eclosión transmiten una cierta rebeldía a ser ordenados, un ímpetu cambiante y rejuvenecedor», reflexiona.

'Silencio' se refiere a los momentos de estar en soledad, cuando empezaron tantas cosas. Un estado de quietud que «sirve para hacer una especie de tábula rasa y que entren nuevos automatismos de enriquecimiento». El trabajo con la galería Kernel ha sido muy intenso, ha habido mucho diálogo para seleccionar las obras. Entre lo más reciente están las obras 'Luces', de un metro por un metro, una pantalla digital que recrea los efectos del sol atravesando las hojas de un árbol y que ha creado sin imagen previa, con Photoshop. También hay senderos, horizontes, caminantes que no están en primerísimo plano, sino como un elemento incrustado en el paisaje. Talavero asume la influencia de artistas como Gaspar David Friedrich, Richard Long o Hamish Fulton. Reconoce que es discreto, y que siempre le ha costado esa parte de «venderse». «He estado aislado, pero tuve que lanzarme, somos seres sociales, aunque no estemos entrenados».

Este artista ha recibido con interés la propuesta de Cáceres Abierto, que llena hasta el día 25 distintos puntos de la ciudad. Aceptó la invitación para participar y le pareció interesante, más que realizar una intervención en la calle, debatir en el Museo de Cácers al modo de un filósofo griego con Fernández Campón, con quien habla el mismo idioma en su visión del arte.

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