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¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
Victoria Valle, durante un pleno en julio de 2012. ::
La 'fiscal' que unió a PP y PSOE

La 'fiscal' que unió a PP y PSOE

Victoria Valle Núñez | Interventora de la Diputación

Manuel M. Núñez

Jueves, 29 de diciembre 2016, 23:43

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Todos pendientes del sorteo de Navidad, y la noticia grande vino desde la Diputación de Cáceres. Un 22 de diciembre que será recordado en la administración provincial. Su presidenta, Rosario Cordero, decidió poner fin a lo que colaboradores cercanos reconocen que ya era un suplicio: la convivencia con la interventora y sus continuos reparos. «Lo tiene todo reparado», resumía el diputado de Recursos Humanos durante el pleno de presupuestos, horas antes del anuncio del expediente de cese. «Los profesionales están para ayudar, no para poner trabas políticas», afirmó.

Y las trabas llegaban de forma continúa desde una de las esquinas de la mesa presidencial del salón plenario, una mujer discreta, cuya voz apenas se ha podido escuchar, que rehúye el escaparate y cuyos orígenes están en una familia de cinco hermanos de la localidad cacereña de Torrejoncillo. Allí se la pudo ver como a cualquier vecino el día de la Encamisá. Y allí la ven también algunas veces ayudando en la compra a su madre en la pequeña tienda de la Alejandra. «Es una mujer agradable y educada. Siempre saluda», comentan entre los paisanos.

Nadie diría que Victoria Eugenia Valle Núñez, esa mujer de mediana edad, soltera, la hija de Juan José y Antonia, la vecina que se escapa cuando puede al pueblo, es el terror del actual equipo de Gobierno provincial. Más incluso, y sirva el ejemplo, que el portavoz de la oposición popular, Alfredo Aguilera. El inicio de cese, sobre el que falta el informe, preceptivo pero no vinculante, del Ministerio de Hacienda, es el inicio de una caza de brujas, opina el portavoz del Partido Popular.

Sin embargo, el PP durante su etapa de Gobierno en la Diputación (2011-2015) ya sufrió en sus carnes la misma dosis de exigencia profesional que ahora le toca vivir al PSOE. Y también se quejaba amargamente, pero en voz baja: «No dejamos de sufrir palos en la rueda». De hecho, buena parte de la labor de oposición de la actual presidenta y el portavoz socialista de entonces, Miguel Ángel Morales, se basó en los informes de Intervención.

Tan implacable fue antes como parece que lo sigue siendo ahora. En la casa se asegura que es una trabajadora infatigable, que delega poco y supervisa cada expediente al detalle. «Hiperminuciosa», señalan, más como defecto que como virtud, o a partes iguales. Hasta tal punto llega esa meticulosidad, cuenta un dirigente, que revisa cada paso, lo confirma y lo coteja con el Ministerio si es necesario solo para certificar que una prestación de servicios requiere o no el pago del IVA. «Si tuviera que revisar el periódico, sacarías uno cada tres días», asegura el interlocutor a modo de ejemplo gráfico. Su informe sobre los presupuestos del 2017 aprobados pese a todo por la Diputación consta de 45 páginas llenas de observaciones legales.

«Muy profesional, detallista y rígida». Esa supuesta falta de flexibilidad es la que parece apoyar la idea del interés por cesarla. Desde el equipo de gobierno se justifica que su afán extremadamente riguroso no puede parar la acción de la institución provincial.

Tras la imagen de discreción y hasta cierta timidez emerge una mujer formada, presidenta de Colegio Oficial de Secretarios, Interventores y Tesoreros, una habilitada nacional que llegó en 2006 como viceinterventora y que se adjudicó el puesto de Intervención de clase primera el 23 de enero de 2013. «Vive para el trabajo», la describen.

Ha sido y sigue siendo, aún, la gran fiscal de la labor del ejecutivo provincial. Del actual y del anterior. «Da mucha tranquilidad tener a alguien así. Sabes que no va a pasar nada raro a tus espaldas», resume una persona que tuvo responsabilidades en la Diputación y que trata de buscar un aspecto positivo a la forma de trabajar de la interventora. Se refiere a esa fiscalización de cuentas. Eso sí, al límite, según algún funcionario de la casa, influida por los casos de corrupción conocidos a nivel nacional. «Le ha entrado el miedo en el cuerpo. Sobre todo no quiere que a ella la puedan pillar en nada», explica un trabajador de la Diputación

La interventora que unió al PP y al PSOE en su contra volverá hoy con su natural discreción a la esquina del salón de plenos.

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