Un barrio conmocionado por la tragedia

En el barrio del Perú la opinión generalizada sobre Daniel Cortés, el presunto parricida, es que se trataba de una «excelente persona», «un buen chaval» o un «chico majísimo». «Yo lo siento por Dani», era lo primero que comentaba uno vecino al enterarse de la tragedia.

«Es un chaval totalmente equilibrado», señalaba a este periódico ayer una persona relacionada con el ámbito del deporte de la pesca, en el que era bastante conocido y apreciado.

Los comentarios que destacaban la afabilidad del hijo contrastan con las opiniones que señalan el difícil carácter del padre. Una vecina del edificio lo resumía con esta frase: «Daniel es un chico majísimo, muy educado, siempre saludaba, no como su padre. Es una pena que se haya arruinado la vida de esta manera». Personas cercanas a Daniel señalan que éste ya tenía un piso, y se podía haber ido a vivir en el mismo con su novia, pero no abandonada el piso de los padres para no dejar sola a su madre.