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Imagen de la presentación de la guía oficial de la Semana Santa en el año 2013. :: hoy
Nadie quiere presidir la Unión de Cofradías

Nadie quiere presidir la Unión de Cofradías

El Obispado podría nombrar una gestora si no se encuentra otra solución, como prorrogar el mandato de la directiva saliente

María José Torrejón

Martes, 28 de abril 2015, 09:08

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La Unión de Cofradías Penitenciales de Cáceres está a punto de cumplir 30 años -se fundó en 1986- sumida en una situación sin precedentes. Nadie parece querer hacerse cargo de su presidencia. El plazo de presentación de candidaturas expiró el lunes por la noche sin que ningún aspirante haya hecho llegar, de manera presencial, su intención de asumir el cargo. No obstante, desde la secretaría de la Unión se matiza que todavía puede llegar alguna propuesta a través de correo certificado, enviada dentro del plazo marcado en el calendario electoral abierto el pasado día 17.

TODOS LOS PRESIDENTES

  • Felipe Fernández Peña. 1986-1991.

  • Alonso J. Corrales Gaitán. 1991-1996.

  • Jesús Bravo Díaz. 1996-2001.

  • Luis Jiménez Pulido. 2001-2006.

  • Juan Narciso García-Plata. 2006-2010.

  • José Manuel Martín Cisneros. 2010-2015.

En cualquier caso, no sería el procedimiento habitual empleado hasta ahora por los anteriores presidentes. Nunca una candidatura se había hecho rogar tanto ni unas elecciones se habían quedado sin aspirante al cargo. ¿Qué ocurre en el seno de la agrupación para que nadie parezca estar interesado en ser presidente?

Según las fuentes consultadas por este diario -que prefieren permanecer en el anonimato- el actual ambiente que impera en el colectivo no es el más cordial, marcado por la división interna entre las cofradías. Y asumir la tarea de unificar criterios parece una misión complicada a día de hoy que nadie parece estar dispuesto a echarse a la espalda.

La Unión de Cofradías Penitenciales agrupa a 15 de las 16 hermandades que desfilan en Semana Santa. La única que no pertenece a este colectivo es la Sagrada Cena, ya que es una cofradía sacramental y no penitencial como el resto. Se encarga, entre otras funciones, de coordinar todas las actividades relacionadas con la Pasión cacereña, declarada fiesta de interés turístico internacional en el año 2011. Y, además, lleva a cabo labores de difusión, como la presentación de la Semana Santa en diferentes ciudades. Este año la delegación cacereña se ha desplazado hasta Valladolid.

«Existe una diferencia de criterios. Se ha perdido el espíritu de unión», asegura un veterano cofrade cacereño. «Hay mal ambiente; hay una situación conflictiva», apunta otra voz. La división existente en el seno de la Unión de Cofradías se visualizó durante la pasada Semana Santa. Dos cofradías decidieron no participar en la Procesión Magna, celebrada el Sábado Santo con éxito de público. A pesar del llamamiento al diálogo lanzado desde el Obispado, la hermandad del Cristo Negro y la de Batallas optaron por quedarse fuera de un desfile de carácter extraordinario, que se celebra cada cinco años y en el que tradicionalmente tienen representación todas las hermandades. Estas dos cofradías no estaban de acuerdo con el cambio de día de esta celebración, que se pasó del Viernes Santo al Sábado Santo.

Seis presidentes

Durante el plazo abierto para la presentación de candidaturas se postuló como posible candidato Mariano Mariño, mayordomo de la cofradía de los Estudiantes, aunque finalmente descartó optar al cargo que deja vacante José Manuel Martín Cisneros, presidente de la Unión durante los últimos cinco años. Antes que él, al frente de esta agrupación ha habido otros cinco presidentes.

El primero fue un sacerdote: Felipe Fernández Peña, delegado diocesano de hermandades y cofradías. Le sucedió Alonso Corrales Gaitán, mayordomo del Cristo Negro, que estuvo en el cargo entre 1991 y 1996. Después, fue el turno del actual concejal de Cultura, Jesús Bravo, presidente de la Unión hasta el año 2001. El profesor Luis Jiménez Pulido tomó el testigo hasta 2006. Ese año hubo dos candidatos al puesto. Juan Narciso García-Plata e Inmaculada Hernández presentaron sus candidaturas y, finalmente, salió elegido el primero, que no llegó a agotar su mandato. En 2010 decidió adelantar un año las elecciones para evitar incompatibilidades con su militancia en el Partido Popular ante los comicios municipales de 2011. Le sucedió Martín Cisneros, en mayo 2010, quien recibió poco después la noticia que tanto añoraba la Semana Santa cacereña, su declaración internacional. Todos los presidentes tienen la opción de repetir mandato, pero ninguno lo ha hecho hasta el momento.

La Unión de Cofradías Penitencial recibe una subvención anual de 28.000 euros procedente del Ayuntamiento, que reparte entre las 15 hermandades a las que agrupa. Además, el Consistorio se encarga de financiar la guía oficial de la Semana Santa, cuyo coste este año ha sido de 7.072 euros. El Ayuntamiento todavía adeuda al colectivo cofrade el importe de las guías de dos anualidades, que a su vez la Unión debe pagar a una imprenta local.

Ante la ausencia de candidatos a la presidencia, en estos momentos se plantea qué pasos hay que dar. La intención de la junta directiva en funciones de la Unión de Cofradías es mantener una reunión para abordar el asunto y adoptar posibles soluciones.

El nombramiento de una gestora por parte del Obispado es una de las posibilidades. El estatuto marco de cofradías de la Diócesis de Coria-Cáceres establece en su artículo 15 que «si agotados los mandatos a que hubiere derecho no se presentasen candidaturas alternativas, la junta de gobierno permanecerá en funciones convocando elecciones cada año hasta que se presentasen otras que, llegado el caso, ganen las elecciones y tomen posesión de sus cargos».

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