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Seis personas, dos de ellos guardias civiles, mueren al ser arrolladas por un camión en un control de tráfico en Sevilla
Bloque de viviendas donde sucedieron los hechos / Lourdes Cortés.
La familia de Ángel Cortés declara durante cuatro horas en el Palacio de Justicia

La familia de Ángel Cortés declara durante cuatro horas en el Palacio de Justicia

Levantado el secreto de sumario del crimen del barrio del Perú, en el que el acusado podría ser acusado de asesinato

Sergio Lorenzo

Viernes, 24 de marzo 2017, 23:30

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Daniel Cortés Caldera, de 38 años, podría ser acusado de asesinar a su padre de 68, Ángel Cortés Solana. Una vez que se ha levantado el secreto del sumario del crimen sucedido en el barrio del Perú el pasado 20 de febrero, ha trascendido que, efectivamente, en los momentos previos a los disparos no hubo un altercado entre padre e hijo, ni entre otros miembros de la familia, sino que el progenitor descansaba mientras Daniel tomaba una de las escopetas de caza que había en la vivienda, le quitaba funda, la cargaba y con ella se dirigíaa la habitación del padre donde le disparó prácticamente a cañón tocante. Su padre murió casi en el acto debido a las graves heridas que tenía en un costado.

El caso guarda muchas semejanzas con el crimen de Logrosán, cometido el 14 de febrero de 2011, cuando Alfonso Triguero murió en su cama, mientras estaba durmiendo, al dispararle en un costado su hijo con una escopeta de caza. El hijo, Carlos Triguero, fue condenado a 17 años y medio de cárcel por asesinato. Se da la circunstancia de que dos días antes del crimen del Perú, la Sexta dedicó su programa al caso de Logrosán.

Diego Pacheco, abogado defensor de Daniel Cortés, se limitó a señalar ayer a este diario que su cliente ha reconocido que mató al padre, y que cuando lo hizo estaba bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Lo hizo en el Palacio de Justicia, ya que la familia de Ángel Cortes, su viuda y sus otros dos hijos, Lourdes, que se encontraba en el piso de Antonio Floriano Cumbreño en el momento del suceso, y Ángel, declararon en el Juzgado de Instrucción número 4 desde las 10 de la mañana hasta las dos de la tarde. Primero lo hizo la madre, después la hija y luego el varón.

Como se ha informado, los hermanos de Daniel han realizado una campaña de recogida de firmas para pedir que sea absuelto en el juicio (llevan 13.876), al considerar que su hermano actuó de esa manera para defender a su madre de las agresiones y humillaciones a las que le sometía su progenitor. En sus primeras declaraciones a los agentes de la policía que se personaron en la vivienda de madrugada, Daniel les dijo que por fin su madre podía estar tranquila.

Los hermanos han reiterado en sus declaraciones que siempre temieron que su padre matara a su madre; en la casa había más de tres escopetas por la afición a la caza de la familia, aunque investigadores del caso han señalado que no consta que los hijos intentaran desprenderse de estas armas para evitar un suceso grave. Daniel trabajaba en la Armería Mostazo de la avenida Rodríguez de Ledesma.

El crimen no se tramita procesalmente como un caso de violencia de género. La relación entre el fallecido y sus hijos, en cualquier caso, era mala. La madrugada en la que ocurrieron los hechos, el 20 de febrero, Daniel había estado tomando copas con los amigos y llegó a su casa a las tres de la madrugada del lunes. Se metió en el servicio y como tardaba mucho en salir su padre armó un escándalo, para luego volverse a la cama.

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