Ellas también escriben

Pilar Galán asegura que siempre le ha tenido recelo a la línea divisoria que separa lo escrito por hombres y lo escrito por mujeres. Considera, no obstante, que «las cifras cantan» y «somos un poco invisibles», algo que, puntualiza, pasa en todas las profesiones. La mujer arrastra una mayor implicación en los cuidados familiares y del hogar, una especie de techo autoimpuesto, apunta Galán, que cree que si alguien se lo propone, puede llegar a escribir en cualquier momento. Y cita a la escritora canadiense Alice Munro, premio Nobel de Literatura en 2013. «Ella cuenta que escribía en la mesa de la cocina». Galán, autora de novelas, cuentos y microrrelatos, abundó en este encuentro en la figura de Ana María Matute.

La poeta Irene Sánchez Carrón, premiada con el Adonais, entre otros galardones, considera que, desde que la mujer tiene un papel más destacado en la poesía, han irrumpido «temas insólitos» en este género. Ella llevó a la mesa tres poetas, de las que leyó versos que daban cuenta de temáticas diferentes. De Juana de Ibarborou destacó el tema del 'carpe diem', de Ana Istarú el asunto de la maternidad, muy arrinconado a lo largo de la historia de la literatura. El texto de Gioconda Belli alude a la vejez, eterno tema tabú.

Pilar López Ávila es autora de innumerables libros dirigidos a que los niños aprendan jugando como 'Las divertidas aventuras de los números' o 'Letras divertidas'. Ella también planteó la figura de Ana María Matute como una influencia perenne a lo largo de su vida. La autora recordó a Enyd Blyton, autora de 'Las aventuras de los cinco' como una lectura iniciática y también a Mónica Rodríguez Suárez, una autora reciente. López Ávila cree que las mujeres y los hombres somos diferentes y que es algo que «se nota» en la escritura.

Pilar Alcántara también está especializada en escritura para niños y temas educativos, aunque también escribe para adultos. Es dueña del blog 'Té, chocolate y café', en donde desgrana sus experiencias literarias. En su intervención aludió a las mujeres de la generación del 27, a Clara Janés, a Pearl S. Buck, premio Nobel del 38 y a la del 2015, Svetlana Alexiévich. También recelosa de la catalogación «femenina» cree que días como los de ayer sirven para «dar un toque». Visibilizar.