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Batería de contenedores en la avenida de España. :: jorge rey
El volumen de residuos urbanos vuelve a bajar tras el repunte de 2015

El volumen de residuos urbanos vuelve a bajar tras el repunte de 2015

La ciudad ha generado casi un millón de kilos menos en 2016, con subida en envases, vidrio y cartón, pero un gran desplome en orgánicos

J. J. GONZÁLEZ

Lunes, 27 de marzo 2017, 07:37

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Si el cubo de la basura también da una idea de la situación económica de un país o una ciudad, en el de los hogares cacereños se ha producido un retroceso al cierre del último ejercicio, el de 2016, en comparación con 2015, año en que por primera vez había subido la cantidad de desechos urbanos tras cinco años de descenso. Al parecer, aquellos brotes verdes sobre el consumo no se han consolidado y el cubo de la basura de la ciudad de Cáceres vuelve mostrar una cifra descendente, con casi un millón de kilos menos. Aunque sube la cantidad de envases, vídrio, papel y cartón y enseres domésticos, hay un fuerte desplome del contenedor de los residuos orgánicos, en casi 1,7 millones de kilos.

CIFRAS CLAVES

  • millones de kilos es el total de residuos generados en 2016, contando los residuos orgánicos, envases, papel y vídrio y enseres del hogar.

  • Los residuos orgánicos bajan en casi 1,7 millones de kilos, mientras que los demás suman una subida de 753.000 kilos, por lo que la caída global es menor

  • 947.228 kilos menos que en 2015, un 2,3 por ciento de retroceso. En 2015 se generaron 40,3 millones de kilos. Sin los enseres domésticos, serían 36,4 millones, 1,4 millones menos que en 2015.

  • kilos generó cada cacereño en 2016. Son 11 kilos menos que en 2015. Por habitante y día, son 1,12 kilos. En 2015 fueron 11,15 kilos.

Según los datos de la empresa concesionaria de limpieza y recogida de residuos, Conyser, el último año se cerró con un total de 39, 4 millones de kilos de restos del hogar, correspondientes a los cuatro tipo de contenedores: mezclados con orgánicos, papel y cartón, envases ligeros y enseres voluminosos. Son 947.228 kilos menos que en 2015, lo que supone un retroceso del 2,2 por ciento. Por el contrario, los datos del cierre del año anterior, el de 2015, habían puesto de manifiesto un repunte del volumen de residuos urbanos recogidos, que subía por primera vez en cinco años. Llegaron a los 40,3 millones de kilos, 860.000 kilos más qie en 2014, un 2,1 por ciento de incremento. La cifra suponía un punto de inflexión porque desde 2010, con la crisis económica ya asentada, los residuos no paraban de bajar.

En este sentido, cabe señalar que el cubo de la basura está considerado como un indicador más de la situación económica de una comunidad. Así, a más estrecheces, menos consumo y por lo tanto, menos residuos generados. Con la recuperación económica cabe esperar un incremento del consumo y por consiguiente tiene que haber más desechos en los hogares, entre restos de comida, envases, latas o enseres domésticos que se retiran. Sin embargo, los datos de la empresa de limpieza desconciertan porque sitúan a la ciudad en línea descendente otra vez, cuando parece ya extendida la tendencia ascendente del consumo.

Aunque la bajada global es de 947.000 kilos, en realidad sólo disminuyen los residuos mezclados con orgánicos, es decir los de la bolsa de basura común, que se depositan en los 2.000 contenedores repartidos por la ciudad. Es todo un desplome al pasar de 33,8 millones de kilos a 32,1 millones. Son casi 1,7 millones de kilos menos, una caída del 5 por ciento. Sin embargado, la bajada global es menor porque el resto de residuos sube y logra compensar algo la disminución del conjunto. Así, los envases ligeros, los que se depositan en los 573 contenedores amarillos que hay en la cuidad, sumaron en 2016 1,1 millones, 97.000 más que en 2015, un avance del 1,1 por ciento. En todo caso, esta cifra es matizable porque el año pasado, en la estadística de Conyser se habían reseñado 1,8 millones de kilos y en los datos comparativos facilitados con las cifras de 2016, aparecen sólo 1.080.090 kilos como los correspondientes a 2015. Cáceres se mantiene en la ratio de 11,3 kilos por habitante y año, en la media nacional, pero por encima de la de los municipios de la región extremeña.

Por su parte, los residuos voluminosos, que son los enseres del hogar que ya no sirven, como colchones o electrodomésticos, sumaron en 2016 un total de 2,9 millones de kilos, un 14 por ciento más que en el año anterior, que cerró con 2,5 millones de kilos. Han sido 363.000 kilos más.

Los datos de papel y cartón también siguen en alza. Así, 2016 cerró con 2,5 millones de kilos depositados en los 300 contenedores azules, que son 260.000 más que en 2015, un incremento del 10 por ciento. Sobre esta cifra cabe matizar que Conyser incluye la recogida industrial del material procedente de las grandes superficies, lo que eleva considerablemente la cifra, un cambio no señalado en la estadística facilitada el año pasado, de la que informó este periódico. En aquellos datos aparecían 1, 5 millones de kilos de papel y cartón al cierre de 2015.

El otro gran grupo de residuos para reciclar, el del vídrio, también sube, hasta los 675.020 kilos depositados en los 248 iglúes repartidos por la ciudad. Son 22.930 kilos más, un 3,5 por ciento de incremento.

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