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El Museo Narbón prepara su reapertura tras siete años cerrado

El Museo Narbón prepara su reapertura tras siete años cerrado

La Fundación Caja Extremadura y el Ayuntamiento de Malpartida firmarán un convenio para hacer visitable la casa

M. J. T.

Lunes, 8 de febrero 2016, 00:51

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El año 2016 ha arrancado con buenas noticias para el museo que el artista Juan José Narbón (San Lorenzo del Escorial, Madrid, 1927-Cáceres, 2005) tiene dedicado en Malpartida de Cáceres. Cerrado al público desde 2009, su reapertura parece ser inminente. Dos instituciones se han puesto de acuerdo para que las obras y objetos personales del creador que se conservan en su interior puedan volver a ser contempladas por el público. La Fundación Bancaria Caja Extremadura y el Ayuntamiento están a punto de firmar un convenio que permitirá que las puertas del recinto vuelvan a abrirse.

EN SU CONTEXTO

  • Juan José Narbón Terrón nació en San Lorenzo del Escorial en 1927, Se instaló en Cáceres en 1939. Su madre era natural de Zarza la Mayor. Ingresó en la Escuela de Bellas Artes con apenas 15 años.

El principal aspecto sobre el que girará el acuerdo será el tema del personal. La Fundación Caja Extremadura ya ha destinado a una trabajadora al museo, que en estos momentos se está encargando de hacer el inventario. El recinto, por tanto, ya tiene quién lo abra y quién lo cierre de lunes a viernes.

El papel del Ayuntamiento de Malpartida, según explica su alcalde, Alfredo Aguilera, consistirá en completar el resto de horas que se quedan sin cubrir, principalmente durante los fines de semana y los festivos. Además, desde la oficina de información turística, que está situada junto al museo, se organizarán visitas guiadas al interior del recinto. Hay sintonía entre ambas partes.

La Fundación Caja Extremadura quiere que el proyecto se haga realidad en apenas unos meses, justo después de Semana Santa, según indica su director, Antonio Franco. En estos momentos, detalla, la construcción se está «remozando». Hay que poner a punto la casa de labranza que acoge la obra del autor después de permanecer siete años cerrada. Toca revisar el tejado, dar una mano de pintura...

Mientras la fundación se encarga de estas labores preparatorias, el Ayuntamiento de Malpartida se ocupa de redactar el borrador previo al convenio que firmarán ambas instituciones.

El museo dedicado a Juan José Narbón se inauguró en el año 2001. Entonces, su apertura también fue fruto de la colaboración entre Caja Extremadura y el Consistorio. El Ayuntamiento compró el inmueble, situado en el número 26 de la calle Cruz. La entidad bancaria se encargó de su transformación. Las obras costaron cerca de 500.000 euros. Caja Extremadura también adquirió los cuadros por un precio simbólico de 60.000 euros. Junto a sus creaciones -los fondos superan las 500 obras, de las que se exhiben 174- se pueden contemplar objetos que permiten al visitante acercarse a la vida y figura del artista. Encontrará, por ejemplo, fotografías de Narbón junto a algunos de sus amigos, como Eduardo Chillida, Vostell o Francisco Rabal.

Desde su inauguración, el recinto permaneció abierto de manera habitual. Pero una reducción en el presupuesto de la entidad financiera hizo que, en 2009, se volviera insostenible mantener el coste que implicaba el museo. Eso sí, Caja Extremadura se brindaba a mostrar las instalaciones bajo petición previa de grupos y particulares. En estos casos, eran los trabajadores de la oficina de turismo municipal quienes se encargaban de abrir el recinto.

Estructurado en doce salas, el museo ofrece un recorrido cronológico por la obra del autor. Afincado en Cáceres desde 1939, Narbón obtuvo en el año 1991 la Medalla de Extremadura como reconocimiento a su trayectoria. «Más que hacer concesiones al mercantilismo, ha realizado una obra de inequívoca honestidad plástica», ha dicho de él Manuel Vaz- Romero, autor de una biografía sobre el pintor.

Narbón reivindicó como patrimonio rural las antiguas cochiqueras y se manifestó a favor de un arte comprometido. Fue él quien descubrió a Wolf Vostell el paraje de Los Barruecos, que luego el artista alemán convertiría en su principal referencia creativa.

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