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Recorrido realizado por la cigüeña Juan. :: seo-ib.
Juan ya está de vuelta

Juan ya está de vuelta

Los comportamientos de las cigüeñas son muy variables, unas recorren más de 3.000 kilómetros, otras van a un vertedero cercano

Pablo Calvo

Domingo, 1 de febrero 2015, 08:47

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Cuando el próximo martes, 3 de febrero, se celebre San Blas, Juan ya llevará tiempo en Cáceres, en concreto desde el pasado 17 de diciembre, cuando se le volvió a ver en su nido. En su caso, pues, se ha adelantado el conocido aforismo que liga al santo con el regreso de las cigüeñas a sus lugares habituales de residencia, costumbre que antaño servía para barruntar la cercanía de la primavera. Juan es un ejemplar macho de algo más de cuatro kilos de peso que habitualmente reside en Malpartida de Cáceres, pero que prefiere pasar los meses menos cálidos lejos de Extremadura. Ya está de vuelta.

Esta vez, Juan, como le han bautizado los responsables del programa Migra, que desarrolla la asociación conservacionista SEO/Birdlife con el apoyo de la Fundación Iberdrola, no se ha ido demasiado lejos. Para su 'segunda residencia' ha elegido invernar en los arrozales del Parque Nacional de Doñana, a unos 250 kilómetros de su nido.

Esos datos se conocen gracias a un dispositivo GPS-GSM de 65 gramos de peso colocado con un arnés torácico por la organización suiza Storch Schweiz, que también colabora con Migra, hace casi dos años, en marzo de 2013, en la casa de cultura de Malpartida de Cáceres.

Juan no está solo. El programa Migra ha marcado con emisores satélite a otras ocho cigüeñas blancas de Cáceres (cuatro adultos y cuatro pollos, con nombres tan peculiares como Marcelina, Pipe o Lola), además de a cinco de Álava, ocho de Ciudad Real, una de Huelva, dos de Huesca, otra de La Rioja, tres de León, seis madrileñas y una de Lugo. El objetivo es revisar sus hábitos migratorios y examinar su evolución, sobre todo a la vista de que los arrozales y la proliferación de basureros ha hecho que estas aves «hayan encontrado una nueva fuente de alimentación que les permite soportar el invierno en tierras peninsulares».

Los hábitos migratorios de las cigüeñas han variado notablemente en las últimas décadas. De hecho, de las ocho cigüeñas adultas con emisores activos seleccionadas, entre ellas Juan, cinco se quedaron en España: en Doñana, como han hecho también la cigüeña manchega Mari Cruz, o en vertederos de Madrid, como Blas y Felicia, por ejemplo. Por el contrario, Yerga recorrió unos 3.500 kilómetros desde la localidad riojana de Alfaro, donde se encuentra su nido, hasta Senegal y Gambia, un viaje que ha cubierto los tres últimos años. Alba esta vez ha volado desde León a vertederos de Rabat, en Marruecos, y Javier, en cambio, abandona en invierno el Parque Nacional de Doñana para invernar en Mali y Senegal.

«Parece que la mayoría de las cigüeñas blancas adultas se quedan a invernar en España, mientras que los jóvenes se van a África», explica Javier de la Puente, técnico de SEO/Birdlife. Sin embargo, reconoce que todavía se desconocen muchos datos de esos comportamientos, que esperan ir resolviendo con el programa Migra. «Aún no sabemos cómo cambia ese comportamiento y las razones concretas de por qué los adultos migran a larga o corta distancia».

Otra incógnita que se resolverá más adelante es comprobar «qué ocurrirá cuando las aves dejen de tener comida en los vertederos de España». SEO/BirdLife considera que conocer con detalle los movimientos de las especies y sus estrategias migratorias «es clave para la conservación de las aves».

Seguimiento diario

Por ello el programa Migra se puso en marcha en el año 2011 con la colaboración de la Fundación Iberdrola, que participa dentro de sus actividades ligadas a la sostenibilidad y biodiversidad. Su finalidad es incorporar las últimas tecnologías e sistemas de geolocalización y seguimiento remoto para conocer con mayor precisión los movimientos de las aves, dentro y fuera de España. Con esa tecnología se puede conocer no solo el lugar hasta donde se ha desplazado la cigüeña, sino también los lugares de parada y los puntos de alimentación que ha utilizado, además de ir trazado una ficha histórica respecto a las rutas (si siempre son iguales o varían), si las migraciones se producen más de una vez al año, etcétera. Es posible seguir a diario sus movimientos.

Gracia a estos seguimientos se detecta que en la actualidad los comportamientos migratorios de las cigüeñas blanca son muy distintas, pues mientras algunas se desplazan más de 3.400 kilómetros para invernar en el Sahel africano, otras lo hacen apenas unos kilómetros hasta un vertedero cercano, o se quedan incluso en su propio nido.

Eso sí, todas regresan más tarde o más temprano a su lugar habitual de nidificación, como ha hecho Juan, que un año más pasará en los alrededores de Cáceres la festividad de San Blas.

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