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Sergio Lorenzo
Miércoles, 14 de enero 2015, 00:20
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Todo empezó con una madre que se acercó al cuartel de la Guardia Civil de Cabezuela del Valle, para denunciar que su hijo tenía problemas con las drogas y una persona le estaba vendiendo sustancias estupefacientes. Fue el 9 de septiembre de 2012. La Guardia Civil inició una investigación que concluyó con el desarrollo de la operación Camocho, en la que se descubrió la existencia de varios grupos que se dedicaban al tráfico de drogas, cuya actividad se localizaba en Plasencia y Cabezuela del Valle.
La operación llevó a la detención de 14 personas que el próximo 27 de enero serán juzgadas en la Audiencia Provincial de Cáceres. El macrojuicio se prolongará, al menos, durante tres días.
De los 14 detenidos, nueve pertenecen a la misma familia. El jefe de ese presunto clan familiar es Jacobo S. F.; también estaría implicada su mujer Juana, su madre María Jesús y su padre Manuel, su tía Marina, su cuñado Emilio y dos sobrinos llamados Diego y Jonathán, así como la mujer de este último que se llama Soledad. La mayoría viven en el barrio de San Lázaro de Plasencia.
Además hay un matrimonio y un hombre que vivían en una misma vivienda en Cabezuela del Valle, y un hombre y una mujer que residían en la ciudad placentina.
La operación tuvo su día importante el 23 de abril de 2013 cuando se registraron hasta ocho viviendas y se realizaron numerosas detenciones.
En los registros se encontraron 390 gramos de heroína, 219 de cocaína y 142 de cannabis y 5 armas ilegales (2 pistolas, una carabina y dos escopetas) y casi 18.000 euros.
La fiscalía pide para los acusados penas que oscilan entre los cuatro años a los nueve años de prisión y pagar multas de hasta 170.000 euros.
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