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Pablo Calvo
Miércoles, 31 de agosto 2016, 08:39
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Los últimos incendios de pastos en Cáceres tienen un denominador común: son en la Mejostilla (compuesta de varias zonas y urbanizaciones) y son entrada la madrugada. En la del lunes al martes se registraron dos al mismo tiempo sobre la una, junto a la fábrica de Induyco y otro entre el Residencial Gredos y el parque empresarial, que resultó ser el más peligroso por la cercanía de las viviendas.
«Pasamos un momento de miedo porque las llamas se quedaron cerca de las casas. Salimos corriendo a retirar los coches que estaban aparcados, menos mal que aún estábamos despiertos», explica Cristina, que vive en la calle Río Jerte del Residencial Gredos. La tierra quemada está a 50 metros de la casa.
Los bomberos reconocen que las llamas «llegaron a ser altas», y testimonios como el de Joaquín Regadero, del vecino barrio de Cáceres el Viejo, indican que «el viento que soplaba dificultó la actuación, esta vez les costó apagarlo». Antes, los residentes ya habían salido con extintores y cubos de agua.
Todo quedó en un susto, pero Policía Local, bomberos y vecinos están convencidos de que se trata de incendios intencionados. No tanto por el lugar en el que se producen, parcelas llenas de pastos que curiosamente estos últimos días están desbrozando en Mejostilla, sino por la hora en la que se inician, pasados los momentos fuertes de calor, y en este último caso, por la coincidencia de siniestros, como si los autores hubieran querido poner las cosas un poco más difícil a los dotaciones contra incendio.
Este fuego se suma al que se declaró sobre la cuatro de la madrugada del viernes al sábado en Vegas del Mocho, muy cerca de la cárcel vieja y de donde se celebrad el mercado franco los miércoles, que asustó a los vecinos de otra zona de la Mejostilla por el mismo motivo, la altura que adquieren las llamas y la cercanía a las casas.
Además, en Cáceres el Viejo se pueden ver otras parcelas negras, con la huella del fuego sobre el pasto. «Algunos vecinos tienen pánico porque los incendios se propagan de forma rápida y pueden afectar a los coches. Anoche (por el martes) estuvimos quitándolos porque el viento venía para acá, aunque finalmente no saltó la carretera», explica Regadera.
La Policía Local también acudió la madrugada del martes a la Mejostilla y prevé extremar las visitas periódicas que se hacen a este extenso barrio.
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