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«Hay que decir siempre sí y dejar sorprenderse por la vida»

«Hay que decir siempre sí y dejar sorprenderse por la vida»

El escritor y 'coach', presenta esta tarde su libro ‘El caracol dorado’, en el que da claves para afrontar las relaciones de larga duración

Cristina Núñez

Martes, 18 de abril 2017, 13:05

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No tuvo que suceder nada dramático en la vida de Mario Reyes para que decidiera cambiarla e iniciar un nuevo camino. Fue a los 50, cuando ya había logrado su objetivo de convertirse en un empresario de éxito cuando llegó su particular epifanía. De esa forma entendió que el trayecto puede tener muchas bifurcaciones. Reyes, nacido en Uruguay hace 64 años presenta hoy, martes, en el Ateneo, a las 20,30 horas su segundo libro El caracol dorado, en el que da claves para abordar las relaciones de largo recorrido, como las de pareja o de padres e hijos. A modo de parábola autobiográfica recrea la historia de un joven que emprende un viaje iniciático en el que va encontrándose con personas que le van marcando.

¿Cuál fue el proceso que le hizo convertirse en coach?

A los 30 años soñé con ser empresario y ganar dinero y reconocimiento social, lo que papá y mamá me dijeron. La sociedad te dice que si ganas dinero eres un triunfador. Y cuando lo había logrado, estaba bien, pero simplemente pensé que no quería morirme sin haber tenido otra vida y me dediqué a enseñar a los demás a comunicarle estas cosas, que hay cambios posibles.

Solemos creer que son los shocks graves los que generan el cambio.

Yo era un tío muy feliz, viajaba con los jugadores del Real Madrid, tenía restaurantes, ganadería, promociones. Yo nunca había leído un libro de autoayuda, empecé a leer, empecé a estudiar Psicología pero me aburrí e hice un Máster de tres años sobre terapias centradas en las personas. Ahí aprendí a escuchar y fui experimentando mi vida nueva con un vacío horrible porque el cambio es lo peor que hay, sabes lo que quieres pero no sabes a dónde vas. Y era solo contra el mundo. Pero yo sabía que no había vuelta atrás.

¿Cuál es su objetivo?

Que cuando yo me muera todo eso quede ahí, quedan entrevistas, cosas que nunca sabes a dónde llegan. Escribo para tocar el chip a la gente. Presentando un libro en Chile el último señor, un taxista, que estaba en la cola, me contó que tenía 60 años, que me escuchó en la radio y había venido a mi presentación y que nunca se había leído ningún libro, que el mío sería el primero. Eso le da sentido a la vida.

Hay mucho en su libro que tiene que ver con el mindfulness, aquietar la mente, centrarnos en el presente. ¿La clave de la felicidad es el aquí y el ahora?

Es algo muy budista. Es una actitud. Buda dijo 2.500 años antes de Cristo que si estás en el presente no sufres, y por tanto te desapegas de las cosas, es un hábito que vas activando.

Estas corrientes de autoayuda suelen hablar mucho de ese concepto del desapego y del no desear.

Buda estuvo años meditando solamente para saber por qué sufrimos los humanos. Entonces cuando salió solamente dijo una cosa: sufrimos por el apego. Amor es dejar volar a tus hijos, por ejemplo, y no tener miedo. Desapegarse significa comprender que tú eres tú y que desde esa creencia te respeto y no te manipulo.

¿Se pueden desaprender actitudes que consideramos dentro de nosotros?

Desaprender no es fácil porque todo lo que has aprendido va a estar siempre ahí. La cuestión es aprender algo que tenga tanta fuerza que cambie lo nuevo por lo viejo.

Sorprenderse

Una de sus máximas es lanzarse, atreverse con las cosas que van surgiendo en la vida.

Cuando la vida te ofrece algo hay que decirle siempre que sí, y luego ver lo que pasa. Cuando voy a un restaurante digo que me traigan lo que quieran. Es bueno porque en primer lugar me regalo cosas nuevas, expectativas. Y por otro es que si yo miro la carta siempre pediré lo mismo. Si yo hago lo de siempre el resultado será el mismo, hay que dejar sorprenderse por la vida.

Somos muy dados a establecer verdades absolutas en nuestra vida y a quedarnos a vivir en la famosa zona de confort.

Nos da miedo el cambio y sucede que, si no cambias nada, puede que dentro de cinco años estés igual que ahora. Bueno, puede ser lo que desees, pero si no estás a gusto y no haces nada te quedas ahí. Yo tengo esta imagen de pijo, pero en realidad soy un bohemio empedernido. Viajo mucho a Asia, me dejo fluir, no preparo nada y veo lo que ocurre en la vida.

Alguien podría decirle que es fácil vivir así con un colchón económico, pero es más difícil para cualquier currito medio.

Yo antes trabajaba siete días por semana, pero siempre hacía hueco para todo. La vida está deseando regalarte cosas. El problema es que muchas veces tenemos deseos de hacer algo, pero si lo paso a la mente lo bloqueo. Hay que hacer las cosas cuando las sientes, porque siempre salen bien, hay que hacerlo. La vida es experencial, en la vida no se aprende sin experiencia.

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