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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Kammamuri antes de ser encerrado en un ataúd. :: s. e.
El origen de la frase de Cáceres: «¡Córtate el pelo, Kammamuri!»

El origen de la frase de Cáceres: «¡Córtate el pelo, Kammamuri!»

En las hemerotecas figura que el faquir Kammamury, que tenía unos pelos descomunales, actuó en Cáceres en el año 1931

SERGIO LORENZO

Domingo, 5 de junio 2016, 11:57

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Muchos cacereños de respetable edad recuerdan que cuando eran jóvenes y el pelo les crecía fuerte y con ímpetu, su padre o su abuelo les decían al verles las greñas tapándoles la cara: «¡Vete a cortar el pelo, que pareces un Kammamuri!». La expresión se ha ido repitiendo de generación en generación, pensando ahora algunos que los kammamuri son una especie de extraños aborígenes de sabe Dios qué país. Lo curioso es que lo mismo pasa en ciudades como Zaragoza o Logroño.

El maestro de periodistas, el cacereño Fernando García Morales (1924-2011), que durante bastantes años trabajó en el Diario HOY, contó un día, en la Redacción, el origen de la expresión: «se dice bastante en Cáceres porque antes de la Guerra Civil actuó aquí un faquir con ese nombre, que tenía unos pelos descomunales». Era un adelantado a Jimi Hendrix, y a Bobby Farrell, el cantante principal del grupo Boney M. (muerto en 2010).

En las hemerotecas figura que Kammamury actuó en Cáceres en el año 1931. Permaneció enterrado junto con una leoparda bajo el ruedo de la Plaza de Toros, mientras se celebraba una novillada. García Morales lo vio a los siete años, «tenía una pantera o gato grande, con el que se enterraba en la arena de la Plaza de Toros, se hacía todo el espectáculo sobre su improvisada fosa y tras ello se le desenterraba y salían, vivitos y coleando, tanto la pantera como Kammamuri, sin que ello tuviera explicación lógica».

García Morales aseguró que este personaje estuvo durante una larga temporada viviendo en Cáceres, en donde no le fue muy bien, «malvivió en una posada, teniendo que sacrificar el gato - para vender la piel -y allegar algún recurso a su pobre vida». Luego se fue a Madrid, a trabajar en el circo Price, en donde alcanzó fama y fortuna.

El personaje de Kammamuri fue recuperado hace poco por el escritor y guionista Bernardo Sánchez. Cuenta que buscando datos sobre la historia del cine, en la hemeroteca del Diario La Rioja vio un ejemplar de 1934 en el que se anunciaba el enterramiento en vida del derviche Kammamuri. «Yo recordaba haber oído de niño en casa de mi abuela - dijo el escritor en una entrevista -, expresiones como 'tienes pelos de Kammamuri', lo que siempre me llevó a pensar que ese tal Kammamuri no había existido y que era una especie de Camuñas o de Sacamantecas».

El escritor publicó en 2010 la novela 'La semana de Kammamuri', que relata los siete días que el faquir estuvo enterrado, en una caja de zinc, en un solar de la calle de la República de Logroño. Por una peseta los curiosos podían ver el rostro del cautivo a través de un visor. Al preguntarle al guionista de 'Cuéntame', qué sabía del faquir, reconocía que no conocía gran cosa de este extraño personaje.

Buceando en las hemerotecas hemos descubierto que en 1932, un año después de pasarlas canutas en Cáceres, ya estaba actuando en el Circo Price y en el Teatro Pavón en Madrid.

En el año 2009 Mariano García, en su blog 'Tinta de hemeroteca', habla más de este misterioso individuo que decía venir de la India Portuguesa, tomando el nombre de un personaje de Emilio Salgari. Llegó a Zaragoza a principios de noviembre de 1933, enterrándose durante nueve días, sin alimentos ni agua, en un almacén vacío de la calle del Conde Aranda. Ya entonces tenía la fama de haberse crucificado en el Circo Price. El Heraldo publicó la crónica de su enterramiento: «Dio un beso a su mujer, una niña casi, y se metió en el ataúd.

Tras ser reconocido por el doctor Aráiz , el ataúd fue clavado y precintado por el delegado de la autoridad gubernativa, y se bajó a una fosa de dos metros de profundidad». Muchas personas visitaron su tumba, adornada con unas bombillas rojas, viendo por un visor del ataúd como iba empalideciendo, y como a medida que pasaban los días, la cara era más delgada y más poblada de barba. El 14 de noviembre fue liberado, siendo testigos cientos de personas que vieron como el cuerpo era colocado en una camilla, y una ambulancia le trasladó a su hotel.

Famoso

Cuenta Mariano García que Kammamuri se hizo tan famoso que unas semanas después se celebraron en España las elecciones de 1933, y los graciosos descontentos (que siempre los hubo, los hay y los habrá), votaron en masa a Kammamuri; ganaron a los que votaron a la cupletista Margarita Carbajal, de gran éxito entonces.

Hemos logrado seguirle la pista hasta enero de 1934, cuando actuó en Jaca. El semanario La Unión, en su ejemplar del 18 de enero de 1934, señalaba que el faquir iba a actuar en Jaca antes de actuar en París, recordando el periodista que Kammamuri, que había actuado 60 días en el Circo Price, asombraba a todo el mundo, sobre todo por su número de la guillotina. En sus espectáculos, además de simular la decapitación, hacía de yunque humano, o cortaba con los dientes puntas de 20 centímetros.

¿Qué fue de Kammamuri? Cuando se lo preguntábamos a García Morales, solía encoger los hombros y decir: «tengo entendido que le cogió la Guerra Civil en Madrid, y entonces el faquir, de verdad, desapareció». Como tantos otros...

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