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Dos agentes cogen una serpiente en el Parque del Príncipe. :: hoy
Psicosis con las culebras bastardas

Psicosis con las culebras bastardas

Se suceden los avisos a la Policía Local por la presencia de serpientes en la ciudad

SERGIO LORENZO

Jueves, 4 de junio 2015, 00:27

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«10:10 horas, avisa una vecina de la urbanización La Cañada de que en la zona de las pistas deportivas y de la zona infantil, por las tardes, se están encontrando varias culebras». Es una de las novedades que se podía leer ayer en el parte diario de la Policía Local.

A TENER EN CUENTA

  • uNo es mortal. En caso de que muerdan, su veneno no produce la muerte en el hombre, aunque podría provocarle molestias e hinchazón temporal de la zona afectada.

  • uDifícil que muerda. Al contrario que otras serpientes, la bastarda tiene los colmillos en la zona posterior de la boca, por lo que es difícil que lleguen a hincarse en la piel de una persona.

  • uCuidado con los 'latigazos'. Si al cogerla por la cabeza no se sujeta bien la cola, dará fuertes y rápidos 'latigazos'.

  • uHasta más de dos metros. Hay mucha diferencia de tamaño entre el macho y la hembra, mientras ésta no supera los 1,3 metros, el macho puede llegar a medir más de dos metros.

  • uEn julio ya no molestará. Ahora los machos están más activos, pero en julio y agosto baja su actividad, en octubre comienza su hibernación que termina en marzo.

Desde hace varios días en Cáceres parece que ha aumentado la ofidiofobia, el miedo a las serpientes, una de las zoofobias más comunes, que a veces tiene su razón de ser en creencias religiosas, en donde la serpiente simboliza el mal y se relaciona su imagen con la del diablo.

En las redes sociales se ha reproducido cientos de veces el vídeo publicado en www.hoy.es, en el que se ve a dos agentes de la Policía Local cogiendo en el Parque del Príncipe una culebra de grandes dimensiones, que logran meter en un saco. Unos días después, a finales del mes de mayo, la brigada verde de la misma policía, capturó otra culebra. Fue el día 28 de mayo cuando un vecino del residencial Infanta Isabel denunció que había una culebra junto a los bancos de la calle Madame Curie.

Ángel Carvajal, jefe de la Policía Local, ha señalado a este diario que en estas fechas es cuando suelen aparecer más culebras en zonas de la ciudad. Están en periodo de cría y necesitan más comida. «Aparecen sobre todo en zonas donde hay descampados».

Afirma que todas las que han aparecido son las llamadas culebras bastardas, que aunque no son peligrosas por su veneno, sí pueden causar daños, «al utilizar su cola para dar 'latigazos'. La verdad es que la que se encontró en el residencial Infanta Isabel era de buen tamaño, de unos dos metros».

La culebra bastarda o de Montpellier es la serpiente de mayor tamaño que se puede encontrar en España, ya que el macho puede llegar a superar los dos metros de longitud; las hembras, sin embargo, no pasan de los 1,30 metros.

Se encuentra en toda la península ibérica, menos en la Cornisa Cantábrica. Se le reconoce por tener unos ojos grandes, y sobre ellos unas escamas muy salientes que forman una especie de ceja prominente, que convierte su mirada en penetrante y fiera. El color de los adultos varía entre el verde oliva y el gris claro, mientras que los individuos jóvenes y las hembras tienen una rica combinación de colores, de negros, marrones, blancos y grises. La cola representa una cuarta parte de la longitud total.

Expertos en culebras aseguran que la bastarda no hace frente al hombre, huye.Sin embargo, cuando se sabe acorralada se incorpora, sisea y se ensancha, mostrándose dispuesta a morder.

Es una serpiente venenosa, pero no provoca la muerte del hombre, aunque sí puede causarle molestias y la hinchazón durante unas horas de la zona afectada. Los colmillos que tienen el veneno están en la parte más posterior de la boca, lo que hace difícil que lleguen a hincarse en la piel de una persona.

Las culebras bastardas son de actividad diurna, les gusta el calor, las zonas de matorral y los espacios abiertos. El periodo de celo es en mayo y junio entablando los machos un peculiar combate: se ponen 'de pie' y gana el que tiene su cabeza más alta. El cortejo también es llamativo porque el macho hace regalos a la hembra en forma de comida. En junio y julio tiene lugar la puesta de los huevos (de 4 a 18). Eclosionan en agosto o septiembre y en octubre comienza su hibernacion, hasta marzo.

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